⁂ Pequeñas historias o Imaginas de La Tierra Media.
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𝟏º 𝐩𝐚𝐫𝐭𝐞
Era de noche, el joven rey del Bosque Negro se encontraba en sus aposentos, cuando una joven elfa apareció por la puerta, no era ni mas ni menos que Laure, la hija menor de Galadriel y Celeborn.
— Llegas tarde, princesa.—se burlo Thranduil al verla entrar.
— Si no me tuviera todo el día matando a orcos y trasgos que entran en tu reino, igual llegaría mas pronto.—reprocho Laure y suspiro mientras se acercaba al rey.— ¿Has estado esperándome?
—Tus padres me han encomendado personalmente cuidarte y educarte, no voy a permitir que te quedes todo un día sentada sin hacer nada.—Thranduil ignoro totalmente la pregunta de la menor. Se sirvió una copa de vino y se acomodo en su trono.
— Pero si es lo que hace todo el día, se despierta y se sienta en su trono a beber.—dijo la rubia con cierta envidia en su voz.
— ¿Una copa?—el rey cómo no volvió a ignorar las palabras de la menor. Sin esperar respuestas cogió una copa igual a la suya y la lleno un poco menos de la mitad del mejor vino elaborado por los humanos de la ciudad del Lago y unos de los pocos que conservaba para consumo propio.
— ¿Qué pretendes emborracharme?
— No esta entre mis planes. Pero uno nunca sabe que puede pasar.—Thranduil le guiño el ojo mientras le daba la copa y ella tomo un trago.— Bueno, Laure ¿Ya tienes a alguien con quien compartir tu larga vida?
— Supongo que no.—Laure alzo los hombros en signo de que no había encontrado a nadie.
— Lo digo porque la boda de tu hermana tiene los meses contados.
— Me llevo cien años con ella, no me tengo porque preocupar.
— A tu edad tu hermana, ya conocía a Elrond y empezaron un relación.—Thranduil le dio un trago a su copa mientras miraba a la elfa.
— ¿Y? No soy como mi hermana, superarlo.—Thranduil empezó a reír.
— No hace falta que te pongas así, mujer es normal que no hayas conocido a nadie por ahora, es una decisión importante y es muy difícil pensar con quien vas a compartir tu vida y más nosotros que solo nos enamoramos un vez.
— Ya... bueno, con la edad que tienes tu, también deberías de tener esposa.
— ¡Si solo tengo 500 años más que tu!—grito el rey empezando a enfadarse, Laure rió ya que la vena de la frente de él estaba hinchada. La cosa favorita de Laure era claramente enfadar al rey.— No soy como tu hermana y Elrond, quedarse con lo primero que pase, soy más selectivo ¿Sabes?—Thranduil empezó a dar vueltas lentas por la elfa mientras pronunciaba esas palabras.
— Comprendible.—aunque no se notase, ella se encontraba algo nerviosa, ya que la atenta mirada del rubio iba de arriba abajo por su cuerpo y parecía como si le quisiese comer con la mirada.
— Me alegro que pensemos igual, al fin y al cabo, no somos tan diferentes.—él dejo de dar vueltas y se volvió a sentar en su trono.
— No se si tomármelo como un cumplido o no.
— ¿Por qué preguntas eso? Parecerse a mi es un cumplido ¿No?
— ¿Y tu?—el rey le miro sin entender.— Si has encontrado a tu alma gemela.
— Claro que si, solo que bueno... no ella lo sabe.
— Pues díselo, así de fácil.—dijo Laure, la verdad es que estaba sorprendía, no podía creer que podría haber alguien que hubiese llegado al frió corazón del rey. Thranduil suspiro mientras la miraba.
