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Sábado 31 de diciembre, 2016

Hotel Le Royal Monceau, Raffles Paris, Francia

Dispuesto en el sillón que arrimé hasta la ventana, contemplo el manto blanco que cubre la transitada calle. Son pasadas las siete de la tarde y las farolas iluminan el asfalto. La voz de Louise se escucha a cierta distancia, me recuerda que debo prepararme o de lo contrario llegaremos tarde. Desmotivado, finalizó el cigarrillo y me dispongo a vestirme. Me encierro en el baño y en no más de diez minutos, salgo completamente vestido. Frente al espejo de cuerpo entero que ofrece la habitación, me detengo para acomodar mi corto cabello, tan corto como solía llevarlo cuando conocí a Miles.

"J'ai changé la couleur de ta cravate pour qu'elle soit assortie à ma robe. Cela te va bien. (Te he cambiado el color de la corbata, para que así combine con mi vestido. Te sienta bien)" me dice Louise acercándose por detrás, envolviendo sus brazos en mi estómago, acariciando la tela de color negro con la yema de sus dedos

Mi respuesta ante sus caricias, como es costumbre, son rechazadas. Ya no tengo la paciencia ni la delicadeza para quitar sus manos sobre mí. Simplemente, muevo mi hombro hacia atrás y ella entiende que debe soltarme. La observo de soslayo y me percato que continua descalza.

"Ponte tus zapatos que ya nos vamos, ¡Menos mal que estabas apurada!" exclamó con desdén

Me marcho de la habitación para esperarla en la recepción. En ella me cruzo con otros huéspedes, enfundados en sus mejores ropas, listos para celebrar año nuevo. Suspiro. No tengo absoluto interés de celebrar esta noche. No encuentro motivos para hacerlo. En especial cuando me hospedo en el hotel donde alguna vez nos quedamos, y como si no fuera suficiente, cenaremos en "Le Jules Verne", aquel restaurante de la Torre Eiffel dónde hace un año atrás celebraba mi cumpleaños, con él.

El destino, el karma, o como se prefiera nombrar, me está cobrando por todas mis estupideces, no tengo dudas. Bueno ... En realidad, Alina, diría que esto es consecuencia de mis acciones y que debo hacerme cargo de ellas.

Louise sale del ascensor y estira la parte inferior de su vestido, llevándolo hacia abajo para cubrir su trasero.

"Demasiado corto, niña"

Lo combina con medias hasta sus rodillas, botas y un tapado en color crudo. Me hace señas desde la puerta para que nos vayamos. Suspiró y resignado, voy hacia ella.

***

"Le Jules Verne", planta 2 – Restaurante en la Torre Eiffel

La parisina reservo el restaurante para que estemos solo con nuestras familias. David y Gerard, el padre de Louise, conversan animadamente sobre negocios. Mientras, María, intenta en vano hablar con mi madre, ya que ella ha decidido emplear reducidas oraciones. Cómo mi psicóloga sugirió, traté de hacer las paces con Penny, sin embargo, no me lo permitió. Su enojo me duele, pese a eso, entiendo que mi madre necesita procesar lo sucedido y cuando así lo sienta, me perdonara. No sería esta noche, ya que cada vez que poso mi vista en ella, desvía la suya. Louise, como en cada oportunidad que estamos con familiares, aprovecha para ser afectuosa conmigo. Al chequear la hora, por milésima vez, se me ocurre que el tiempo no avanza, que este también ha decidido ponerse en mi contra. La voz de Alina regresa a mi cabeza, interviniendo cómo si fuera el reemplazo de mi propia conciencia, para recordar que, en realidad, nadie está en mi contra.

Examinó mi alrededor hasta reparar en las dos vacías mesas donde alguna vez, Miles y yo nos ubicamos para celebrar mi cumpleaños. Esa noche nos emborrachamos, sin preocuparnos por el qué dirán. Aún puedo escuchar su voz, preguntándome cómo usar cada cubierto y quejándose de las diminutas porciones del menú de siete pasos.

Él extraña, siente, piensa [MILEX] [Miles Kane x Alex Turner] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora