Capítulo 5

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Las fiestas que organizaban las hadas siempre eran impresionantes, pero las hadas de agua tenían un don para ello.

La fiesta se celebraba en la playa, al lado del Mar de la Sal. Había grandes fuentes con agua saliendo en forma de delfines y ballenas. Había mesas con manteles azules llenas de pescado y marisco y muchos camareros saliendo del agua con bandejas repletas de champán y vino blanco.

Pero lo más impresionante era la gran perla que se hallaba en el centro de la playa. Estaba volando a dos metros de altura, de ella salía una gran cantidad de agua salada que iba parar a un enorme acuario que estaba debajo de la perla.

-Vaya sí que se lo montan bien los de Aqua. – Dijo Luke impresionado, mientras cogía una copa de vino de una de las mesas.

- No te pases - Advirtió Tessa al ver el gesto de su hermano –. Todavía tenemos que encontrar a Astrid.

- Creo que eso no va a ser necesario – Susurró Luke.

Astrid estaba sentada en una de las mesas hablando con el mismísimo Will de Ignis, el príncipe de las hadas del fuego. Tenía el cabello tan rojo como las llamas y unos ojos del mismo tono.

-Yo la mató – Murmuró Tessa mientras caminaba hacía la mesa de Az –. Hermana, necesito hablar contigo.

- Seguro que eso puede esperar, ¿nos dejas a solas? – Dijo Will

- No, no puede esperar. Vete. Ya  – Tessa estaba muy cabreada, Will y ella habían tenido una relación hace unos años. Pero había finalizado cuando Tessa se enteró de Will la estaba engañando con Az. Tessa casi los mata. Estuvo seis años sin hablar con su hermana –. Az muévete, esto es más importante que tus ligues de verano

- Voy – Fue lo único que dijo Az.

- ¿Qué te ha dicho Lucis? – Preguntó Tessa cuando llegaron con los demás.

- Dijo qué eso significaba que Henry era hijo de una oscuro. Y que se quedaría a vivir y entrenar con nosotros hasta que supiéramos la verdad.

- Pero no tiene que ser hijo de un oscuro, sus ojos son azules, del color de Aqua – Reflexionó Luke.

- Perdón por interrumpir, pero ¿Qué tiene que ver mis ojos en todo esto? - Preguntó Henry.

- El color de tus ojos es la única manera para poder determinar de que reino es un Pradya. Azul para Aqua, gris para Luxor, negro para Tenya, verde para Flosa, rojo o naranja para Ignis y blanco para Aer - Explicó Tessa.

- Entonces, ¿yo soy de Aqua?

- Es lo más probable. Pero hay indicios de que tu mente ha sido modificada por un oscuro. Lo que puede decir también que puedes ser de Tenya o al menos uno de tus padres podría haber sido de esa región. – Dijo Az.

- Mierda – Dijo Tessa –. Llega mi querido padre.

En ese momento algunos de los representantes de la corte de la oscuridad entraron a la playa. Todos iban vestidos de negro y algunos portaban coronas o diademas de obsidiana. Encabezando el grupo había un señor de no más de treinta años, tenía el pelo tan oscuro como la noche. A su lado había una muchacha de piel negra que portaba una corona-

- Tengo que ir con mi padre y mi hermana – Dijo Tessa. Fue caminando tranquilamente hasta llegar al lado de su padre. Cuando se situó a la derecha del rey su corona dejo de ser de oro y paso a ser de obsidiana. Y su vestido se llenó de piedras negras.

- ¿Por qué tiene que ir con él? – Preguntó Henry.

- Ese es el trato. Tessa puede vivir con su madre, pero en todos las celebraciones o eventos que se hagan tendrá que estar con su padre – Explicó Az.

- Era eso o vivir todo el año con su padre, no tenía elección – Concluyó Luke.

- Pues menuda mierda – Se quejó Henry.

-Hija, querida, cuanto tiempo sin verte – Dijo el rey -. ¿Cómo te va? ¿Sigues viviendo con esos bastardos a los que consideras familia, o ya decidiste venir a ocupar tu lugar junto a mí?

- Sabes perfectamente que preferiría morir antes de vivir junto a ti, padre.

- No creo que sigas pensando eso después de la guerra. Sólo estoy aquí porque la reina Aquaris en persona me lo pidió, y debo hacerle caso porque es mi aliada, pero si no...

- Si no ya estarías escondiéndote detrás de los muros de tu fortaleza. Siendo lo que eres, un cobarde – Le interrumpió Tessa.

- ¿Un cobarde? Dime hija, ¿crees que un cobarde iniciaría una guerra para salvar a su pueblo y llevar este país a un lugar mejor?

- No, creo que eso es lo que haría un idiota – Dijo Tessa –. Si de verdad te importara tu pueblo, padre, estarías buscando maneras de salvarlos de la pobreza y el hambre y no llevándolos hacia una guerra absurda que solo les traerá desgracias.

- Tu madre te ha lavado el cerebro con sus ideas absurdas de paz y amor.

- No, ella es tan estúpida como tú – Y después de decir aquello Tessa volvió con Luke.

- ¿Cómo ha ido? – Preguntó este.

Como respuesta Tessa cogió una copa de champán y se la bebió de un trago.

-Vale, ya veo que muy bien no te ha ido

- No, Luke. No me ha ido nada bien

- ¿Quieres hablar?

Tessa negó con la cabeza.

-Bueno pues en ese caso tengo algo mejor para hacer.

Luke llevo a Tessa hacía la barra y le pidió al camarero las dos copas más fuertes que tuviera.

-Hacía mucho que no probaba estas maravillas – Dijo Luke –. Deberíamos volver a salir a beber más a menudo. Como cuando éramos jóvenes.

- Ya, pero en esos tiempos ninguno de nosotros tenía responsabilidades, querido hermano.

- No me lo recuerdes.

- ¿Te acuerdas cuando te metiste en una pelea con uno de Ignis y acabaron quemando el bar entero?

- Como para olvidarlo, me pase meses castigado.

Y así Tessa y Luke empezaron a hablar de antiguas aventuras, y por unos momentos olvidaron quienes eran o a quien servían. Por un instante solo fueron dos hermanos hablando y bebiendo en una fiesta, recordando tiempos que nunca volverían.

Lo fueron hasta que oyeron una fuerte explosión y la fuente de la perla saltó por los aires. 

Desde la luz y la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora