3 La Elección

80 6 0
                                    

Cuando entramos en la oficiona de Stephen todo esta vacío. Un par de libreros a los lados de la puerta contra las paredes con libros sobre licántropos, volumenes que jamás he estudiado.

Antes, cuando era más pequeño y me metía en problemas, preguntaba sobre el contenido de esos libros. Pero solo consegui una sola y cortante respuesta─es información clasificada─por parte de todos.

Al otro lado de la habitación hay un pequeño escritorio con una lámpara a un lado y una carpeta con papeles dentro en el centro del escritorio.

No tengo la menor idea de para qué me quieren o por qué. aunque tengo una gran tentación por saber qué hay en la carpeta.

Supongo que Stephen se da cuenta de mi curiosidad, porque me habla con una voz algo dura y de mandón.

─Supongo que no sabes la razón por la que estas aquí.─dice.

─No tengo la más remota idea.─respondo a la ligera. Como si fueramos íntimos amigos y entuvieramos hablando casualmente.

─Cuida tu forma de hablar─me riñe un guardia. Pero Stephen lo interrupe.

─No hay problema─dice─él suele ser así.

─Gracias─digo con extrañeza─Supongo.

─Josh Reyn─dice Stephen.

─Ese soy yo─respondo en modo de broma con una leve sonrisa.

─Te sugiero que tomes esto con mucha seriedad─dice Stephen en tono serio─Podría cambiarte la vida.

Abro la boca por la sorpresa, ¿Cambiarme la vida? ¿A qué rayos se refiere con eso?, lo único que puede cambiarme la vida es un exilio, pero es muy poco probable, hace tiempo que dejé de darle lata. Tal vez, si fuera posible, sería un castigo por romper las reglas o un puesto importante.

Stephen toma la carpeta y levanta la tapa descubriendo unos cuantos papeles en blanco y negro con unas imágenes a color de ¿Personas?. En ese momento un pensamiento tremendamente horrible pasa por mi mente, algo inimaginable, algo que jamás en toda mi vida se me ha cruzado por la cabeza.

No puede ser, NO, es simplemente imposible, saben mi forma de ser, mi temperamento. No, niego con la cabeza tratando de sacar ese horroroso pensamiento de mi mente. Entonces Stephen me llama sacandome de mi trance.

─Se que tal vez esto debió de haber pasado hace como 1 año atrás─dice, y por cada palabra que pronuncia se me pone poco a poco la piel de gallina─peor de acuerdo a tu conducta tuvimos que esperar y ponerte aprueba─¿Qué? ¿A prueba, cuándo?─y ahora es tu obligación tomar una decisión, es tu deber como parte de esta manada─NO, que no lo diga, NO─Es hora de que escojas a qué humano vas a proteger y cuidar con tu vida─NO, NO, NO, niego frenéticamente con la cabeza. Apuesto a que en cualquier momento me saldrá volando de el resto de mi cuerpo─Sé que es difícil después de pasar tanto tiempo solo, con tus pocos amigos y tu manada─¿Cómo diablos se atreve a hablarme de esa manera después de esto?─Pero tu momento ha llegado. Ahora toma estos documento y piensa muy bien a quién te ligarás por el resto de tu vida, o la suya.

WereWolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora