Tentaciones Peligrosas

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Siempre he leído libros, visto series y películas de mafiosos donde siempre los pintan como las personas mas odiadas tenebroso y con corazones más despiadados del mundo, por ellos piensan que mi padre es igual a ellos, pero, con algunas excepciones, el es el hombre más dulce y amoroso que existe.

Yo realmente amo mucho a mi padre es el hombre, que aun a sus 40 siempre intenta complacerme en todo, sin embargo algo que él se niega a entender que yo no soy ya su niña de 6 la cual pasó por algo horrible y por la muerte de su madre.

—No te dire que te cuides porque sé perfectamente que puedes hacerlo sin que te lo diga— Dice mi padre mientra termina de guardar sus cosas en su pequeña valija antes de caminar hacia la puerta principal.

—Me alegra que lo sepa señor Volkov— Digo siguiéndolo desde atrás.

Ya para mi es costumbre hacer esta despedida puesta que el trabajo de mi padre le exige muchos viajes de negocios.

—Te amo hija— dice

—Te amo más papá— digo para después darle un abrazo y verle montandose en el mercedes negro mate directo a la pista del jet.

Me doy vuelta cruzando nuevamente por el lumbral de la puerta principal, directo a mi habitación para prepararme para mi entrenamiento diario con Viktor.

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Una vez lista voy al gimnasio en el cual Viktor me está esperando en el ring— o para darme una paliza por llegar tarde o para que yo le de una—

—Hola Viktorino —Le saludo empezando a calentar un poco, para evitar alguna lesión—

—Te he dicho que no me digas así Katrina—Me dice fastidiando como siempre lo hace—.

Viktor es un hombre con una gran complexión muscular y una gran aunque extraña barba roja que le da un aspecto rudo— y aunque lo es —conmigo se porta muy amigable.

—¿Qué excusas tienes para llegar a esta hora Katherine? —Pregunta

—Nada nuevo ya sabes estaba despidiendo a papá —Digo subiendo al ring con el —.

—¿Se va de nuevo? Vaya, sí que es un hombre ocupado– dice con un acento escoses muy propio de él —.

Empezamos el entrenamiento con boxeo, él empieza lanzándome uno que otro gancho que logró esquivar fácilmente yo igual a él y él también logra esquivarlos.

—En serio solo me lanzaras ganchos Katrina?— me pregunta con cierta burla.

–No te preocupes Viktorino no es lo único que me haz enseñado– digo y amago otro gancho, pero cambio mi postura para darle un patada baja que lo hace tumbarse contra el piso

—Eres peligrosa Katherine— Dice moviéndose lento para no lastimarse.

—Lo se Viktorino—Digo saliendo del ring— Bueno me voy tengo que hacer nada en mi habitación.

—Me debes una Katrina— Me grita desde el ring mientras voy cruzando la puerta del gimnasio.

subo las escaleras en forma cruzadas de mi casa hasta llegar a mi habitación, una vez llego me doy una larga ducha para calmar mi pulso y quitarme el sudor.

Me tumbo boca abajo en mi cama con mi teléfono para escribirle a mi novio Adam. Se lo que estarán pensando qué clase de nombre es ese de Adam pero no lo culpen él no es ruso, es de Estados Unidos y es el chico mas dulce, y precioso que no conoceré jamás.
Es un chico alto de 1.82, castaño que combina perfecto con sus ojos color avellana y con una sonrisa de lo más encantadora que puede derretir a muchas.