ఌ︎ 𝙾𝚗𝚎-𝚂𝚑𝚘𝚝𝚜 𝙾𝚛 𝙸𝚖𝚊𝚐𝚒𝚗𝚊𝚜 «𝚃𝚑𝚎 𝙼𝚒𝚍𝚍𝚕𝚎 𝙴𝚊𝚛𝚝𝚑»

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| Legolas |

Temática: Amor entre el Principe de los elfos y la (ex) Reina de Mordor.

Advertencias: No.

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La bienvenida del primogenito del Rey fue bien acogida por los elfos del reino pero antes de cualquier celebración Legolas fue a su habitación con Narwen, la sento en su cama.

— ¿Te gusta mi habitación?—pregunto el rubio cuando vio a la chica inspeccionado su habitación con la mirada.

— Si, es muy bonita.—La chica siguió inspeccionando la habitación, era bastante luminosa por la causa del gran ventanal que había en un lateral. La decoración no era para nada simple, miraras donde miraras todos los muebles incluidos el armario, el escrito, la cama, las mesillas y los demas hasta el último no le faltaba ningún detalle, hasta algunos tenían partes acabadas en oro.  Sobre el escritorio, se encontraban unos papeles bien colocados, qué seguramente estaban esperando a ser leídos por cualquier persona, en el lado contrario del escrito se encontraba una tiara acomodada encima de un cojín de seda verde.

Antes de que pudiese seguir mirando la habitación. Legolas apareció con un bote de lo que Narwen supuso que seria tinte.

— ¿Te gusta? ¿Sigo?—consulto Legolas alzando un mechón del pelo el cual lo había embadurnado de tinte, Narwen se miro al espejo que se encontraba enfrente de la pareja. Observó el mechón de pelo extrañada, le gustaba el color, pero no se veía con ese tono.— Puedo quitarlo, estamos a tiempo.

— No no, sigue.—ella suspiro, no queria convertirse en una princesa elfita, que se pasase el dia con una corona en la cabeza y tomando té. No quería esa vida, sabia que Legolas se acordaría de ese dato y que no le obligaría a ser así aquí. Pero sabia que ese paso, era la más importante. La mayoría de elfos sabia quien era Narwen, la hija de Sauron, reina de Mordor y tenia que cambiar su imagen y nombre.

— Que harás con tu nombre.—recordo el chico mientras seguía echando el tinte sobre el pelo de Narwen.— Tienes el privilegio de elegir tu nombre, aprovechalo

— Lashay.

— Que significa, fuerte y guerra.—se acercó a su oído y murmuró las siguientes palabras.— Si, así eres tu.

— Alejate de mis odios.—exigio con autoridad Lashay, Legolas rápidamente se alejo con una sonrisa en la boca, y siguió con su tarea.

Después de aproximadamente 30 minutos, la recién renombrada como Lashya ya se acababa de aclarar el pelo dejando ver su nuevo pelo.

— Oye.—llamo la atención de su acompañante.— Me gusta mi nuevo yo.

— A mi también.—Legolas se posicionó detras suya y se miraron en el espejo, su nueva vida había empezado, no solo la de Lashya, si no la de Legolas. A partir de ese momento ya no estaba saliendo con la hija de su enemigo, si no con una persona normal. Lashya se encontraba entre nerviosa y emocionada, emocinada porque quería vivir como era moverse, irse de aventura o hacer cualquier otra cosa que en Mordor no podia. Y nerviosa, porque sabia que la aprobación del rey era esencial para que empezase su nueva vida en el reino del bosque.

— Debemos de acudir pronto con mi padre, no le gusta que lleguemos tarde.—Legolas le agarro de la mano y le guío por todo el castillo hasta la sala del trono. Y como no, su padre estaba sentado en el trono, bebiendo una copa de vino y con su tipica cara de pocos amigos.

Lashya, hizo una reverencia hacia el rey y cuando levanto la cabeza se fijo que estaba riéndose.

— No se de que lugar vienes, pero aqui no se hace esto.—se burlo Thranduil.

— Lo siento su majestad.—Lashya se colocó de nuevo correctamente bajo la severa mirada del rey.

— Cuéntame, ¿De donde vienes? ¿Quien eres? ¿Porqué estas aquí?—interrogo el que se encontraba en el trono. Lashya giro su cabeza encontrándose con la preocupada mirada de Legolas.

— Vengo de Rhun.—respondio la ahora rubia rápidamente para no levantar sospechas.

— ¿Y que se supone que hace una elfa en Rhun?—cuestiono Thranduil intentando que la elfa cometiese un error y pillarle la mentira.

— Mi familia, en antaño, era una familia rica de Rivendell, hasta que abandonaron eso para servir a Sauron. Fueron a vivir a Rhun y allí bueno, servieron al mal. Cuando yo nací, fui la única elfa, por los genes de mi abuela. Sauron me quería para sus planes, y hace unos dias, me escape del infierno en el que me toco vivir. Huí a Erebor, la noticia que los enanos habían recuperado a la montaña llego a mis oídos, y me encontré con una guerra, y ahí me reuni con Legolas y peleamos juntos.

— Bonita historia, pero ¿Que me puedes ofrecerme a cambio de estar en mi reino?—el rey se levantó del trono y bajo las pocas escaleras que le separaban de la chica mirandole de una forma provocativa.

— Desde que Tauriel se retiro de la guardia real, y algunos otros elfos abandoraron su puesto, necesitamos personas para el cargo.—alegó Legolas poniendo fin al largo interrogamiento de su padre.

— Está bien.—Thranduil sin apartar la mirada de la fémina saco su espada y apuntó.— Si me muestras que eres digna de entrar el la guardia real, te quedarás en mi reino.—acaricio su espada y sonrió.— Si no, volverás a Rhun y te entregaremos a Sauron.

Thranduil sin esperar previo aviso o respuesta, ataco directamente hacia el pecho de la mujer, aunque ella se agacho antes de que la hoja atravesase su carne. Cuando la elfa se levantó agarro su espada afilada, en el momento que Thranduil lanzo el segundo ataque ella. Pero Lashya lo bloqueo, y así varías veces seguidas. Hasta que Lashya tomo la iniciativa del combate y empezó a lanzar ataques y Thranduil y a retroceder. Después de algunos minutos de tensión con un suave toque de espada, mando a la espada de Thranduil a la otra parte de la sala y lo apunto directamente al pecho pero sin atacar.

— Por lo visto, no eres tan mala con la espada.—Lashya guardo la espada y le sonrió.— Le dire al servicio que te preparen una habitación. Pero a partir de ahora, me servirás, a mi y a mi reino. Y lo protegerás. Legolas.—lo miró.— Te encargaras tú personalmente de ser su maestro, es buena, algo más que los demás elfos pero necesita practicar. Por lo pronto podéis iros.