Capítulo 32 2T

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«El principio»

¡Santo cielo! ¿El principio de todo? ¿El principio de toda esa historia? ¿Lo que habían vivido juntos?

Ariana se sintió desmayar de nueva cuenta. Se quedó sin respiración. No quería mirarlo a los ojos, tenía lágrimas centelleando en las pestañas y estaba a punto de llorar, pero aún así lo hizo. Lo miró fijamente mientras la mirada de él ardía.

Un instante después ella empezó a temblar visiblemente a la vez que sentía su cuerpo cubrirse de un sudor frío.

No sabía si estaba preparada, no sabía si podría afrontar lo que su marido estaba por decirle, y maldición, ya no estaba tan segura de si podía confiar en él en esos instantes.

Ya no sabía qué era verdad, ni que era mentira en su vida. De nuevo se sentía perdida, tan perdida como aquel día en que había despertado del coma.

Resistió las lágrimas con todas sus fuerzas. No deseaba llorar. ¡Maldita sea no podía llorar! Tenía que ser fuerte, tenía que serlo, no le quedaba otra opción.

Se giró entonces para mirar a Jack.

Durante todo el camino a casa ninguno de los dos se había atrevido a hablar, tampoco lo había mirado pero en esos instantes tenía que hacerlo.

¿Tenía? Se preguntó entonces y los pensamientos comenzaron a torturarla.

Ya le había creído antes, y ahora estaba claro que le había mentido no una sino un montón de veces.

Oh, y ella sólo quería morirse.

Le dolía hasta el alma.

Lo vio vacilar, como intentando buscar las palabras adecuadas, ¿o acaso nuevas mentiras?

¡Qué caos! Por momentos deseaba no haber despertado del coma jamás. Era un pensamiento terrible pero no lo era tanto comparándolo con el dolor que sentía atravesando su pecho.

–Prométeme que estarás tranquila–

¡¿Tranquila?!

¿Quién podía estar tranquila en una situación como aquella?, se preguntó Ariana con desespero. Ella no, desde luego.

Estrés. Confusión. Tensión. Miedo. Dolor. No encontraba diferencia entre las cinco cosas. Todas se habían convertido en una sola sensación para ella.

Y Jack supo lo que le sucedía. De inmediato se acercó pero ella apartó la vista sin más.

–Mírame– su tono de voz fue duro. No daba opción a no obedecerlo aunque quisiese.

Ariana miró sus manos unidas. La orden le hizo apretar los dientes.

Finalmente lo hizo. Volvió a clavar sus mielosos ojos en los oscuros y tormentosos de él.

El peleador soltó su aliento.

–Sé que todo esto supone una terrible conmoción para ti, pero tienes que enfrentarte a ello–

Aquello era cierto, pero ella se sentía incapaz.

Necesitó hacer acopio de todo su valor para sostenerle esta vez la mirada.

Las pupilas negras de Jack brillaron, y de pronto se encontró perdida en ellas. Todo seguía siendo tan confuso...

–Sólo dime la verdad– habló Ariana por primera vez. –Yo sabré cómo enfrentarla–

Jack asintió y dio un suspiro. Estaba demasiado tenso.

–Antes que nada... Quiero que sepas, y que quede muy claro, que te amo, que eres lo más importante en mi vida, y que todo lo que hice fue para protegerte. No voy a decirte ni una mentira más. Las mentiras se acabaron–

La Villana Del Cuento® (AG 4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora