WereWolf

10 Los Amigos

No me dio tiempo de reaccionar. Cuando me di cuenta, Kris me había tumbado en la cama y empezó a golpearme en la cara. Lo único que pude hacer fue taparme la cara con los brazos.

Cuando por fin reaccioné, tomé las muñecas de Kris y la empujé. Ambos caímos al suelo. Yo estaba sobre ella tomándole las muñecas, lo cual no sirvió de mucho, porque un momento después, ella me dio la vuelta y ahora ella estaba encima de mi golpeándome todavía. Volví a girar para quedar de nuevo encima de ella, y esta vez lo hice con fuerza, pero sin lastimarla.

De alguna manera, pasó los pies por debajo de mi y empujó con fuerza, y yo, di una voltereta y terminé de espaldas a el suelo de el pasillo.

Oí la puerta principal abrirse y pasos de alguien corriendo. Levanto la cabeza y veo a Marck, ''al fin'', pienso, creía que nunca iba a llegar.

Marck me toma por los brazos para ayudar a levantarme, una vez que terminó se dirigió a Kris, quien parecía que iba a golpearme otra vez, y creo que eso planeaba, porque cuando Marck se le acercó ella salió como bala.

Si no fuera porque Marck la sostuvo a tiempo en un tipo de abrazo, tendría que recibir más golpes.

─Ya cálmate Kris, por favor.─le decía Marck a Kris.

─¡Entonces dile que deje de fastidiar!─gritó Kris.

─Dije la verdad,─dije.─y lo sabes.

─¡Cállate!─dijo Kris.

─De acuerdo.─dijo Marck.─Josh ve a la cocina la cocina y ahí espérame. Kris, por favor, cálmate y hablemos. ¿Ok?.

Puse los ojos en blanco, y me fui a la cocina. Marck se llevó a Kris a su cuarto, que todavía tenía puerta, y se pusieron a hablar.

Cuando llegué a la cocina, tomé un refresco de lata del refrigerador y me puse a pensar en lo que dijo Kris, ''Te gusta'', había dicho.

No puede gustarme esa chica, es molesta, irritante, y siempre quiere tener la razón.

Además, tenemos prohibido enamorarnos de los humanos, eso haría mas sencillo que nos encontraran y nos maten, así que no. Nunca me voy a enamorar de una chica común y corriente, irritante y mas terca que una mula.

Aunque me amenazaran con matarme de la manera más cruel del mundo jamás, a pesar de sus ojos y cabello raramente negro, su forma testaruda de sacar conclusiones, casi ciertas, ella misma.

''Diablos, no'', pienso, ''¿Qué rayos me pasa?, Eso jamás va a pasar nunca''.

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Cuando Marck termina de hablar con Kris, ambos van a buscarme a la cocina y Kris dice:

─Lamento haber actuado como una niña y golpearte en la cara.─dice entre dientes.

─No te preocupes,─dije.─todos sabemos que eres una niña, y en cuanto a los golpes, sabía que ibas a hacerlo y yo tampoco debí provocarte.

─¿No se olvidan de algo?─dice Marck.─Tal vez de una palabra importante...

─¿Me perdonas?─decimos Kris y yo la unísono, y eso hace que los tres nos riamos.

Así siempre pasa, nos peleamos, alguien llega a arreglar las cosas y nos perdonamos, luego fingimos que jamás hubo una pelea o algo parecido. Y mis absurdos pensamientos quedan fuera y son sustituidos por nuestras risas.