— Mami, papi ya terminamos de comer, ¿Podemos ir a jugar? —Preguntó una dulce niña.
— Esperen a Sami, saben que tienen que jugar los tres juntos.
— Pero Sam se demora mucho en comer, mamá... — Respondió su gemelo.
— Eso es porque él es el más pequeño, espérenlo un poco, de seguro ya termina.
— Está bien...
No pasaron más de dos minutos y ambos hermanos ya estaban aburridos, exigiéndole al menor que se apresure.
— ¿Por qué no comes más rápido?
— Porque si como rápido me va a doler mi panza y me dará hipo.
— No importa, termina ya, queremos jugar.
— Niños, dejen que Sam coma tranquilo, no lo apresuren. —Intervino el padre del mencionado.— Además, está por terminar su comida.
— Ya terminé ¡Gracias, papi Ari!
— ¿Ven? Se los dije.
El menor de todos se levantó para ir al baño para cepillarse los dientes y lavarse las manos.
— Tío Ari, ¿Sam también es el más pequeño de tu familia y la de mi tío Andy?
— Sí, es el bebé de las dos familias.
— ¿Y le regalan muchas cosas por eso? Es que nuestra abuelita nos daba muchas cosas por ser los más pequeños.
— Sí, una vez nos dio una casita para jugar y un carrito donde entramos los dos.
— Bueno, a Sam su abuela le regaló un peluche grande, más del tamaño de su cuerpo, y su abuelo le dio un carro como el de ustedes.
— Que suerte, como mi tía tiene un nuevo bebé mi abuela ya no nos regala tantas cosas como antes ¡Ahora todo es del bebé!
— No se preocupen, solo es la emoción de momento, les aseguro de que los sigue queriendo y que les volverá a dar cosas como antes.
— ¿Enserio?
Asintió, su conversación fue cortada por unos llantos, el bebé de la casa se había caído y un bloque había amortiguado su caída.
El castaño se levantó y fue con él, lo cargó tratando de calmarlo, mientras este solo soltaba balbuceos tratando de explicar lo que pasó. Llevó a su hijo al sofá y lo sentó, debía calmarlo primero.
— Mi Amor, cálmate, si no te calmas yo no voy a poder entender lo que dices, ¿Te acuerdas que hacemos cuando no se nos entiende?
Su respuesta fue un intento de respiros, sonrió, dejó un beso en la frente del chiquillo para luego seguir hablando.
ESTÁS LEYENDO
• Como Convertirse En Famoso Con Sam •
Fanfiction─ ¡Quiero Ser Famoso! ─Exclamo el pequeño niño levantándose de su asiento. ─ Pero, cariño, ya lo eres. Tenía razón, en cierta parte ya lo era, sus padres eran dos empresarios famosos reconocidos mundialmente, y, él al convertirse en su hijo también...