17

192 11 10
                                    

Sábado 28 noviembre de 2015

Daphne's Restaurante, Chelsea

[POV ALEXA]

Era agradable encontrarme frente a Alex bebiendo un exquisito vino y degustando un delicioso plato de fainá con berenjena. Me había invitado a cenar luego que entrara en confianza con respecto a su relación con Miles. Ansiaba este momento desde que comencé a trabajar para él.

Fue en el 2012 cuando entre a trabajar en la Compañía Turner como una de las dos secretarias del área de marketing. Eso fue hasta el 2014 cuando Alex despidió a su secretaria y yo pasé a ocupar su lugar. La propuesta fue tentadora ya que constaba de menos horas laborales. Las secretarias de la compañía morían por mi puesto. ¿Qué es lo que deseaban de mi labor? La oportunidad que Alex se fijara en alguna de ellas y la convirtiera en la "Srta. Turner". Aún recuerdo su asombro cuando me eligieron a mí, la única mujer que nunca manifestó un sentimiento romántico hacia el heredero. No me malinterpreten, lo consideraba atractivo, pero no era mi estilo de hombre.

En el primer día de trabajo Alex manifestó reglas que debían cumplirse sin excepción y aseguro que esa sería la fórmula para que todo estuviera bien entre nosotros. Al principio me sentí un poco incómoda. Solo me saludaba al llegar y al irse, el resto de las horas solo se dirigía hacia mi persona a través de mensajes de fax al teléfono. Lo consideraba un poco estúpido porque nos encontrábamos a pocos metros de distancia. A mi parecer se tomaba muy en serio en mantener una relación jefe - secretaria. No es que de repente quería ser su confidente, pero si quería entablar una conversación, aunque sea pequeña y monótona sobre el clima. No fue hasta mi cumpleaños número treinta y uno que él no se relajó un poco. Caía miércoles y como no había utilizado mis días de licencia por enfermedad pensé en que podía pedirlos para celebrarlo fuera de la ciudad. El beneficio de trabajar directamente para él era que no debía acudir a RR. HH para administrar mi trabajo. Primero hablaba con Alex y una vez hecho me dirigía al área mencionado y les comunicaba lo que él había aprobado. Me permitió tomarme tres días, así que viajé a París con mis amigas. A mi regreso me encontré en mi escritorio con un gran ramo de flores, una caja de bombones suizos, una pulsera de Tiffany y una nota de puño y letra que exclamaba:

"¡Feliz Cumpleaños, Alexa Chung! Te deseo con cariño, Alexander Turner"

Me causó mucha gracia que sea tan formal para un saludo de cumpleaños, pero había sido un acercamiento y me fue suficiente. Inmediatamente pedí permiso para entrar a su despacho y agradecí enormemente el presente, aunque intenté devolver la pulsera porque me pareció un detalle excesivo, no aceptó su devolución. Desde ese instante no me la quité de mi muñeca izquierda. Era sencilla y discreta me alegraba que fuera así. No quería que en el nido de víboras de las oficinas corrieran falsos rumores. Alex comenzó a preguntarme por mis fines de semana y yo por los suyos. Mis respuestas eran largas, las suyas concisas. Con el correr de los meses aprendí un poco más sobre él.

Era extremadamente reservado, pero cuando pasabas siete horas de cinco días de la semana con una persona rutinaria y metódica aprendes a descifrar su personalidad. Sospeché que su soltería no se debía a que era un mujeriego como se creía, sino que, en realidad no le interesaban las mujeres en lo absoluto. Lo confirmé cuando una mañana un apuesto rubio de ojos verdes, se presentó como Oliver y exigió ver "al cretino de Alexander que me dejó plantado por dos horas". Levantó la voz lo suficientemente alto para que "el cretino de mi jefe" saliera de su despacho y lo mirara tensando la mandíbula. ¡Oh no! conocía esa actitud e indicaba que estaba furioso. Lo tomó del brazo y lo arrastró hacia su oficina cerrando la puerta de un portazo. Unos minutos más tarde, Oliver salió de ella con los ojos rojos (sin dudas del llanto) y entró al ascensor cabizbajo, sin despedirse. No fue el primero ni el último amante de Alex que vi irse entre llantos e insultos. Lo que finalmente hizo que él confiara plenamente en mí fue la llegada de Miles. La misma semana que él entró a trabajar a la oficina, me di cuenta de que el pobre chico estaba flechado por Alex.

Él extraña, siente, piensa [MILEX] [Miles Kane x Alex Turner] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora