Labios

Epílogo

Lisa le dio otro trago de agua a su botella. No sirvió de nada porque su lengua siguió seca.

—Ya te compraste tres de esas —Jennie llevó su mirada a la botella de un litro a medio acabar—. A veces eres muy exagerada, solo lo meteré y sacaré una vez. No dolerá.

—Eso dijiste la primera vez, y estuve dos días sin poder moverlo —dijo en un chillido que hizo reír a su novia— sé delicada, por favor.

La punta tocó la piel de la tailandesa y esta dio un salto de impresión.

—Deja de moverte y dolerá de verdad. —Jennie de verdad estaba concentrándose para no lastimarla. Pues Lisa tiene razón, la primera vez fue horrible y no quiere repetirlo—. Relájate, respira y pasará fácilmente.

Lisa se limitó a respirar tan fuertemente que todos los demás estudiantes podrían escucharla.

—Listo, ¿ves?, ni se sintió.

—Porque a ti no te inyectaron —Lisa volvió a chillar sin poder ver su brazo. Jennie pasó un algodón de nuevo por la zona donde había entrado la aguja y terminó dándole un beso a su valiente pareja— ¿debo detenerlo?

Jennie asintió, dejándole detener el algodón sobre su brazo.

—Que bueno que te dejaste, Jisoo tuvo una salida con sus papás y no tenía a quién traer —la morena habló mientras recogía sus cosas, lista para terminar la última de sus clases.

Ese día fue el último de la semana, el más pesado porque tenía tres clases de más de dos horas. Con solo media hora para almorzar. Jennie estaba desesperada por salir de ahí.

Mientras Lisa está contenta de que termine su día, porque preparó la cena y una noche perfecta para ambas en su casa.

Desde el inicio de sus estudios en la universidad, hace casi tres años, su relación se convirtió en vino. Avanzaron con dificultades para encontrarse los primeros tres meses, Jennie comenzó a estudiar enfermería, y Lisa como ingeniera de sistemas. Tal cual lo habían previsto, las carreras abarcaron gran parte de su tiempo y fue peor cuando Lisa comenzó a tener clases de programación, por separado a la universidad, y parecía que apenas se verían a la cara una vez al mes.

Jennie se ahogó en trabajos, proyectos y teoría de tantas cosas pidieran sus maestros. Y Lisa prácticamente no durmió entre pantalla y pantalla.

Fue una época corta por fuera, pues duró unos meses antes de que Lisa iniciara a trabajar como programadora y su horario se volviera un poco más manejable con la universidad. Al mismo tiempo que Jennie terminó su primer año, comprendió que todo seguiría igual y la única que podría cambiar su tiempo y ánimo diario sería ella misma.

Un proceso de cambios que pasó a lo largo de dos meses fue la causa de que siguieran juntas como lo están, pues de lo contrario, simplemente habrían terminado por falta de tiempo y ánimo.

Rosé entró a la misma universidad que Jennie, en la carrera de derecho, mientras Jisoo y Lisa terminaron en diferentes puntos. Jisoo eligió diseño gráfico, supuestamente porque quería una especialidad de la carrera, aunque actualmente solo quiere terminar la que comenzó. Rosé eligió su carrera después de veinte exámenes para saber cuál sería mejor para ella.

—¿Jugo?, ¿vamos a ver películas? —preguntó Jennie cuando vio a Lisa entrar al auto con un litro de jugo de naranja.

—Algo parecido.