𝐄𝐋𝐋𝐀 ━━ Dance with Devils [TERMINADA]

Capítulo 08

❝DÍAS DE INOCENCIA❞

—Los odio a todos.

—Deja de quejarte, Akira.

—Hablo en serio, odio a todo el mundo. ¿Por qué tenemos que ser nosotras quienes compren estas tonterías? —murmuré poniendo las latas de aerosol en el carrito de compras—. Imaginate ir a la Academia en vacaciones, ¿qué tortura es esa? Prefiero dormir en casa.

—Como dije, no es un día normal en la Academia —aclaró Azuna—. Son los preparativos para el festival y con suficiente dinero, tendremos el baile.

—Oh, un baile. Eso lo cambia todo —dije fingiendo asombro—. Sigo prefieriendo dormir.

—¿Quieres ser mi acompañante?

—Agradezco la oferta. Ser la acompañante de la chica más linda de la Academia no es algo que ocurra todos los días. Pero si hay algo que me gusta más que las personas lindas es...

—Dormir.

—Iba a decir el dinero. Si me pagas iré.

—No tienes remedio —dijo divertida—. ¿Crees que podamos llevar todo esto?

—¿Solo nosotras? Creí que los inútiles de nuestra clase ayudarían.

—No hacen ni sus tareas y crees que van a ayudarnos a decorar el Festival.

No opiné puesto a que yo tan poco hago la tarea y estaba ayudando con lo del Festival porque Azuna me obligó. Así que efectivamente pertenezco al grupo de inútiles de la clase.

—Iré a pagar todo esto —habló la rubia con el carrito de compras—. Espérame aquí, no te nuevas, ¿bien?

—Ajá.

—Hablo en serio, Akira.

—Esta bien —Azuna me echó una mala mirada, y justo después se alejó camino a la caja dejándome en medio del pasillo. Ví al perrito de Rem pasar junto a mí y caminar hacia la salida de la tienda completamente solo.

Bueno, me voy.

Siendo arrastrada por la obligación de seguir a un perro fuera de la tienda como excusa para en realidad volver a casa y dormir en lugar de estar en la Academia decorando para un evento al que no asistiría, me aseguré de que Azuna no me viese irme porque luego me diría que debía ser responsable con mi promesa (obligada) de ayudar con la decoración.

Pero lo que tengo de linda lo tengo de irresponsable.

Amonos.

Estando afuera empecé a caminar hacia la casa de los Tachibana, siendo seguida por Loewen que se posó a un lado de mí caminando a mi paso. Al menos hasta que empezó a correr en otra dirección.

Pensé en dejarlo pasar, seguir con mi vida y camino.

Pero pensar en lo que le podría pasar a un perrito de ese tamaño solo, me dio más miedo por él. Así que lo seguí hasta llegar a una plaza, donde lo perdí de vista y me dejé caer sobre una banca con cansancio.