↳ 𝐅𝐀𝐈𝐑𝐘'𝐒 𝐋𝐎𝐕𝐄: 𝐒𝐮𝐧𝐨𝐨 ♡

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— Narrado en tercera persona— Fantasía 🧚🏼‍♀️

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— Narrado en tercera persona
— Fantasía 🧚🏼‍♀️

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Para ella era un poco incómodo pasear por la hierba húmeda, descalza y sin lograr ver nada debido a las vendas de seda que un emocionado chico adolescente puso sobre sus ojos con delicadeza.
Sunoo viajaba revoloteando como podía, con sus alas mojadas por el baño en el lago de hacía unos minutos, y guiaba a Yangmi en el camino hasta su próxima sorpresa.

El joven hada tenía puesta una sonrisa de esas suyas, de oreja a oreja, encantadora y haciendo que su tierna nariz se arrugara levemente, y sus pequeños dientes se dejaran mostrar. Era una pena que Yangmi no viera nada además de la blanca y angelical tela, pues su sonrisa era una de las cosas que más amaba de él. Yuno de sus rasgos favoritos del chico era su nariz.

Ella, aleteando con sus pequeñas alas de hada joven para secarlas, caminaba sintiendo el tacto cálido y reconfortante de su mano, y con cada paso que daba escuchaba una risita mayor por parte del dulce chico que la llevaba hasta el próximo obsequio que haría su corazón latir con fuerza.
Cuando su amor adolescente le preparaba aquellas pequeñas sorpresas era cuando más amada se sentía, pues no eran solo de ese tipo. Palabras, regalos, cartas, ramos clásicos de flores de colores... Pero que la llevara a asombrosos lugares era lo mejor que podía pasarle.

—Nunu, ¿a dónde me llevas? —preguntó sorprendida por lo mucho que andaban, y porque el tacto frío del césped del prado bajo sus pies no cesaba, y continuaba sintiendo la frescura y escuchando el sonido crujiente cuando lo pisaba.

—Tranquila, Jagi, que llegaremos pronto —habló con su voz suave a la vez que calmante y serena. Para la joven hada, era tan adictiva como una droga, que le hacía considerar a Sunoo un "fruto prohibido" de forma graciosa, aunque ya hubiera probado aquel fruto millones de veces. Sus labios carnosos y finos que tanto adoraba.

De solo pensar en semejantes cosas, se le escapó una risa diminuta para sí misma al recordar el apodo, pero también se sonrojó, y quiso besarlo aún cuando no era el momento más oportuno.

—Deja de reírte para ti sola, niñita —se quejó riendo, y entonces expresó un "oh", haciendo que la curiosidad de Yangmi aumentara—. Hemos llegado.

Con sus gratas manos, acarició las mejillas de la chica de cabellos rosados hasta llegar a la venda, por detrás de su cabeza y atrapando parte de su pelo. Desató el nudo, llevando consigo la gasa e impidiendo la vista a la chica, poniéndose delante.

—Oye, quita que no veo —bufó—. Eres demasiado grande, a tu lado parezco una enana.
—No soy tan alto, así que no necesitas estar a mi lado para ser una enana. —Sunoo sonrió inocente, y se agachó un poco flexionando las rodillas hasta quedar a su altura.
—¡Qué tonto! —frunció el ceño.

Sunoo sonrió muy forzadamente a propósito, para así entrecerrar sus ojos haciendo una mueca tierna que hizo que Yangmi desviara la mirada por los nervios. Extendió su mano, y ella la agarró.
Entonces el chico despejó su campo de visión, permitiéndole ver un amplio pueblo de hadas lleno de casas y cabañas, pero estas tenían una particularidad en comparación con las de su ciudad; no estaban humanizadas. Tenían completamente la esencia de sus pueblos ancestrales, eran setas gigantes con puertas, amuebladas por dentro, con arbustos gigantes alrededor, plantas fluorescentes y colores por todas partes. Cada gran seta era ancha y de un color. Algunas tenían puntos blancos y eran rojas, lo típico, otras tenían verdadero arte plasmado en su copa, con diseños increíbles y naturales, y una variedad de dibujos y colores esenciales para hacer de aquello algo mágico.

—Dime, pretty, ¿te gusta? —ladeó la cabeza de forma adorable.

Yangmi le dirigió una mirada cómplice y asintió. Entonces Sunoo separó sus manos, solamente para concentrar un poco de polvo de hada en ellas y esparcirlo sobre ambos.
Sin necesidad de usar sus alas debido a que estaban mojadas y era mejor evitarlo, ambos comenzaron a levitar, y con solamente unos impulsos de Sunoo con las ágiles piernas de este, podían avanzar sobre el gran pueblo frondoso.

—Es precioso. Extrañaba ver algo así. —dio un suspiro de felicidad—. Siento que pertenezco a aquí.
—En efecto, lo haces. Ojalá podamos mudarnos aquí cuando terminemos nuestras clases, ¿no te parecería increíble?
—Fascinante —confesó.

Sunoo se posicionó boca arriba y comenzó a flotar mirando al cielo estrellado, dándole una mano a Yangmi y con las piernas impulsando a ambos.

—No sé si me gusta más la vista abajo o arriba... o al lado. —le dedicó una mirada tanto tierna como pícara—. Jagi, you're a pretty girl. Did you know that?
—¿Y ese inglés repentino?
—Ay, ya sabes que se me escapan tonterías cuando me pongo nervioso. —evitó el contacto visual mirando hacia el otro lado, enarcando las cejas y con una sonrisa apenada.

Yangmi rió por lo adorable que era, y se limitó a disfrutar de aquello a su lado en un silencio cómodo y acogedor, con la brisa que comenzaba a moverse por los aires acompañándolos en el movimiento.

...

𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦 | ENHYPEN ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora