Capítulo 37

3.1K 163 4
                                    

Ellie

Dylan salió del baño con el cabello alborotado y mojado, llevaba puesta todas sus prendas... excepto uno.

Se quedo mirando de mala gana a la puerta un rato como si ella tuviera la culpa de lo que harry habia dicho.

-¿Noviesito barato?- Reprocho con su orgullo herido.-¡Argh!- Tomo su pantalon de la cama y se lo puso enfadado.-Noviesito barato yo... ¡Ja!...- Susurraba mientras terminaba de subir el cierre.

Dejo de hablar con el mismo para descubrir que yo aun estaba en la habitación. Se paro frente a mi y me miro directamente a los ojos.

-¿Noviesito barato?- Pregunto, esta vez confundido.
Solte una risita y lo abrase.

--------------
Puse la pastilla sobre la punta de mi lengua y rapidamente ingerí agua para tragarla con facilidad.

-¡Que bien Ellie! Creí que habias dejado de tomar tu medicación.- Me di vuelta para encontrarme con el sonriente rostro de mi hermano.

-No, no lo hice.- Afirme aquella mentira.

El creia que era la medicaciòn que el doctor me habia recetado por mis "alucinaciones"; pero en realidad estaba tomando una pastilla anticonseptiva.

-Y bien.- Apure a mi hermano para que hablara.-¿Por qué te has estado ausentando?-

-Cuidaba a Juan, esta realmente muy enfermo.- ¡Claro! Habia olvidado que eran los mejores amigos desde que comence mi relación con Dylan.

-Ah.- Acote con desgano.-¿Donde esta mi padrino?-

-Fue a acostarse, estaba cansado.-

-Bueno. Saldre un rato.- Dije tomando un abrigo del perchero y dirigiendome a la puerta.

-¿A donde?- Pregunto Ryan detras de mi.-¿Iras a ver a Marcie?-

Un nudo se hizo en mi garganta.

-No, ire a lo de Alison.- Me senti bien por unos segundos, esa fue la unica verdad que le dije desde que lo vi ese dia...
.....
Mi amiga me observaba atentamente mientras permaneciamos sentadas debajo del arbol de su patio trasero.

-¿Que tanto miras?- La rete algo molesta.

-Hay algo diferente en ti...- Contesto mirandome de arriba a abajo y entrecerrando sus ojos dispuesta a saber que era.

-No alucines.-

-¿Que sabes sobre Marcie?- Pregunto inocente mientras no quitaba su mirada curiosa.

-Nada.- Anuncie al mismo tiempo que ella pegaba un grito.

La vi llevandose una mano a la boca y con sus ojos destellando de sorpresa.

-¿Que ocurrio?-

-¡Tu!- Me acuso con su dedo.-¡Tu ya no eres virgen!-

Mis mejillas se tiñeron de rojo, no por el descubrimiento que Alison acababa de hacer, si no porque lo habia gritado a los cuatro vientos.

-¡******* Alison! ¡Podrias haberlo dicho mas bajo pedazo de *******!- Me moleste.

-¡Perdon!- Se disculpo.-Pero tu... ¡no puede ser! ¡no me lo contaste!-

-No hubiera echo falta ¿Ves? Te diste cuenta tu solita... ¡es que eres tan experta en el tema!-

Mi enfado se desvanecio cuando note que mi comentario la habia herido.

-¡Lo siento Alis! Lo dije sin pensarlo...-

-Esta bien.- Me perdono ella.-No dijiste ninguna mentira.-

-No, tu no eres asi.-

-Si, si soy una pu*ta, eso lo se Ellie.-

-No, no eres...-

-Pero quiero cambiar.- Me interrumpio.

Ambas nos quedamos un rato en silencio.

-¿Por qué quieres cambiar?- Me atrevi a preguntar.

-Teoricamente, quiero cambiar gracias a ti.- Rio.-Es que me enamore de un chico en la fiesta en la piscina a la que tu me llevaste.-

-¿Ah si? ¿Lo conozco?-

-Seguro, es amigo de Dylan... Oh bueno... lo era.-

-¿Como se llama?-

-Steven.- Rei por lo bajo.-¿Que es lo gracioso?-

-Es un *******.- Volvi a reir.

-Entonces... ¡ahora me gusta mas! ¿Tienes su numero?-

-Si, pero para ti tengo otro numero.- Dije buscando entre los contactos de mi celular a Jake.

* * *
Camine tambaleandome en la bereda mientras centenares de personas desfilaban por la angosta calle.

Un gran dragon de tela rojo que se movia gracias a que diez personas se encontraban debajo de el impulsandolo, se tambaleaba casi tanto como yo.

Llegue al ultimo callejon de la calle de aquel barrio chino, y tres hombres notablemente asiaticos, vestidos con elegantes trajes se econtraban al fondo de este, aparentemente esperandome.
Me acerque indecisa a ellos.

-¿Hola?- Fue lo unico que pude decir.
Unos de ellos, el que se encontraba en el medio, sonrio maliciosamente y me estiro el maletin que tenia en sus manos. Yo observe aquel objeto y cuando volvi a levantar mi vista, los tres hombres ya no estaban.

-Ademas de mafiosos, super rapidos.- Murmure para mi misma y camine hacia la salida el aquel festival, decidida a tomar un taxi y llegar al aereopuerto.

.....

O la paranoia estaba jugandome una mala pasada, o todas las miradas en el aereopuerto estaban posadas en mi.

-Disculpe.- Pregunte a un joven que acomodaba los bolsos.-¿Donde es la fila para el proximo viaje a Colombia?-
El parecia muy ocupado como para contestar amablemente, y me señale desinteresadamente una fila de pocas personas. Sin dar las gracias al pobre hombre que me habia contagiado sus ganas de irse de alli, me acerque a la fila y puse el bolso sobre la barra.

Mientras la fila avanzaba, mas me ganaba el nerviosismo.
Una vez que era el turno de que mi maleta fuera chequeada, comence a llevar a cabo aquello que venia planeando hacia semanas.

-¡Oh! No me siento muy bien.- Dramatise tomandome el rostro entre las manos.

El guardia se acerco a mi.

-¿Que sucede?- Pregunto friamente.

-Yo...- Respire profundamente como si hubiese recuperado la calma.-Estoy bien, no se preocupe.-

Pase por debajo del detector de metales mientras el guardia volvia a su lugar. Tome una maleta del monton, una cualquiera, y sali de alli lo mas rapido posible, dejando el cargamento de ese blanco polvo en manos de otra persona que ya estaba abordando el avion.
Mire hacia todas las direcciones, estaba repleto de guardias. Y solo uno de ellos podria ayudarme, el corrupto.

Uno de los telefonos publicos sonó justo cuando estaba pasando por su lado. Volví a mirar el lugar, al parecer yo debia atender. Levante el tubo sin decir palabra.

-Chicas astuta... astuta y valiente.- Dijo una distorsionada voz detras del telefono.-¿Sabes? Estas hartandome un poco.-

Mi corazón se acelero por unos instantes, pero luego dejo de latir y unas lagrimas rodaron por mis mejillas.

-Quiero a mi amiga...- Susurre.

-Esta bien... si pasas una ultima prueba, te dare lo que quieres. Ya me tiene cansado el echo de que logres todo... ¡como siempre! todo lo que quieres... lo puedes... por eso te odio cada vez mas.-

-¿Que?- Cuestione confundida.

-El guardia de la puerta es el que tiene la carta, no te demores, pronto encontraran la droga, la seguridad no es tan mala.-

Se oyó un pitido. Habian colgado el telefono. Y me habian dejado ahi, del otro lado de la linea, angustiada, confundida... y sola. Mas sola que nunca.

The friend of my brother( TFOMB #1) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora