¡No Me Mientas! • OO5

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— Bueno

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— Bueno... Yo... Yo estaba hablando con un señor que quiere trabajar con nosotros.

Fue la primera cosa que se le vino a la mente y razonando como un niño de cinco años era creíble, al menos eso pensaba él.

— Papi, mentir es malo, tú me lo dijiste. No soy tonto, escuché un poco y no era sobre eso. —Se cruzó de brazos e hizo un puchero, muy adorable.

— Bien, lo admito, mentí, pero no te diré quien era ni que quería, eso es secreto.

— No hay problema, lo escuché.

— Sam, ¿Cómo estás consiente de todo cuando estás medio dormido? ¡Es que no lo entiendo, Bebé!

— No lo sé, pero te escuché y te dijo algo sobre mí.

— Vale... Sí, tiene que ver contigo, pero, —Resaltó esa palabra.— No te diré que hablamos.

— ¡Por favor, papá! ¡Dime, dime, por favor, papi Sparta!

— Ya te dije que no, Mi Amor. Eso se queda entre el señor y yo. Ahora iré a hacer la cena, puedes ver tele si quieres, recuerda que si necesitas algo estaré abajo.

— Está bien...

No estaba tan de acuerdo con que no le haya respondido su pregunta, pero la comida que su padre hacía era digna de un restaurante a su pensar. Así que si él cocinaba estaba un poco satisfecho.

Pasaron treinta inexactos minutos, el pequeño se había quedado viendo programas infantiles en Netflix y parecidos, su entretención era ver mayormente series antiguas, pero divertidas, como Bob Esponja, Las Pistas de Blue en versión 3D, Peppa Pig, Drama Total y otras más, a veces se le venía la idea de ver series que sus padres vieron de pequeños, pero volver a la edad de piedra no era una opción.

Estaba echado al revés, sus piernas en la cabecera y su espalda en el colchón, reía de vez en cuando y respondía en tono bajo las preguntas abiertas que se le hacían a los espectadores.

Su padre pelirrojo estaba comenzando a quejarse, y, en menos de diez minutos estaba siendo mimado por este, le gustaba que siempre se despierte cariñoso o con su otro padre o con él.

¿Quién es mi bebito hermoso y precioso?

¡Soy yo, soy yo!

El mayor río y llenó de besitos el rostro de su pequeño.

¡Sam, despierta a papá Raptor que ya es hora de cenar! —Gritó su otro padre desde la planta baja.

No respondió, solo bajó de la cama, tomó la mano del mayor y bajó junto a él. Este al estar en la cocina soltó la mano de su pequeño, se acercó a su pareja y lo abrazó por detrás.

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