XIII. Una vez para ti y de una vez por mi.

109 23 57
                                    

Briana
Actualidad.

Cruzar, descruzar. Cruzar, descruzar. Una, dos, tres veces. Suspirar y cambiar de mano para volver a iniciar el ritual con los dedos. Hacía todo esto sin darme del todo por enterada. En mi cabeza, el intercambio con Elena se repetía sin descanso y frente a mi se encontraban Dahian y Luisa charlando sobre sus semanas. Yo sonreía sin tener ni la menor idea de qué estaban diciendo.
Al principio intenté, de verdad intenté unirme a la cháchara, pero cada vez se hacía más grande la imagen de los labios rosados, de los ojos oscuros, del cabello rubio que se movía con el viento o con algún movimiento espontáneo de su dueña. Cada vez me arrastraba más y más el rumor de su voz rasgada por la emoción; el color del traje que llevaba, la expresión de necesidad que mostró su rostro. Cada vez estaba más presente en aquel salón cálido, rodeada de tonos en su mayoría cafés por el estilo rústico de la casa, del olor a rosas que impregnaba cada encuentro con ella, estaba más y más entregada a su nombre que una y otra vez me llenaba, con sus tres sílabas en una especie de cántico en lo recóndito de mi mente...

—... Elena encargó comida para todos, eso la hizo casi un superhéroe  —aquel nombre en voz alta me sacó del transe que la náyade de su propietaria  creaba  —. Esa es la diferencia entre un jefe y un líder, estuvo trabajando con nosotros hasta la madrugada —la voz de Luisa era plana, pero me observaba con una especie de brillo en los ojos. Se volteó hacia Dahian que también estaba pendiente de mi —. Ves, te dije que podía hacer que nos prestara atención.

—Estás en las nubes, Briana —comentó Dahian.

—Lo siento.

—¿Te encuentras bien? —seguía hablando la misma tras la mesa. Observé la pintoresca terracilla en la que nos encontrábamos, dejé que el viento del crepúsculo me serenara un tanto antes de asentir a la cuestión de mi amiga, sin verle —. Vale, si estás bien, entonces, ¿quién es Elena?

Mi piel se fue erizando, cuestión que quise otorgarle, cuán ingenua, a la temperatura.
¿Quién es Elena?
Volvió su voz.
¿Quién es Elena?
Me embelesa el recuerdo de su sonrisa.
¿Quién es Elena?

<<Es la mujer que sin estar me deja en pausa, en un eterno gris y cuando se encuentra cerca se vuelve el amarillo en mi vida, el naranja, el rojo>>.
Me quedé siendo espectadora de como los colores pensados se tomaban la bóveda celeste que nos custodiaba, como dentro de poco darían paso a una oscuridad mal disimulada por el hombre.
<<¿Acaso eso iba a ser Elena en mi vida?; la transición del color a la penumbra.
>>Acaso no estaba ya en una especie de penumbra viviendo en la remembranza>>.

<<De igual modo, ¿quién dijo que la oscuridad era mala?>>. Reflexioné al final perdiéndome en la negrura que le adornaba el iris a quien se adueñaba de mis pensamientos.

—Mi jefe —enfrenté los dos pares de ojos que seguían pendientes de mis reacciones.

—Y la mía —remató Luisa alzando su copa, chocándola con las otras sobre la mesa y dejando aún más confundida a Dahian.

—¿Es la dueña del lienzo que estás restaurando?

—Sí.

—¿Y porque el hablar de ella te regresó al reino de nosotros los mortales? —la otra mujer en la mesa sonrió de oreja a oreja, pues se notaba que su plan se estaba llevando a cabo a la perfección, no tendría que mover ni medio músculo de la lengua para sacar información. La cara de Luisa, junto a la cuestión de Dahian me dejaban claro que por lo menos una de ellas suponía parte de la historia.

Me decanté por ser sincera, aunque iba a abordar otra rama, no lo haría de forma lineal.

—¿Si ustedes pudieran tener algo que llevan ansiando por años, pero eso daña a una persona, lo tomarían sin importar nada? —escuché como mi voz tembló en las últimas palabras, noté como las dos caras fueron perdiendo sus expresiones hasta tornarse en un par de rostros concentrados en el entorno  por largos minutos. Seguramente estaban atando cabos, sumando dos y dos, descartando las pocas almas que se podían tener en cuenta.

Almas PerdidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora