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Final pt. 1


Una semana después, Lisa ayudaba a Jennie con su bandeja de comida en la secundaria, mientras la morana buscaba una mesa donde se quedaran a comer.

Jisoo y Rosé se volverían que quedar en el aula de música todo el almuerzo, como toda la última semana. Pero eso parecía importarle poco a ambas. Los primeros días después de la declaración de Lisa pasaron muy lentos.

Jennie prefería rodear todo el campus antes de cruzarse con Kai en los pasillos, pero la otra estaba en desacuerdo. Lisa quería gastar su tiempo con Jennie, no huyendo del co-capitán.
El gato de Jennie todavía no tiene nombre, siguen llamándolo peludo o bola de pelos por diversión, y la tailandesa ya se siente segura de que así se quedará. Aunque Jennie sigue visitando páginas sobre nombres lindos para mascotas.

Toda la semana estuvieron pasando el almuerzo juntas, con la excusa de que sus mejores amigas las habían abandonado. Además, la práctica de llevar a Jennie a la puerta de su casa se volvió un hábito que renovaron, pues, ahora Lisa entra para saludar y ver que harían por la tarde.

—Qué tal.. ¿El parque? —Jennie propuso—. Tengo antojo de hot dogs hace días.

Lisa sonrió mientras movía su cabeza de arriba abajo.
Han comenzado un sistema de citas. Llevan tres días saliendo a diferentes lugares informales después de la escuela, solo para pasar el tiempo conversando.

Estaban comenzando con el pie derecho, y así querían mantenerse.

—¿Llevarás a la bola de pelo? —Lisa preguntó, llevando una papa a su boca.

—Sí, mi mamá dice que es hiperactivo y debo sacarlo más —informó—. No se queda quieto, debería llamarlo juguetón.

—Creí que ya se llamaba bola de pelo —Jennie la vio incrédula—, es lindo.

—No, quiero que tenga un nombre lindo —hizo una mueca— como el tuyo.

Y la tailandesa sonrió, sin saber exactamente qué hacer. Fingir no haber escuchado el comentario y seguir con la conversación como si eso no hubiese pasado, o devolverlo. Y Lisa está tan segura de que no dejaría que los avances cayeran, que prefirió seguir el hilo.

—Bueno, el nombre debe ser tierno —su voz intervino mientras Jennie intentaba darle un trago a su jugo— como tú. Me gusta decirle bola de pelo, pero si prefieres llamarlo bebé Manoban Kim, por mí no hay problema.

La garganta de Jennie hizo más esfuerzo del que esperaba al intentar tragar el líquido. Miró a Lisa petrificada. Los coqueteos se han visto, pero un pequeño comentario con diferentes sentidos y un coqueteo directo son mundos diferentes.

—Oh.. de verdad eres buena para esto —dijo Jennie, haciendo reír a Lisa, quien sintió la emoción recorrerla—. Me pregunto cuántas veces has hecho eso.

—¿Qué cosa? —Lisa se detuvo.

—Dejar a las personas sin palabras —explicó, pero Lisa la vio sin entender—. Oh, vamos, ya sabes, eres bonita, carismática.. todo el colegio te conoce..

—Pero yo conozco a una décima de esos —se defendió, con una gran sonrisa. Jennie ya había mencionado algo de eso, pero apenas estaba contestando— la mayoría solo me conoce por Bam, o porque también iban a alguna clase conmigo. —Alzó los hombros y le dio un trago a su jugo—. Supongo que a veces llamo la atención por ser extranjera, pero nunca ha sido algo extraño para mí. Además, tú no te quedas atrás si se trata de popularidad.

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