11 La Fiesta

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Mack

Estoy sentada en un taburete de la barra. Jessica organizó una fiesta en su casa, la cual es enorme y el garaje, en sí, es un tipo de bar. Hay unas mesas y sillas de plástico en las esquinas y una barra para bebidas con unos taburetes.

Casi siempre hace fiestas aquí, y siempre tengo que venir para cuidarla y que no se emborrache. La música está a todo volumen y media escuela esta aquí; algunos están coqueteando y el resto están bailando como si un hubiera un mañana.

Siempre que vengo, pido un vaso de agua, y por eso todos dicen que soy una aburrida. Claro, ahora ya se acostumbraron y sólo ruedan los ojos o me ignoran. Por mi esta bien, disfruto de mi soledad.

Paseo la mirada por todo el salón, veo a varios rostros conocidos, y entre ellos está Jessica, bailando igual de loca como siempre.

Veo por el rabillo del ojo unas figuras oscuras. Volteo y ahí están otra vez, sentados juntos, vestidos de negro y con su molesta mirada seria. Marck, Kris y Josh están en una de las mesas, y se quedan mirando a los demás en la ''pista de baile'' y hablando entre sí.

Antes de que llegaran Marck parecía un chico normal, común y corriente como cualquier otro ser humano, pero cuando llegaron sus dos ''garrapatas'' empezó a comportarse diferente.

Antes, siempre se sentaba en una esquina y se quedaba callado, y ahora se la pasa todo el día con Kris y Josh, y se me quedan mirando todo el tiempo. En realidad, nos observan a todos, como si fuéramos extraterrestres. Ahora Marck casi siempre viste de negro o colores oscuros, y antes no.

Me quedo mirándolos mientras trato de descifrar de qué hablan, cuando, sin darme cuenta, Josh voltea hacia mi y ve que los observo. Enseguida toca el brazo de Marck y los tres dejan de hablar, Kris se voltea y me mira con firmeza.

Intento apartar la vista, pero aún siento sus miradas sobre mi. Siento demasiado calor y ni puedo respirar.

Me levanto y salgo al patio. Está todo oscuro, parece boca de lobo, hace frío y tengo que abrazarme a mi misma.

Me arrepiento de haber salido, se supone que debo vigilar a Jessica.

De repente siento un peso cálido sobre mis hombros, me giro y Josh esta parado detrás de mi. Por segunda vez, vuelvo a ver directamente a sus ojos, parecen negros en esta penumbra, casi no lo distingo por su ropa oscura, pero hay una distancia entre nosotros que me relaja.

─¿Qué haces aquí?─preguntó.

─¿Qué haces tú aquí?─dije.

─Tu amiguita invitó a todo el mundo, por si no lo haz notado.─dijo, señalando hacia la puerta.

─Me refiero a qué haces aquí afuera.─dije, empezando a enojarme. Siempre que estoy con él me enojo al instante.

─Quería tomar un poco de aire fresco.─dijo.

─No mientas,─dije, molestándome aún más y elevando la voz.─Por lo que vi, tu y tu grupito estaban muy concentrados vigilando a todo el mundo.

Vi una leve expresión de sorpresa en su rostro, aunque enseguida se esfumó.

─Así que admites que me observas y acosas cuando no me doy cuenta ¿Eh?

─Así que admites que nos vigilas y juzgas cuando no nos damos cuenta ¿Eh?

─Claro que no...

─Entonces─lo interrumpo.─yo no tengo nada que desmentir.

─En dado caso─dice.─qué rayos haces aquí afuera, te vas a congelar del frío.

─¿En serio?, yo creía que me iba a congelar del calor.

Josh deja de hacerme caso, y alza la mirada. Mira a algo detrás de mi, me volteo, y lo único que yo puedo ver es oscuridad. Miro a Josh, no distingo su expresión, pero creo que algo le preocupa.

─Oye, ¿Estas bien?─digo, algo preocupada.

─Deberíamos entrar.─dice en tono serio─Hace demasiado frío.

Me toma del brazo y me jala hacia la puerta. Casi se me cae su chaqueta de los hombros, y antes de que entremos pongo resistencia. No quiero volver ahí.

─¿Qué pasa?─pregunto.

─¿Qué pasa de qué?─responde.

─Por qué de repente quieres volver a entrar, por qué hablas así...

─Siempre he hablado así, no sé a qué te refieres, ahora hay que entrar.─dice tomándome de nuevo por el brazo.

─Claro que no.─digo volviéndome a liberar de su agarre.─Estas actuando más raro de lo normal.

─Mira quién habla. Ahora entra.─intenta volver a tomarme del brazo.

Me vuelvo a zafar.─No voy a volver ahí, hasta que digas qué diablos me estas ocultando.

─No tengo por qué darte explicaciones.

─Pues no voy a entrar.─digo cruzándome de brazos.─Sé que ocultas algo Josh Reyn, y no voy a entrar hasta que confieses.

Estamos cerca de la puerta a sólo unos pasos. Ambos nos quedamos en siencio, de repente, Josh me toma por ambos brazos, me gira y me empuja contra la pared un poco fuerte. Yo intento liberarme, pero Josh no me deja.

Dejo que forcejear y Josh deja de apretarme. Estoy cansada, sólo quiero ir a casa y creer que él y su grupo no existen, que me dejen de vigilar.

Estoy tan exhausta que cuando me doy cuenta Josh esta demasiado cerca de mi, nuestras narices se rozan y siento un hormigueo en mi espalda. Me mira a los ojos, y veo tristeza y preocupación. Me siento muy rara, jamás me he sentido así. Josh se acerca más a mi y cuando esta a unos centímetros de mi boca cierra los ojos, yo lo hago también, y me besa.

Cuando nos separamos me toma del brazo otra vez y entramos de vuelta a la fiesta.

WereWolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora