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En el funeral de tu madre no lloraste, fue algo sencillo y tranquilo, después de enterrar a tu madre, aún con el corazón destrozado volviste a tus deberes.

-Nececito... necesito distraerme para no pensar en ello -te decías a ti misma mientras limpiabas las ventanas luego de acabar esa tarea empezaste a limpiar el piso, a barrer el patio y por último te dirigiste a ver el estado del paciente.

Entraste cuidadosamente con unos medicamentos y notaste al paciente, tenía el cabello negro y los ojos azules.

-Buenos días señor, vengo a darle su medicamento de hoy -dijiste mostrándole una pequeña sonrisa.
-No me he casado aún, así que por favor llámeme Tomioka -dijo el azabache mientras se acomodaba en la cama para recibir el medicamento.
-Esta bien Tomioka -te acercaste a la cama y te sentaste en la silla que estaba a lado- ¿Como siente? ¿Tubo algún malestar?
-Nada en particular, la herida ya está sanando -este se percató de tus ojeras de tu rostro- Pero usted está bien?
-¿Eh? No debería preocuparse por mi -le diste un vaso con agua junto a los medicamentos- aunque la herida no le duela sigue ahí por favor tenga más cuidado.
El azabache soltó una ligera sonrisa- Como usted diga señorita.

Toda la semana que pásate junto a Tomioka fue un alivio para ti, es decir aunque el silencio se adueñaba de la conversación no era necesario decir algo, con su compañía te bastaba.

El regreso de los tres muchachos jóvenes también te hizo olvidar de tus problemas, aunque se quedaron poco tiempo a tu lado ya que se les asignó otra misión.

Veías algo en Tomioka, algo que siempre quisiste 𝑼𝒏 𝑯𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏𝒐 𝑴𝒂𝒚𝒐𝒓 y el te veía como su hermana menor, el parentesco que ambos era increíble ambos tenía el cabello oscuro y la mirada sería lo único que los diferenciaba era el color de ojos.

Secabas las sábanas mojadas una gran viento elevó tu cabello y a las sábanas colgadas, en un abrir y cerrar de ojos una figura apareció frente tuyo. Era Tomioka.

Sonriste al verlo y te acercaste a su dirección pero tú sonrisa desapareció cuando el azabache llevaba su informe de cazador y su katana.

-¿Tomioka?
-Ya me recupere de mis heridas y ahora se me asignó una misión -dijo con aquella mirada sería, un gran silencio se adueñó del momento, solo se podía oír el cantar de los pájaros y la ráfaga del viento.
Soltaste las sábanas blancas haciendo que cayera en la tierra, te acercaste rápidamente al azabache y le diste un abrazo rodeando su torso.
-Promete que volverás con vida! -el pelinegro se sorprendió con tu acto pero este correspondió al abrazo.
Este se acercó a tu oído y empezó a susurrar -Las promesas no están permitidas en los cazadores, la vida es larga o corta para uno... Pero aún así trataré de volver. -al escuchar aquella respuesta hiciste presión en aquel abrazo pero luego de unos instates decidiste soltarlo.

Miraste al azabache para luego asistir con la cabeza, en un abrir y cerrar de ojos el pelinegro desapareció de tu vista.

Diste un suspiro pesado pensaste que tú vida ya no podría empeorar pero sentiste una gran presión en tu brazo derecho, soltaste un chillido de dolor al tan solo sentirlo, aquella presión hizo girar tu cuerpo hacia atrás, quien estaba sujetando tu brazo era Uzui.

El peliblanco tenía el ceño fruncido y una mirada fría, sin decir nada este te empezó a cargar como si fueras un costal de papas y siguió su camino hacia la salida de la finca.

-¡¿Que te sucede bájame?! -decias mientras forcejeabas por otro lado el peliblanco no respondió a tus preguntas.
-Alto ahí! ¡Que le hace a la primera señorita! -dijo aoi deteniendo el paso al peliblanco- Si no baja a la primera señorita yo!- -el peliblanco dió vuelta su cuerpo a la dirección de aoi, este la mato con la mirada, aquella mirada oscura y fría, sin decir nada Uzui siguió su caminó.

Dabas algunos golpes en la espalda del peliblanco y te quejabas, el peliblanco se bajó bruscamente, tu espalda estrelló contra el tronco de un árbol, soltaste un chillido de dolor.

-¡¿Que es lo que te sucede?! -le gritaste con el ceño fruncido.
El peliblanco acercó su mano a tus labios y los tapo, el rostro de Uzui estaba muy cerca al tuyo, podías sentir su respiración.

- Porque.... -dijo entre un susurro- porque abrazas a otro hombre después de mi propuesta?... -hablo otra vez con un tono triste.

Te sorprendió sus palabras pero el tenía razón, lo dejaste sin decirle nada a su propuesta de ser su esposa, elevaste la palma de tu mano y te liberaste del peliblanco.

-perdoname...Uzui -dijiste con la mirada baja- pero yo fui la amante de kyojuro... y hace poco me enteré sobre su muerte... es muy difícil para mí... aceptar ser tu esposa.
-Tsk...si para olvidarlo estás buscando hombres por ahí, entonces permíteme ayudarte a olvidarlo -dijo uzui.
-¿Eh- -antes de que pudieras decir algo el peliblanco juntó sus labios con los tuyos.

El peliblanco deseaba explorar tu boca y le diste paso para que pudiera hacerlo, con una mano recorría toda tu espalda y la otra sujetaba tu cintura.

Era extraño hace un momento dijiste que no podías aceptar su propuesta y ahora lo estabas besando y lo estabas disfrutando, extrañabas las caricias de ese hombre.

Era extraño hace un momento dijiste que no podías aceptar su propuesta y ahora lo estabas besando y lo estabas disfrutando, extrañabas las caricias de ese hombre

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Hola!

Me perdí un tiempo jsjsj
Estoy muy contenta mi historia está recibiendo mucho apoyo! Estoy muy feliz.
Gracias! Muchas Gracias!
El próximo cap será más largo! Ahora entiendo a las verdaderas escritoras
Aaaaa! Apenas logro escribir 1700 palabras. Bueno eso es todo por hoy!
Adiós!

ꕥ 𝘿 𝙀 𝙐 𝘿 𝘼 𝙎 ꕥ ❀𝑈𝑧𝑢𝑖 𝑇𝑒𝑛𝑔𝑒𝑛 𝑋 𝐿𝑒𝑐𝑡𝑜𝑟𝑎❀ ❥︎+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora