WereWolf

15 Declaraciones (1)

Mack

─¿Es enserio?─preguntó Connor.

─Completamente─respondí.

─No puedo creer que alguien que ni siquiera conoces se la pase vigilandote casi todo el tiempo.

─¡Lo sé!, es absurdo.

─Y, sabes por qué hace eso.

─Ni idea.

─Deberías decirle algo al respecto.

─Lo he intentado, pero parece que hablo en otro idioma.

Me la he pasado casi todo el día de clases platicando con Connor, y sin notarlo siquiera, le conté mi ''caso'' con Josh. Obviamente omití el asunto del beso que me dio la otra noche. Pero aparte de eso, ambos pensamos que esta completamente loco.

─Entonces, dícelo a alguien.─dijo Connor.─Tu mamá, algún director o algo; tal vez, la madre de Josh.

─Ni siquiera sé si tiene padres, lo cual dudo. ─contesté. Ahora me puse a pensar. ¿Josh siquiera tiene padres? ¿Algún otro familiar? Qué mas da, me dije.

Después del almuerzo Connor insiste en acompañarme hasta la puerta de mi siguiente clase. Me doy cuenta de que, tal vez, seamos muy buenos amigos, y también, que va a ser muy difícil despegarme de él.

Justo antes de que entre a mi clase Connor me toma de la muñeca, lo cual hace que me gire de vuelta a él y me envuelve en un abrazo. Al principio se siente un poco raro, ya que casi no nos conocemos. Así que le doy un par de palmadas en la espalda como respuesta y me aparto. Aún siento su mirada cuando entro al aula y me siento en mi lugar. Cuando veo por la ventana él se despide una última vez con una agitada de la mano, y por fin se va.

Unos momentos después entra Josh, el cual no he visto desde que llegó Connor, eso es, casi todo el día. Lo miro mientras pasa a su asiento y noto que parece enojado, no como los otros días en que esta serio, veo en sus ojos que esta enojado de verdad; furioso podría decir.

Pasa junto a mi sin voltear a verme como los días pasados. Me cuestiono entre ir y preguntarle qué le pasa o simplemente ignorarlo y dar gracias de que está dejando de acosarme. Me quedo en mi lugar hasta que llegue el maestro, por desgracia parece que no vino.

Después de 10 minutos sin hacer nada, me levanto de mi asiento frustrada por hacer algo y voy con Josh. Me siento en el lugar vacío frente a él y me le quedo viendo. Él parece no notar que trato de llamar su atención o, como sospecho, me está ignorando.

Me revuelvo un poco en el asiento y intento hacer una conversación.

─No te vi hoy en la cafetería. ─Empecé, pero él parece distraído, como en otro mundo. Intento otra vez.─En realidad, no te vi en casi todo el día...

Por fin, levanta lentamente la cabeza y me mira, parece aburrido y agotado. Se me queda viendo y sus ojos siguen reflejando enojo. Tengo un poco de miedo por lo que me vaya a decir, pero me fuerzo a mirarlo directamente.

Así nos quedamos durante un rato, como si pudiera ver dentro de mi y sacarme todos mis secretos y pecados. De repente, cruza los brazos y se inclina sobre ellos, sin dejar de mirarme. Yo me hago un poco atrás para mantener la distancia.

─¿Qué quieres? ─dice bruscamente.

─Sólo me preguntaba dónde habías estado. ─respondí, y en seguida agregué.─Tú, Marck y Kris no se han aparecido hasta ahora.

─¿Y para qué exactamente quieres saber dónde estoy?

 ─Sólo tenía curiosidad...

─ Pues te digo algo, la curiosidad mató al gato.

Me quedo helada donde estoy, no esperaba que me respondiera de esa manera.

 ─Ahora, si eres tan amable me gustaría quedarme sólo.

─ No es mi culpa que estés tan enojado.

─ Oh! Por favor.

 ─¿Qué tienes contra mi? Yo soy la que debería estar enojada...

─Si, pero con tu amiguito Canario se te olvida todo.

─ ¿Con quién? 

─ Sólo vete y déjame solo.

─ ¿Conoces a Connor?

─Qué te importa.

─ Así  me tratas después de lo de anoche.─solté, no pretendía decirlo, pero simplemente salió.

─ No sé de qué me estas hablando.

Solté un resoplido y me giro para checar de que nadie nos preste atención.─¿Acaso ya se te olvidó cuando tú mismo me acorralaste contra la pared, me besaste, me obligaste a regresar a la fiesta y para colmo te desapareciste?

Me toma de la muñeca un poco fuerte y me jala a la puerta y me saca al pasillo. Cierra la puerta del salón tras de si, y me lleva a un pasillo solitario. Me suelto de su agarre y me giro hacia él.

─ ¿Ahora te da vergüenza  que nos vean juntos?

─ Ya, deja de actuar así.

─No hasta que me des respuestas.

─ Pero qué diablos esperas de mi, que seamos novios nada más porque te robé un beso...

─ ¡QUÉ, NO! 

─ ¿Entonces qué por el amor de Dios, qué quieres?

─¿Por qué, si tanto me tenías vigilada, ahora me ignoras? y ¿De dónde conoces a Connor?

Me mira con ojos abiertos, como espantado.─¿Quién te dijo eso?

─¿A qué te refieres?

─A esa estupidez de que te vigilo.─ahora habla más enojado.

─ ¡Es una exageración! Por Dios.

─Pues no, no te vigilo. Y lo de Connor no te incumbe.

─Me incumbe porque es mi amigo.

─Ya veremos cuánto dura esa amistad.

Me le quedo viendo atónita. Empieza a caminar de regreso a el salón, pero lo detengo tomándolo del brazo.

─¿Y qué hay de lo de la otra noche? Me debes aunque sea una mínima explicación.

─Ahora de qué estas hablando.

─Del beso que me diste a la fuerza.

─ No te lo dí a la fuerza, incluso me lo devolviste. Y ni una palabra a tus amigas y mucho menos a Connor.

─Entonces qué pretendes que haga con eso.

Camina hacia mi en zancadas, me toma el rostro y me vuelve a besar, sólo que esta vez más rápido y un poco urgente. Se retira lentamente, mantiene sus ojos en mis labios y suben a mis ojos.

─Mantenlo en secreto.─susurra. Me toma la mano y entrelaza sus dedos con los míos. Me guía hasta el aula y antes de entrar me suelta la mano.

─ ¿Y qué pasa si no lo quiero mantener en secreto?─ preguntó, un poco nerviosa.

─Entonces avísame para pedirte que seas mi novia.

Entramos a el salón y es como si nada hubiera pasado.