Desde la luz y la oscuridad

Capítulo 10

Frío. Hacia demasiado frío en ese maldito campamento, pero no sólo las altas temperaturas lo molestaban. Eran los ruidos, las hojas del bosque susurrando, el agua del arroyo corriendo, los lobos aullando a la luna, pero sobre todo odiaba a los demonios. Los horribles rugidos que soltaban, eran gritos de pura diversión, que contrastaban perfectamente con los gritos de pura agonía que soltaban sus víctimas.

Él había ido al norte por una sola razón, bueno, dos en verdad. Pero la más importante también estaba relacionada con los demonios. Estos seres infernales habían estado aterrorizado a los habitantes del norte de Aer, entraban en sus granjas, mataban a su ganado y arrasaban sus cultivos. Pero, aquello no era extraño, de vez en cuando los dioses del infierno se aburrían de su vida entre llamas, así que, harían las puertas del inframundo e invitaban a los demonios a entrar al mundo, dejaban que el caos reinara por diversión, por entretenimiento.

Los dioses eran crueles,él lo sabía mas que nadie, ya que había tenido la gran suerte de tener a uno depadre...

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Frío. Hacia demasiado frío en ese maldito campamento, pero no sólo las altas temperaturas lo molestaban. Eran los ruidos, las hojas del bosque susurrando, el agua del arroyo corriendo, los lobos aullando a la luna, pero sobre todo odiaba a los demonios. Los horribles rugidos que soltaban, eran gritos de pura diversión, que contrastaban perfectamente con los gritos de pura agonía que soltaban sus víctimas.

Él había ido al norte por una sola razón, bueno, dos en verdad. Pero la más importante también estaba relacionada con los demonios. Estos seres infernales habían estado aterrorizado a los habitantes del norte de Aer, entraban en sus granjas, mataban a su ganado y arrasaban sus cultivos. Pero, aquello no era extraño, de vez en cuando los dioses del infierno se aburrían de su vida entre llamas, así que, harían las puertas del inframundo e invitaban a los demonios a entrar al mundo, dejaban que el caos reinara por diversión, por entretenimiento.

Los dioses eran crueles,él lo sabía mas que nadie, ya que había tenido la gran suerte de tener a uno depadre...

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Isabelle no pudo dormir, la noche era horrible. Hacía demasiado calor, pero además el síndrome de abstinencia la estaba matando, hacia solo un día, un maldito día, desde que no tocaba un cigarrillo y aun así se estaba muriendo. Estaba empapada de sudor y la ropa se le pegaba a cada parte del cuerpo. Cuando el sol empezó a salir por el horizonte no aguantó más. Tenía que salir de esa tienda infernal.

Jack estaba sentado delante de la hoguera, que ya se había apagado, pero al lado de él había una chica. Tenía el pelo de un azul eléctrico muy parecido al de Jack. No podía ver mucho más porque estaban de espaldas, pero parecía que estaban discutiendo sobre algo. Se acercó más para poder oír lo que estaban diciendo.

-No podemos dejar que se quede, es una humana – Estaba diciendo la chica.

- Venga Rhya, sabes que si nadie se entera no nos podrán hacer nada.

- Ya lo se Jack. El problema es que si la llevamos a Aer con nosotros Aidan se lo dirá a todo el mundo, sabes como es.

- Aidan guardara el secreto. Puede que sea uno de los comandantes del ejército de Aer, pero no es un chivato – Dijo Jack -. Isabelle se quedará con nosotros si ella así lo desea, no podemos dejarla aquí sola y arriesgarnos a que se la coma viva un demonio.

- Esa opción me parece más rentable.

- Por los cuernos del diablo, no seas así, Rhya.

- Es que tengo la razón, ¿qué crees que dirá tu madre cuando se entere de que te has quedado a una simple humana como mascota?