01. Polaroid

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—Vamos Miyeon, ya vámonos a la universidad, hoy es el día de invitar a las nenas. — exclamó Yuqi, mientras se subían a la mini van de Miyeon, la cual usaba para irse a la universidad todos los días y que sus padres le habían regalado únicamente con ese propósito.

—Por favor, Yuqi, yo solo quiero invitar a Minnie. Con ella y ustedes es más que suficiente. — replicó Miyeon, no estaba tan entusiasmada como las otras dos chicas que la acompañaban, aquella épica fiesta que tenían en mente podría terminar muy mal y eso es lo primero que la preocupaba.

—Claro que vas a invitar a tu novia, pero también invitaremos a toda la universidad, será una locura. — agregó Soyeon con tono burlón, siendo acompañada por Yuqi quien también reía junto a la más bajita.

—En primera, no es mi novia y en segunda, ¡Obviamente no invitaremos a toda la universidad! — replicó la mayor mientras le daba vuelta a la llave para encender la van e irse a la universidad.

—Vamos Miyeon, no seas aguafiestas, luego me vas a agradecer cuando empieces a ser la más popular de la universidad. Seguramente tengas a toda la universidad a tus pies, ¡Incluso me dará envidia! — gritaba Yuqi mientras agitaba los hombros de Miyeon con sus manos a modo de berrinche.  —Y me aseguraré que sepan quién eres y que la pases bien, porque eres mi amiga y te quiero y por eso quiero que tengas el mejor cumpleaños del mundo.

Miyeon rodó sus ojos. —Sí, Yuqi, lo que tú digas, al menos haz silencio por un rato.

Cuando encendió el motor de la van, comenzó a conducir hacia la universidad, tanto Yuqi como Soyeon seguían molestando a la mayor con el número de invitados. Yuqi era muy insistente en querer invitar a todos, mientras que Soyeon era menos insistente y decía que unas cien personas estaría bien.

—¡¿Cien personas?! Ni de chiste. — replicó Miyeon con un fuerte grito, sus amigas la estaban sacando de quicio y necesitaba concentrarse para poder conducir sin chocarse, aunque luego de tantos gritos de ambas chicas en sus oídos y el próximo dolor de cabeza que tendría por culpa de sus dos amigas, estrellarse no se veía como algo tan malo.

—Ochenta personas. — negoció Soyeon.

—¡Ni drogada aceptaré ochenta personas! — replicó la mayor.

—Cincuenta personas, no aceptaré menos. — dijo muy convencida la china, se tendría que hacer lo que ella dice y si llegaba a decir que no, se volvería mucho más insistente.

La cara de Miyeon era de fastidio total, en ese momento no soportaba a la china negociando más, lo único que quería era no destruir su casa y que sus padres terminen desheredando a su preciada hija, pero sus amigas eran tan insistentes que casi hace que su celebración de cumpleaños sea para sus amigas y no para ella.

—Bien, cincuenta personas, pero ni una más y mejor si son menos. — aceptó por fin para por fin calmarlas un poco y que dejaran de ser tan insistentes. A pesar de todo, no podía evitar sentir cierta preocupación con todo el tema.

Es decir, Miyeon confiaba en su amiga y al mismo tiempo no.

Shuhua se encontraba grabando todo el viaje hasta la universidad y toda la negociación de la cantidad de los invitados, ese sería un vídeo gracioso para ver en el futuro. Shuhua era una chica taiwanesa, la presidenta del club de audio y vídeo de la universidad y por supuesto, era la mejor usando una cámara, por lo cual Yuqi no dudó en contratarla para grabar toda la preparación y la fiesta en sí; era una chica muy callada y pacifica, solo formaba risas mudas ante las discusiones de las chicas y se limitaba a grabar todo.

Se estacionaron, abrieron las puertas de la van y se bajaron para dirigirse a sus clases, claramente Yuqi no iba a simplemente ver clases, pues su principal objetivo ese día era anunciar a todas las personas que pudiera que ese día habría fiesta en casa de Miyeon.

𝙿𝚛𝚘𝚢𝚎𝚌𝚝𝚘 𝗠 » 𝗠𝗜𝗠𝗜𝗡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora