WereWolf

19 Una no muy linda sorpresa

Mack

Después de la rara conversación que tuvimos, en la que casi muero ahogada dos veces, mi madre hizo su típico interrogatorio.

Resulta que Connor es huérfano, sus padres murieron en un accidente de auto cuando tenía 13 años.

Desde que pasó el incidente vive con su tío, el cual milagrosamente dejó que estudiara en una escuela ya que antes lo hacía en casa. Tuvo que dejar a sus amigos porque si tío insistía en vivir aquí.

Luego están sus gustos, la música, el estudio y las amistades verdaderas.

Cuando la cena terminó, se despidió de mi madre como si fuera su amiga y yo lo acompañé a la puerta. Al despedirme de él con un abrazo me dio un beso en la mejilla y se fue sin más.

Esa noche no pude dormir, pensando en lo que Connor había dicho de mi y su extraño comportamiento, tal vez sólo quería convertirse en mi mejor amigo, tal vez quiere ser algo más, no lo sé.

****

Los siguientes días de escuela pasaba la mayor parte del tiempo con Connor, incluso Jess me había dicho que la he cambiado por él, lo cual es falso.

Empezó a frecuentar mi casa, lo cual siempre mi madre lo recibía con los brazos abiertos y mi pequeño mounstruo de hermana me molestaba preguntando si ya éramos novios, a lo que yo respondía poniendo los ojos en blanco.

Incluso me había olvidado de Josh, quien ya no me acosaba, ni siquiera me dirigía la mirada. Me sentía aliviada y feliz. ¡Hasta mis notas habían mejorado!

Todo iba de maravilla, hasta que un día, la maestra de Historia Universal nos pidió que hiciéramos equipos de tres para una exposición. Mi equipo estaba conformado por Jessica, quien estaba decidida a "recuperar mi amistad", Connor, obviamente, y yo.

El día de la exposición fuimos, según la opinión de Jess, los mejores de la clase. Sólo faltaba un equipo por exponer, era el de Josh.

Como era de esperarse su equipo eran Marck y Kris. Pero en el último momento me di cuenta, cuando ya estaban al frente, que Josh tenía su capucha puesta y había un moretón en su mano.

-Josh, haz me el favor de quitarte tu sudadera. -pidió la maestra.

-¿No me la puedo dejar puesta?-dijo Josh con voz muy ronca, me preocupé y mi curiosidad aumentó.

-No, por favor quitársela.

Con un gran suspiro Josh empezó a bajar el cierre de la sudadera y se la quitó lentamente. Cuando se la quitó por completo todo el salón ahogó un grito, incluyéndome. No pude evitar abrir mis ojos y tapar mi boca al ver sorprendida a Josh en ese estado.