ᨳㅤֶ֢ ㅤ۫ 𝐃𝐮𝐥𝐜𝐞 𝐫𝐨𝐧𝐫𝐨𝐧𝐞𝐨 ᵎ

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─ ¿Estás nervioso?

Era el día de la visita para conocer a MingHao, Joshua estaba feliz de poder hacer amistad con los compañeros de JeongHan, a simple vista parecían ser personas amigables, por eso, pese a que era alguien reservado con las personas a quienes mantenían cerca, no le desagradaba la idea de conocerlos y convivir con ellos. Esperaba poder enmendar la primera impresión que le dio a SoonYoung, había actuado por puro instinto y eso le avergonzaba. 

─ No, realmente sólo estoy ansioso. Tengo miedo de que comida que preparé le haga mal. 

─ A él le gustará, además, hablaste con SoonYoung previamente para confirmar qué alimentos no le hacían vomitar. 

─ Losé, pero es que realmente quiero llevarme bien con su esposo. 

Joshua dejó un beso en su sien y acomodó mejor el gorrito, cuidando de no aplastar sus orejitas. Él deseaba que JeongHan hiciera más amigos, su pareja siempre se sentía tímido e inseguro, manteniendo la sensación de inferioridad por no poder controlar sus partes animales, él no podía entender cómo alguien podía rechazar a alguien tan bello y tierno como JeongHan. 

─ Deja de preocuparte, estoy seguro de que todo saldrá bien. ─rozó levemente su nariz con la de JeongHan, sacándole una pequeña risa que hizo que su corazón se calentara. 

Presionó el timbre y esperaron que atendieran. Dentro de la casa se escucharon unos pasos acelerados, acompañados de un "¡Hao no corras!" de SoonYoung. Enseguida, apareció detrás del umbral un MingHao sonriéndoles de oreja a oreja, su emoción rápidamente fue contagiada, el suave aroma a caramelo les dio la bienvenida amistosamente, invitándolos implícitamente a relajarse y confiar en el risueño omega que los saludaba eufórico. 

─ ¡Están aquí!~

JeongHan miró sorprendido la belleza que poseía, ni siquiera la ropa de pijama y el nulo maquillaje arruinaban su apariencia. Su rostro se sonrojó levemente, sintiéndose ligeramente celoso de las facciones atractivas del omega; pómulos delicados, ojos penetrantes que daban suavidad a su expresión y aquellos labios rosados y piel tersa hacían que el rostro de MingHao se mantuviera jovial y fresco, equilibrando sus rasgos perfectamente. 

JeongHan fue consciente en ese instante de sus mejillas rellenas de grasa sobrante y de sus facciones aniñadas, su mirada se posó en sus dedos algo gorditos, de no ser porque tenía la comida en sus manos las habría escondido avergonzado de lo pequeñas que eran en comparación de las largas y estilizadas manos del contrario. 

─ Hola. ─habló tímidamente, sintió la mano del alfa apretarle con suavidad su cadera, preguntándole en aquel gesto si todo estaba bien. Dejó caer la tensión, no debería estar pensando en tonterías. 

─ Es un gusto conocerte. ─Joshua hizo una leve reverencia, MingHao correspondió casi de inmediato con tanta emoción que el gesto salió un tanto burdo.