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| Lindir |

Temática: Declaración.

Advertencias: No.

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Era una preciosa noche de agosto, Arne se encontraba en uno de los patios de Rivendell, en ese momento, estaba mirando las hermosas estrellas y constelaciones que tenia justo encima

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Era una preciosa noche de agosto, Arne se encontraba en uno de los patios de Rivendell, en ese momento, estaba mirando las hermosas estrellas y constelaciones que tenia justo encima.

— Man ceril sinomë? Aranel. [¿Que hace aquí? Princesa]—Arne se asusto ya que pensaba que en el reino todos estaban dormidos. Cuando se giro puedo observar a Lindir, el consejero de su padre. 

Aiyá, LindirAphado nin. [Hola, Lindir. Puedes acércate si lo deseas.]—el elfo dudo por momentos, pero Arne le dedico una tierna sonrisa y el se acerco mientras admiraba las estrellas.— ¿No te parecen hermosas?—pregunto la pelinegra cuando volvió a mirar el oscuro cielo.

— Si, tiene razón.—respondió Lindir, en un momento dado dejo de ver las estrellas y sus ojos fueron a parar al hermoso rostro de la chica, que en ese momentos sus azulados ojos estaban llenos de luz y brillo, seguramente por las estrellas. Hacia tiempo que el elfo sentía una atracion hacia la ojiazul aunque nunca tuvo el valor de decírselo. Y no es que tuviese pensado hacerlo, ella era la hija de su Señor por lo cual era un amor imposible.

— Me siento muy pequeña cuando veo las estrellas.—comento la pelinegra, que deslizo su mirada hacia abajo viendo los hermosos manantiales del reino y después miro hacia Lindir, sus miradas se cruzaron por unos instantes, aunque el chico rompió rápidamente la conexión de miradas, con un sonrojo bastante marcado en sus mejillas.

— No se tiene porque sentir así, Mi majestad, va a ser la futura reina de Rivendell. Y eso no es para sentirse pequeña.—intento cambiar de tema Lindir, aunque el sonrojo seguía presente en él.

— Ya...—la pelinegra se encontraba bastante insegura con ese tema, supuestamente no le tendría que tocar, pero sus dos hermanos mayores hace tiempo que se fueron a las Tierras Imperecederas en busca de su madre, renunciando todo en cuanto tenían en este lugar y en ello incluido el trono, que pasara a ser propiedad de Arne.

— No se preocupe por el reino, estoy seguro de que seras una reina maravillosa.—Arne sonrió cuando sintió que Lindir agarro sus dos manos en muestra de su apoyo.— Cuando eso ocurra, estaré a su lado.—las palabras del elfo reconfortaron algo a Arne e hicieron que se empezase a sentir mejor.— Necesito contarle algo.

Sintió que era el momento para contárselo, para contarle que llevaba siglos enamorado de ella. Hasta el día de hoy no supo como ni de donde había sacado el valor para declararse, pero aun así lo hizo.

— Arne, espero que no me dejes de hablar después de esto pero necesito contártelo, no puedo seguir oculto.—Lindir se fijo que la pelinegra parecía muy atenta a lo que iba a decirle, el suspiro y siguió hablando.— Llevo tiempo enamorado de ti, puede sonar ridículo y no se ni como paso pero lo estoy.—Lindir empezó a jugar con sus manos nerviosamente, cuando vio la expresión sorprendida de la chica, agacho su cabeza.

— Lindir. —la elfa lo llamo pero aun así el no levanto la mirada.—A Nányë melanyel  [Yo también le amo].—Lindir esta vez si que levanto la mirada y vio el hermoso y pálido rostro de la pelinegra.

— ¿En-Enserio?—pregunto tartamudeando y sorprendido, en ese momento la lagrimas estaban casi amenazando por salir, ya que la felicidad que sentía en ese momento era imposible explicarla. Arne asintió bajo la atenta mirada del elfo.— ¿Puedo?—volvió a preguntar mirando a los labios de la pelinegra, esos labios que tanto había deseado probar.

La pelinegra no le respondió y sin decir nada le beso. Al principio esa acción le pillo por sorpresa a Lindir que sintió como sus mejillas se empezaron a calentar, por segunda vez en la noche. Al principio él, al estar sorprendido no reacciono pero al darse cuenta le siguió el beso, el cual fue hermoso pese a la torpeza de Lindir. Las estrellas fueron las únicas que fueron testigos de lo que paso esa noche, una noche llena de besos y placer, que marco un antes y un después en la vida de los dos y el comienzo de un romance precioso y también de una promesa inquebrantable.

ఌ︎ 𝙾𝚗𝚎-𝚂𝚑𝚘𝚝𝚜 𝙾𝚛 𝙸𝚖𝚊𝚐𝚒𝚗𝚊𝚜 «𝚃𝚑𝚎 𝙼𝚒𝚍𝚍𝚕𝚎 𝙴𝚊𝚛𝚝𝚑»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora