Tessa primero oyó el ruido, como algo chocando fuertemente contra el suelo. Pensó que era Laguna tirando cosas, pero al darse la vuelta se quedó estupefacta, no era la gata sino un chico apuesto, rubio, de nariz redonda y cejas pobladas. Estaba tirado en el suelo de cualquier manera y en el aire se podía percibir el olor dulzón que dejaba un portal después de cerrarse.
Observo al chico con más cautela, y se percató de que debajo de su melena rizada había un par de orejas medio puntiagudas. Era un mestizo, un naothi. Se acercó a él con una renovada curiosidad.
A Henry le dolía mucho la cabeza, abrió los ojos y vio que se encontraba en una sala muy elegante. Con una pared llena de grandes ventanales que daban a un precioso jardín y otras tres paredes con estanterías abarrotadas de libros.
En el centro de la estancia había una chica. Era alta, y muy blanca. Tenía el pelo tan negro que parecía carbón. Uno de sus ojos era tan negro como un túnel en la oscuridad, su otro ojo era de un gris muy claro que parecía casi blanco. Llevaba un vestido negro compuesto por un corpiño muy ajustado y una falda muy voluminosa que le llegaba hasta los tobillos. Parecía sacada de esas telenovelas, que tanto le gustaban a su madre, y que estaban basadas en el siglo XIX. Pero lo más curioso de todo eran sus orejas, estaban llenas de pequeños pendientes y eran puntiagudas como las de las hadas de los cuentos...
- ¿Eu ta seri? Qui es-tu? Wer bist du? – la descocida habló en varios idiomas que Henry no entendía -. ¿Quién eres? – preguntó la descocida y finalmente Henry la entendió.
- Soy... soy Harry... Harry Miller. – Mintió Henry, aunque no sabía porque no dijo la verdad, algo en su instinto le dijo que lo hiciera.
- ¿De verdad esperas que me crea eso? – la desconocida lo miró fijamente a los ojos, el dolor de cabeza de Henry aumento desmesuradamente. Al cabo de unos segundos ella dejo de mirarlo con una sonrisa divertida en su rostro.
- Eres Henry Liam Blake, hijo de Fred Harry Blake y Sabrina Melanie Miller. Vives en Nueva York. Tienes dieciocho años, tu mejor amiga se llama Isabelle Smith y vas a estudiar derecho en la universidad de Columbia. Ah, y tu querida madre biológica te abandonó a los dos meses de nacer. – la desconocida dijo toda esa información mientras me miraba a los ojos y su sonrisa se iba ampliando –. ¿Qué pasa? ¿Te comió la lengua el gato mestizo?
Henry ni siquiera sabía el nombre la chica, pero ya le caía mal.
- ¿Cómo coño sabes todo eso? ¿Es que me has estado espiando y me acabas de secuestrar?
- No, es que soy un hada, te puedo leer la mente.
- ¿Qué? – Henry no podía estar más confundido, ¿un hada? Por el amor de cristo, no sabía que se había fumado esa chica, pero madre mía -. ¿Estás de coña?
- Em... No.
- ¿Quién eres? ¿Cómo he llegado aquí? ¿Dónde estamos? ¿Por qué parece que acabas de escapar del rodaje de Mujercitas? – preguntó Henry.
- Eh, eh. Quieto ahí naothi. Aunque me encanta ver como te da un ataque de pánico, prefiero las preguntas de una en una.
- Bien... Emm... ¿Quién eres? – preguntó Henry finalmente.
- Soy Theresa Elizabet, hija de Lucis de Luxor y Tanis de Tenya. La portadora de la oscuridad, la sombra de la noche y la hija del Lucero del Alba. Tercera sucesoria al trono de Luxor y legítima heredera por derecho de sangre al trono de Tenya. Pero todo el mundo me dice Tessa.
- ¿De verdad tienes todos esos títulos? – dijo Henry sin llegar a creerlo del todo.
- Tengo más; Princesa de la noche, reina de las sombras, La Luna de Pradea... - empezó a citar Tessa.
- ¿La luna de qué? – Pradea... ese era el nombre del país de las hadas en los cuentos que contaba su padre. Su padre... ¿él sabía que esos cuentos eran verdad?
- La Luna de Pradea, - la voz de Tessa sacó a Henry de sus pensamientos – Pradea, el continente donde estamos, el lugar donde habitan las hadas –. Tessa habló como si lo que estaba diciendo fuera lo más obvio del mundo.
- ¿Y dónde estamos exactamente?
- Ah, por las alas blancas de Lucifer- Tessa suspiró aburrida –. Estamos en Luxor, en el Palacio Blanco, en la biblioteca de mis aposentos, concretamente.
- Y, ¿cómo he llegado aquí?
- Pues tu sabrás, naothi. Puedo leer mentes, pero no soy adivina.
- ¿Nao qué?
En ese momento la puerta de la habitación se abrió y entro una chica bajita, pelirroja y de ojos grises con la cara llena de pecas. Seguida de un chico alto de pelo negro y de ojos grises, iguales a los de la chica. Ambos tenían orejas puntiagudas.
- Hermanita - dijo la chica alegremente, después su mirada se desvió hacia Henry –. Hermanita y chico apuesto al que no había visto nunca –volvió a mirar a Tessa con cara de reproche.
- No te preocupes, Az, no es mi amante. Es Henry, acaba de llegar por un portal – Dijo Tessa.
- ¿Y por qué se iba a transportar a tu cuarto? – Dijo el chico de pelo negro.
- No tengo ni idea, aunque por sus ojos azules podría ser un espía de Aqua, y con la guerra a punto de estallar... Hoy es el solsticio de otoño, y se celebra en Aqua, no puede ser una coincidencia que haya venido justo hoy – Dijo Tessa.
- Es probable - Dijo Luke.
- Hay que llevarlo ante madre - Dijo Tessa –. Ah, es verdad, no sabe Pradea así que probablemente no haya entendido nada de lo que hemos dicho.
- Perfecto, - dijo Luke con sarcasmo -. ¿En qué idioma hay que hablar?
- Llevo hablando con él todo el rato en español. Aunque si vamos a llevarlo ante madre necesitará una joya encantada para entenderla. – Dijo Tessa -. Ahora vengo.
Tessa llegó momentos más tarde, se había cambiado de ropa y había remplazado el vestido negro por unos pantalones anchos, una camisa blanca y un corsé negro. Además, llevaba una espada envainada en la cintura.
Se giró hacia Henry y le tendió un sencillo collar dorado.
-Llévalo siempre que estés aquí. Es una joya equipada con un traductor, si lo llevas siempre entenderás todo lo que decimos, aunque no hables el idioma – explicó Tessa.
Henry la miró con desconfianza, pero al final cogió el collar y se lo puso - ¿Quiénes son esos dos? – preguntó, mirando hacia los hermanos.
- Yo soy Astrid, aunque todo el mundo me dice Az. – dijo la chica pelirroja.
- Luke de Luxor – el chico hizo una reverencia muy dramatizada –. A su servicio.
Tessa rodó los ojos al ver el gesto de Luke.
- Bueno, hay que darse prisa. Madre tendrá una reunión con Aquata dentro de media hora. Tenemos que hablar con ella antes de que se reúnan – Se giró y miró a Henry de arriba abajo –. Y, Luke, tráele una ropa más adecuada a Henry.
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Desde la luz y la oscuridad
Teen Fiction"Los monstruos existen, los fantasmas también, viven dentro de nosotros y, a veces, ellos ganan" Stephen King. Un mundo nuevo y uno viejo. Un secreto y una verdad. Un misterio y una respuesta. Un amor y una tración. Una vida y una muerte. ¿Está...