Capítulo 11

16 0 0
                                    


- ¿De verdad vivías en este sitio? – Preguntó Tessa mirando la residencia de estudiantes de la universidad.

Henry y Tessa habían llegado a Nueva York a través de un portal después de que Tessa le transmitiera las órdenes de la reina a Henry. Él no estaba nervioso, todo lo contrario. Esta pequeña aventura era la ocasión perfecta para escapar del mundo de locos en el que se había visto envuelto.

- No es como tu castillo de mármol, pero cumple bastante bien su función – Respondió Henry -. Aunque siempre puedes irte y dejarme solo.

- ¿Para que escapes y le cuentes a todo el mundo que unas hadas te han raptado?

- No haría eso.

- Ay Henry, querido. Siento decirte que eres como un libro abierto. He visto la esperanza en tus ojos desde que te he dicho que íbamos a volver a este lugar. Piensas que puedes huir y volver a tu antigua vida. Pero si le cuentas a alguien lo que has visto, naothi, lo más probable es que piense que estás loco y que te encierren en una de esas mazmorras a las que llaman hospitales psiquiátricos.

- Ya lo sé, no soy tonto - Se defendió Henry -. Además, si me escapo ustedes me volverán a encontrar, es solo cuestión de tiempo.

- En eso tienes razón. Nosotros siempre conseguimos lo que queremos, somos Pradyas - Dijo Tessa -. Y ahora vámonos antes de que este olor a mierda me haga desmayar. Por los cuernos del diablo, no soporto las ciudades humanas.

La habitación de Henry estaba exactamente igual, cosa que era extraña, lo más normal hubiera sido encontrarse todas sus cosas en la basura y a otra persona ocupando su cuarto. Pero no, era como si Mike, su compañero de habitación, no hubiera entrado allí desde que él se marchó. Estaba bastante contento con aquella habitación, se había pasado una tarde entera decorándola y, ciertamente, le había quedado muy bien. Una de las paredes estaba llena de posters de sus bandas y cantantes favoritos; Chase Atlantic, The Neighbourhood, The Weekend, Billie Eilish... En la otra pared, pegado a la puerta, había un escritorio, una estantería y un armario, donde estaba todo su equipo de boxeo y esgrima.

- ¿Por qué tengo la impresión de que esta es tu parte de la habitación? – Dijo Tessa señalando la parte de la izquierda.

- Porque es la mejor de todas, como yo.

Tessa simplemente puso los ojos en blanco y empezó a buscar entre las cosas de Henry.

- ¿Qué se supone que tenemos que buscar? Yo he comprado todas las cosas que hay aquí, y estoy bastante segura de que no hay nada que tenga magia – Preguntó Henry.

- Bueno, hace dos días que conoces la existencia de las hadas así que no ceo que estes capacitado para dictaminar si algo tiene magia o no – Respondió Tessa -. Esto de aquí por ejemplo es muy parecido a los objetos que usan las brujas de Ignis para adivinar el futuro – Dijo Tessa cogiendo un altavoz blanco que tenía forma ovalada.

- Eso, Sherlock, es un altavoz. Y su única función es poner música. Mira – Dijo Henry mientras encendía el aparato y le daba al play -. Ahora empieza a sonar la música, y si le das aquí – señalo el botón que tenía una flechita que miraba hacia la derecha -, cambias a la siguiente canción.

- Que curioso. ¿Qué tipo de mecanismo no-mágico se usa para que funcione? – Preguntó Tessa extrañada.

-Electricidad, tecnología y ciencia, supongo. Y ahora déjame escuchar música en paz– Dijo Henry mientras ponía una canción; Call out my name – The Weekend

I said I didn't feel nothing baby, but I lied

I almost cut a piece of myself for your life

Guess I was just another pit stop

'Til you made up your mind

You just wasted my time

You're on top, I put you on top

I claimed you so proud and openly, babe

And when times were rough, when times were rough

I made sure I held you close to me

- ¿De qué va la canción? – Preguntó Tessa.

- De amor.

- Que asco.

- Calla y busca - Se quejó Henry –. Yo voy a mirar en el baño, tu sigue aquí.

El baño también estaba exactamente igual. Pero no estaba lo que había venido a buscar. Su anillo. Aunque Tessa hubiera descubierto sus intenciones, iba a intentar escapar igualmente, pero no se marcharía sin el último recuerdo que le quedaba de su madre.

-Eh, naothi. Ven aquí – lo llamó Tessa desde la otra habitación.

- Dime – dijo Henry cuando llegó a la habitación.

- Mira – indicó Tessa mientras señalaba a los papeles que estaba mirando. Era una ficha, una ficha con sus datos personales; su nombre completo, datos de sus padres y de Isabelle, donde vivía, personas se relaciona a menudo...

- ¿Dónde estaba esto?

- En el escritorio de tu compañero de piso.

- ¿Qué? – Dijo Henry, sorprendido -. No puede ser, si no lo conozco de nada.

- Por eso. A lo mejor es un espía y por eso te quiere secuestrar.

- Eso no tiene sentido. Yo soy normal... ¿Por qué me iba a querer secuestrar?

- Mira, puede que no te guste lo que te vaya a decir, pero es la verdad. Tu madre o tu padre eran Pradyas, pero no sabemos quiénes eran, a lo mejor tu sangre Pradya es de la realeza porque eres hijo de algún noble, rey o aristócrata, pude que por ese motivo haya personas que van detrás de ti, porque querrán espiarte o secuestrarte para chantajear a algún mandamás.

Lo que decía Tessa tenía bastante sentido, pero no podía dejar de pensar que había algo que no cuadraba, que no estaba bien... Había algo que faltaba en este rompecabezas, y, tenía la ligera sensación de que su antiguo compañero de piso le podía dar las respuestas a sus preguntas.

-Tenemos que buscar a Mike. Si esa ficha de verdad la escribió él, probablemente sepa más de lo que aparenta.

- Estoy de acuerdo, pero ¿Dónde lo vamos a encontrar? A lo mejor ni siquiera sigue en la universidad.

- Creo que eso no va a ser un problema, lo estoy viendo ahora mismo sentado en el jardín – Dijo Henry, que estaba mirando por la ventana. 

Desde la luz y la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora