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Sophia
(Vacaciones en casa de su abuela)

—¿A donde vas Sophia? Tú padres me dejaron muy en claro que no podías salir— mi abuela como siempre de metiche, algo que odio con todo mi ser.

—Abuela, solo iré a comprar unas cosas personales que necesito como toallas sanitarias, tampones, condones y todo eso— con lo último que mencioné hizo cara de sorpresa— supéralo abuela.

Salí sin antes esperar a que mi abuela pronunciara una sola palabra, pero llegue a escuchar como susurraba que era una niña mala educada y malcriada como si me importara lo que piensen de mi.

Mis padres me enviaron a pasarme algunos meses con mi abuela porque según ellos "Estoy fuera de control" algo sumamente ridículo.

Realmente no iría a comprar nada solo lo dije para que mi abuela me dejara en paz de una vez por todas, iría a verme con un chico que conocí, guapo, educado, sexy y salvaje en la cama por cierto.

Iba caminando por el centro comercial donde nos encontraríamos, y de un momento a otro alguien me jalo hasta un armario de limpieza y era el.

—Vaya vaya, por fin te veo— no me dejo responder y empezó a besarme tan bien como siempre

—Ummm, si me sigues besando así no aguantare las ganas— estaba ansiosa por volver a estar con él

—Pues no te las aguantes— le dedique una sonrisa pícara y levante ambas manos para que me quitara la blusa.

Seguido de eso me quito también el sostén y su boca ataco mis tetas salvajemente, empezó a chuparlas, lamberlas y mientras se enfocaba en una apretujada la otra.

—¿Sabes que es lo que más amo de ti?— dijo mientras estaba arrodillado ante mi.

—¿Qué?

—Tus tetas... y esto— metió sus manos por dentro de mis pantalones luego de haberlo desabrochado y así entendí que se refería a mi intimidad— es preciosa y sabrosa—.

Me bajo los pantalones con todo y bragas y se quedó viendo por unos segundos hasta que...

—Oh por Dios...— fue lo único que me salió de la boca, era experto en esto

Su lengua recorría toda mi intimidad y sabía bastante bien en qué punto podría debilitarme y eso me encantaba, me sentía como si estuviera en las nubes aunque realmente estaba en un armario de limpieza del centro comercial.

—Mmm eres deliciosa Sophia— empezó a tragarse mis fluidos y volvió a subirme los pantalones— ¿donde has estado el resto de mi vida?

Ja.

—Pendiente a la estúpida de tu novia— y si chicas, soy la discordia en una relación ¿quién lo diría verdad?

—No empieces a joderme con eso— se puso de pie un poco enojado— y no vuelvas a llamarla así.

—Uy, perdón por ofender a la reina de Inglaterra— me tomó del cuello ahormándome

—Escúchame claro Sophia, no vuelvas a faltarle el respeto a ella tú solo eres un momento de diversión, una distracción y nada más— oye eso empezó a enojarme— ella es mi novia, mi mujer y tiene mucho más valor del que tienes tú, eres una fácil.

—Perdón por ofender a tu flor frágil la Santa María, ¿y si solo soy una distracción qué haces aquí?

—¿Es que acaso no entendiste lo que te acabo de decir? Solo eres una diversión Sophia compréndelo, ningún hombre quisiera estar contigo de manera seria porque eres una fácil, te endulzas con el oído solo hay que prometerte el cielo y ya estás de rodillas.

Tentaciones Peligrosas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora