°× Segundo día después del incidente ×°

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Afortunadamente el rubio durmió plácidamente en su cama, y apesar de la presencia de las otras dos personas en su habitación, no se sintió incomodado o acosado o algo por el estilo. Siempre supo que Midoriya y Todoroki eran buenas personas, pero que lo estuviesen apoyando justo ahora y sin haber tenido mucho contacto, a diferencia de Bakugou, Kirishima y Sero con quienes tenía tiempo de conocerlos, y estar en una relación de amistad con ellos, y quienes lo violaron. Se sentía como...





"...Estar en casa"





Los primeros rayos de Sol iluminaron la habitación como una fina lámpara de lava amarillo. Bastaron pocos minutos después para que los rayos se elevaran a la altura de los ojos intercalados del medio albino, logrando abrirlos de a poco y con algo de molestia. El más alto soltó un pequeño quejido al sentir los calosos rayos del Sol en sus ojos, por lo que los frotó un poco y bajó su cabeza para dejar de recibir aquella luz despertina. Era definitivo no le gustaba dormir en la silla, pero después de todo sólo serían unos días, nada que no pudiera soportar. A los minutos sonó el despertador del rubio indicando que era la hora de despertar, el dueño del artefacto se despertó por acto reflejo, creado por la costumbre diaria de escuchar dicha alarma. Quiso saltar de la cama como le era costumbre, pero al dar el primer medio brinco para sentarse en el inmueble, rápidamente le vino un dolor como respuesta a su acto. Se tapó con la mano para así ahogar un grito de dolor. Mientras el bicolor terminaba de despertase completamente para ir a apagar el despertador, el peliverde se levantó casi igual que el rubio por aquel sonido desconocido.

Notando como el rubio se había quedado quieto, causándole preocupación.

–¿Kaminari estás bien?– pregunto poniéndose de pie.

Rayos.

–Si, me encuentro bien, gracias por preguntar– dijo sonriendo con un ligero nerviosismo.Por cierto, buenos días, y buenos días Todoroki– saludó volteando en dirección al mencionado.

–Buenos días– devolvieron ambos el saludo.

–Bueno, a prepararnos para ir a la escuela– dijo el peliverde comenzando a doblar lo que había utilizado para dormir.

–¿Necesitas que nos quedemos a ayudarte Kaminari?– pregunto Todoroki poniendose frente a el.

Por un momento les iba a decir que si, pero luego recordó que había dejado su uniforme cerca, por lo que concluyo en un no.

–No gracias así estoy bien– respondió con una sonrisa.

Ya con una respuesta afirmativa ambos se dispusieron a irse para encargarse de si mismos.

–Bien, entonces en un rato regresamos por ti– aviso el pecoso comenzando a salir.

–En un rato volvemos– anuncio el heterocromático saliendo detrás de su amigo.

–Si gracias– respondió con una sonrisa.

Cuando ambos salieron, se giró para tomar su uniforme que estaba en la mesa de noche, sintiendo otro ligero dolor, pero no tan intenso como el anterior por lo que decidió ignorarlo y seguir con lo suyo. Odio, estos dolores que ya había olvidado.

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*Con Midoriya y Todoroki*
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Ambos iban caminando en silencio por los pasillos uno medio modorro y el otro medio despierto. Pero ambos pensando en una sola cosa.

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