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Sabado 19 de Marzo 2016

Hotel Doubletree by Hilton - Londres

[POV MILES]

Katie desfilaba por el salón con su deslumbrante vestido blanco junto a Jamie luciendo un esmoquin negro. Agradecían a los invitados por estar presente en su día, tomándose fotos, riendo, abrazando. Observaba el panorama desde la barra, bebiendo un vaso de whisky. Alex se acercó sonriendo, robándome un beso y abrazándome por la cintura, apoyando su mentón en mi hombro. Aspiré su aroma y con la mano libre que no sostenía la bebida, lo estreché contra mí.

"Estas hermoso, deberías vestirte así con más frecuencia" comentó en mi oído

Sonreí, al mismo tiempo que cruzaba miradas con Tom, que se encontraba a la distancia. Con su rostro de disgusto camino hacia un conocido en común, dándome la espalda.

El presentador de la fiesta anunció que debíamos ubicarnos en nuestras mesas ya que servirían la comida. Bese la mano de Alex, despidiéndome, ya que yo estaría en la mesa principal conmigo. Él estaría en una cercana con Tay y Lexa.

Nick palmeó mi hombro cuando me senté junto a él. Mi estómago rugió, ya que no había ni desayuno ni disfrutado del banquete de recepción. Hasta que Jamie no tomó de la cintura a Katie y ella rodeo sus manos en el rubio cabello para sellar su matrimonio con un apasionado beso, no había podido conciliar mis nervios. Deguste con entusiasmo los langostinos envueltos en salmón ahumado con una crema de cítricos y espárragos que me sirvieron. Observé el bullicioso ambiente, donde amigos y familiares reían y conversaban, acompañados del grupo de jazz que musicalizó la velada. Observe también a Alex, quien estaba sumido en una conversación evidentemente muy animada con Tay, pues ambos no podían comer de lo que reían. Conociendo sus miradas, se estaban riendo de alguien y por el tinte colorado de Alexa en su semblante, algo vergonzoso le había pasado y ese misterioso alguien era ella. Sentí nostalgia, al recordar cuando Alex y yo solíamos reír así. En esos tiempos, nuestras interacciones eran tan ... extrañas. No habíamos tenido una charla desde aquel café por la presencia de mi mamá. Mis ratos libres los aproveche con ella hasta su partida el día anterior a la boda. Tuve la intención de confesar lo sucedido entre él y yo, el inconveniente fue que ella estaba tan encantada con su persona que me dio miedo de hacerla cambiar de opinión con respecto a él. No podría aguantar que alguien más no lo quisiera. Además, él había sido muy atento con ella y conmigo, sobre todo, permitiendo y haciendo lo posible a su alcance para que podamos estar aquellos días juntos. Cuando llegó el momento de despedirse, entre lágrimas, besos y abrazos, Alex le entregó un obsequio: un tapado blanco de paño de la marca Coco Chanel. Pauline, que nunca había tenido algo de una marca tan prestigiosa, se negaba a aceptarlo, pero él insistió, hasta como era usual, gano. Inmediatamente, se lo puso, y le quedó soñado. Cuando se fue, contenta y agradecida por tantas atenciones, fue mi turno de darle las gracias a él por todo lo que había hecho por mí.

Un camarero retiró mi plato y otro me sirvió uno nuevo con croquetas de cordero, verduras asadas y mermelada agridulce. Exactamente me sentía como aquella mermelada. Estaba complacido con nuestro primer EP que no faltaba mucho para estar disponible en plataformas digitales. Estaba complacido con que no debía trabajar más de algo que no disfrutaba al cien por ciento, de haber alquilado una casa, de la gira que se venía. Los días con mi mamá, el amor de Katie y Jamie, el de Matt también, quien parecía haber sentado cabeza con Tay. Por Alexa, quien ese momento se acurrucaba en los hombros de Orson. Pero, los problemas con Alexander, el amor de mi vida, salpicaban con amargura esa felicidad. Lo patético, era que ni siquiera sabía si hablaríamos en la semana entrante, ya que él se iría de viaje con David a Oxford para cerrar un contrato. Cuando me lo dijo, inevitablemente, pensé "Se irá de viaje con Louise, no seas ingenuo, Miles". Mi rostro se manifestó y Alex que sabía leerme al instante, me aseguro que la chica francesa no tenía nada que ver con ellos. Elegí creer. A continuación de contarme sus planes, me extendió un sobre, dentro encontré una tarjeta blanca que con su puño y letra exclamaba:

Él extraña, siente, piensa [MILEX] [Miles Kane x Alex Turner] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora