The Moon Boy || Jin [EN PAUSA]

《Recuerdo Lunar》

Sonreír ante las ocurrencias de Taehyung, quien sacudía su cadera al ritmo de la música mientras cocinaba.

—Y con esa propuesta... Tan seria y ridículamente cursi, acepté vivir con YoonGi —suspiró como un chico enamorado antes de continuar —. Sé que Min puede parecer alguien sin sentimientos y frío, pero es la persona más linda que conozco. Estar con él me ayudó a salir de mi depresión, tras que mis padres descubrieran mi atracción por los hombres y me obligaran a ir con una psicóloga para "tratar mi enfermedad".

—Lamento oír eso —dije por lo bajo al apreciar como el destello de sus ojos disminuyó ligeramente.

—Es cosa del pasado. Todos tenemos una parte de nuestra vida totalmente negra, pero luego encontramos la felicidad junto a grandes personas... Y tú Haneul, ¿ya tu mundo es a color? ¿O sigue en una película de los años 60?

Yo...

Reí sintiendo por primera vez que mi corazón no se oprimía.

Yo... Tengo a Jin...

~☆~

Caminé junto a Tae por toda la tienda en busca de algunos filetes y vegetales para la comida de mañana. Kim era de las personas que olvidan los hechos, por ello, estábamos a las 10 de la noche comprando las cosas.

—¿Qué te parece este collar? —preguntó mientras tomaba la prenda —. Es una libreta... —susurró mientras apreciaba el colgante.

—Deberías regalárselo a YoonGi —sugerí.

Él asintió y lo tomó. Se marchó listo para pagar todo, pero yo estuve estática al apreciar otra joya. Era una pequeña cadena de pareja, la cual al unirse formaba una hermosa luna llena.

—Me gustaría tenerla... —murmuré, sabiendo que no tenía dinero para tal lujo y que no podía pedírselo a Taehyung, no después de tantos gastos que tiene por mi culpa.

Ignoré mis deseos por el artículo y fui hacia el joven.

—¿Sucede algo? —negué furtivamente.

Pasaron los minutos y, cuando creíamos haber terminado, el chico recordó no haber comprado algo, por lo que me ví obligada a esperar fuera del establecimiento con todas las bolsas.

Admiré el oscuro cielo. Este mostraba la Luna de siempre, esa que simbolizaba que sólo quedaban cinco tatuajes... Ese astro que odiaba porque quería separarme de mi Jin...

Luna Gibosa Creciente.

El ruido de un auto que fue a echar gasolina me distrajo. Fruncí el ceño ante la camioneta azul toda oxidada y desgastada.

Mis pupilas se abrieron al apreciar al hombre que bajó de esta e, inmediatamente, volteé desesperada. No podía ser... Si me veía, estaba muerta...

Mi padre me mataría.

A los pocos segundos, apareció el chico de sonrisa cuadrada.

—Se acabó —comentó justificando el porqué sus manos estaban vacías.

—Vámanos —supliqué más que ordenar.

Tae me observó dudoso.

—¿Te encuentras bien, Haneul?