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—Chicas es que enserio es algo muy grave e importante, y solo puedo confiar en ustedes en este momento— nos decía Sophia quien nos sito a Irina y a mí a un restaurante.

—Ya nos estás asustando Sophia ¿qué pasa?— hablo la rubia

—Sabes que puedes decirnos lo que sea no te preocupes por eso— Sophia ni siquiera nos miraba a los ojos.

—Est...es...Estoy embarazada— hablo e Irina y yo abrimos los ojos como platos y la boca en forma de O— no me miren así chicas, digan algo porfavor—

—Es algo fuerte Sophia— yo rompí el silencio

—Ya lo sé, estoy asustada Kath no sé cómo le diré esto a mis padres— empezó a llorar y yo fui a sentarme a su lado para abrazarla

—¿Cuantas semanas tienes?— pregunto Irina luego de salir de su trance

—Tengo 1 mes de embarazo, hasta ahora he podido ocultarlo, pero pronto se me hará imposible y ya ni se que hacer— estaba en completo llanto

—¿Quién es el padre Sophia?— le pregunté y se puso rígida y nerviosa

—Mm... fue un chico que conocí en el tiempo que me la pase con mi abuela, nos gustamos y pues lo hicimos... a las dos semanas supe que estaba embarazada y él me dijo que ya no quería saber nada de mi y del hijo que viene en camino— ella rompió en llanto y tanto Irina como yo la abrazamos.

—Tranquila que todo estará bien y te vamos apoyar en absolutamente todo no dudes de eso— le dijo Irina y yo la apoyé.

Le dimos todo el apoyo necesario a nuestra amiga porque en ese momento lo necesitaba más que nunca, también le dimos muchos consejos entre ellos que debía de hablar con sus padres lo antes posible y que de una forma u otra el hijo de puta que la embarazó debe hacerse cargo.

Yo tuve que irme primero que ellas porque tengo unos asuntos que resolver, ya no tengo la misma vida tranquila que tenía hace 5 meses, ahora tengo muchas responsabilidades y problemas que resolver.

Debo viajar a Italia con Massimo, y aunque no es de mi agrado trabajo es trabajo y hay que ser maduros nos comunicaron que Milán fue atacada y robaron mucha mercancía de uno de los almacenes (Milán es una de las tantas ciudades que los Salvatore y Vólkov compartimos) y es por esta razón que debo ir con Massimo nuestras familias no nos acompañarán, puesto que son asuntos de Massimo y míos como los respectivos jefes que somos.

Mis maletas ya están hechas, solo llevo dos maletas con cosas necesarias, porque no sé cuánto tiempo estaremos allá, y en caso de que algo me haga falta, tengo dinero suficiente para lo que sea. El jet sale en menos de 1 hora, por eso ahora mismo voy en camino al aeropuerto con Santiago, que gracias a Dios maneja como Flash, y ya estamos por llegar.

Llegué al aeropuerto, eran las 10:00 am, y justamente llegué, ya estaba todo preparado para partir ya que solo me esperaban a mí, y mis maletas fueron abordadas de inmediato, entré en el jet privado, y estaba Massimo, solo esperando por despegar, yo me senté separada de él, porque nuestra situación no seguía siendo la mejor.

Ya teníamos una hora de vuelo y según tenía entendido aún faltaban más y yo me estresaba, le pedí a la azafata que me trajera un vodka con agua tónica y cuando esta venía con la bandeja para traerme lo que pedí vi como le hacía ojitos a Massimo y la mire con mala cara.

Tomé mi vaso de vodka con soda y me lo bebí como si fuera jugo, y pedí otro, y luego otro y otro hasta que perdí la cuenta, y eso que solo llevábamos 2 horas de viaje, de un momento a otro vi como Massimo se levantaba de su asiento y se encerró en el baño del jet cosa que se me hizo muy sospechosa porque la azafata tenía varios minutos desaparecida

Tentaciones Peligrosas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora