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Ni siquiera era cuestión de tiempo para enterarse de la formalización de aquellos dos. 

Todos y todas quienes trabajan en el hospital sabían antes que ellos sobre su relación, simplemente fueron lentos. Tanto el personal casi fantasma, hasta  Nanami lo sabían, pero ahora que es confirmado, la situación fue un poco diferente. 

Algunos sentían celos o envidia que Yuuji tuviese en sus manos a ese doctor indomable, para muchos era una fantasía lograr algo como eso. Y nada mas, nada menos, para Yuuji es una realidad. 

Por si fuera poco, a Yuuji no le importa lo que las personas piensen de él, a menos de que sean cercanos como Nanami, Geto, Gojo, Riko y, recientemente, Megumi. 

Entonces, continua con su labor como si no supiese nada al respecto. 

¿Acaso hay tiempo para distraerse en el trabajo?

No realmente.

Sin embargo, no hay razón para que ellos dos no disfruten la compañía del otro, aún si es un corto tiempo. De todos modos, en su hora de almorzar es cuando las cosas se ponen menos exigentes.

Sukuna y Yuuji salen juntos del hospital. Originalmente Sukuna tuvo la intención de llevar a Yuuji al primer restaurante que lo llevó, que se podría considerar como su primer cita. Lo cual no sucedió.

Yuuji deseaba ir al restaurante donde se encontraba Geto y Riko para darles la noticia, en especial a Riko.

Ante la insistencia, ¿Había algún modo de rechazar esa fugaz idea? Tal vez, pero no se le ocurrió a Sukuna en ese momento.

No necesitaron caminar o eso decía Yuuji.

Ambos caminan uno a lado del otro, a un ritmo sincronizado sin presión alguna.

Sukuna mantiene sus manos dentro de sus bolsillos del pantalón, mientras que Yuuji tiene sus brazos por su nuca con una expresión relajante, la cual cambia de repente a una nerviosa con un rostro ligeramente sonrojado cada que en una de sus miradas hacia Sukuna, cruza sus ojos con los de él y, por ende, regresa sus ojos al frente.

Hasta que llegan al restaurante.

Dónde cálidamente Riko los recibe, a ambos. Claro se siente algo incómoda por la repentina compañía de Sukuna, pero es aliviada de eso porque Yuuji siempre es amable, alegre y entusiasta.

En menos de lo que ella hubiese pensado e imaginado, está sentada junto a ellos. Con la intensión de escuchar lo que su pequeño desea decir. Y aceptando en su mente que Sukuna no es como solía aparentar en esos años después del suceso.

Era algo diferente.

—Sukuna y yo somos pareja. Quise decirtelo cuanto antes porque eres como una hermana que nunca tuve.

Riko no pudo evitar sentir que su corazón se derretía de tanta conmoción y alegría por escuchar eso con tanta sinceridad, con un leve rubor por parte de Yuuji. En ese momento tenía ganas de levantarse y darle un abrazo con todas sus fuerzas.

—¡Eso es maravilloso! Si crees que es la mejor decisión y te hace feliz, por mi no hay problema, me alegra qué hayas venido a decírmelo.

No pudo evitar dar una mirada evaluadora hacia Sukuna, quien comía un plato de ramen, y añadir unas cuantas palabras.

—No toleraré que le hagas daño —dice sin vacilo, con una ceja ligeramente elevada en advertencia. —No es mi familiar, pero es demasiado importante para mí y siempre lo voy a adorar. Así que si te atreves a lastimarlo, lo lamentarás.

—¿Es bastante común amenazar a la gente para ti? —bufa sin importarle.

—Oh, no amenazo, advierto de una realidad.

Quedaron en silencio hasta el punto en que Yuuji sintió una tensa atmósfera, en la que juraría que siente como le recorre por todo su cuerpo un escalofrío.

—Bien, debo apurarme. En verdad me alegra que vinieras —Esta vez no soporta las inmensas ganas de abrazar a Yuuji con mucho cariño. —Estoy feliz por ti.

Al soltarse de él, les dio a ambos una rápida despedida y sus mejores deseos para que fuesen felices y, claro, también acerca de que disfrutaran la comida.

No hacia falta lo último porque Yuuji siempre disfrutaba la comida de Riko y Geto.

Para Yuuji fue una verdadera lastima que Geto no se encontrara para que también lo supiera, incluso quería escuchar algunas palabras de su parte.

Sin embargo, en esos momentos estaba con Sukuna, no había mejor compañía que él, con la persona que más ama y la primera a la que ha amado.

Sin embargo, en esos momentos estaba con Sukuna, no había mejor compañía que él, con la persona que más ama y la primera a la que ha amado

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Riko no era la única que debía enterarse, según Yuuji.

Aunque a esta persona no le importaba lo que los demás hicieran mientras no tuviese relación con su trabajo, Yuuji estaba algo nervioso y emocionado.

Había buscado una excusa para que pudiese ir a la oficina de Nanami e ir a comentarle la situación.

Estando frente a Nanami las palabras le pesan, pero se niega a quedarse callado, no cuando Nanami le ha ayudado tantas veces, inclusive esa vez que necesitó un consejo.

—Estoy saliendo con Sukuna.

Nanami no cambia para nada su expresión, sino que suspira y dice:

—Me parece bien que hayas tomado una decisión, Yuuji.

Esas palabras fueron hermosamente filosas, le hizo que se emocionara, por lo tanto, no pudo evitar demostrar una expresión estúpida de felicidad.

—Pero no es razón para que te distraigas de tus deberes, lo sabes ¿verdad?

Yuuji asintió sin pensarlo dos veces, claro que lo sabía.

—Bien, entonces no habrá problema.

No esperaba más ni menos de Nanami en sus palabras, es una persona ocupada con bastante trabajo, pero cada una de sus palabras serían siempre bien apreciadas.

Yuuji se retira de la oficina y se sintió bastante aliviado de poder dar a conocer su situación a las personas que les tiene mayor afecto.

Una calma lo invadió y así estuvo durante todo el resto del día, desde el atardecer hasta el anochecer.

Tomando en cuenta que estaba con ansias para el día siguiente, un día que no esperaba suceder pronto.

Es bastante corto, pero lo recompensaré en el siguiente, de verdad ♡

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Es bastante corto, pero lo recompensaré en el siguiente, de verdad ♡

Dear DoctorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora