ANGELS OF DEATH - UN DIOS PARA TÍ (RAY Y ZACK)

CAP 16: UN ÚLTIMO RUEGO DE AMOR

_¡RAAAAYYYYYYYYYYYYYY!

El cuchillo atravensando sus entrañas, la sangre escurriendo por su mano. La suavidad con la que presionó el cuchillo, la había matado. De verdad. ¿La había matado? ¿Había cumplido la promesa?. ¿Ella merecía eso por sus pecados? o ¿Por enamorarse de un asesino como él?

Cuando su cuerpo se puso frío y su respiración se cortó totalmente supo que ... Por fin, había muerto.

Se agarró con las dos manos su cabeza_ "¿QUÉ HE HECHO?"_ Se preguntó, en su mente se repetía una y otra ves como el cuchillo que sostenía atravesó sus entrañas, la sangre sus manos esccurrió por sus cabellos y luego por sus orejas generándole un escalofrío.

"Era su sangre" "La sangre de su amada Ray" "ELLA ESTABA MUERTA"

Zack intentó respirar, pero no podía, se le cortó por completo la respiración y sentía como un dolor inmenso le traspasaba el alma. No podía respirar, no podía hablar. Solo podía sentir como aquel dolor partía de su corazón a todo su cuerpo haciendo que derramara lágrimas de desesperación, tristeza y frustración.  Miró al cielo, y está vez se atrevió a mirar nuevamente a la imagen de Rachel sin vida, igual a todas sus víctimas. No, no era posible. No. No debía estar muerta. No podía soportar la imagen de su figura sin vida.

_AHHHHHHHH RRRAAAAAAAYYYYYYYYYYYYY. AHHHHHHHHHH_ Quería gritarle que no muriera, quería pensar que esto no sucedió, quería borrarlo de su mente, pero no podía. ELLA ESTABA MUERTA.

Los múltiples recuerdos con ella fueron como disparos uno a uno en su mente, la veía en todas sus etapas, vestida de Alicia como una niña pequeña, como una asesina, con aquellos ojos sin vida, con su sonrisa sincera, enseñándole a leer, besándola, haciendola suya, en todas sus facetas. El dolor no era como cuando su piel se quemó por completo, ahora en su pecho su corazón quemaba y sangraba, tanto que le quitaba el aliento.

Chilló, lloró, dio varios golpes en el suelo y cuando vio la última explosión causada por Gail, miró al horizonte, pronto amanecería. Se acercó al cuerpo de Ray y acarició su mejilla dando una bocanada del aire que tanto le faltaba.

"No hay peor sufrimiento que ver morir a un ser querido"

Eso le dijo el hombre que lo enterró vivo y era cierto.

Recostando dulcemente a Ray en el suelo y mirando por un momento el fuego de la explosión, se fijó desde lejos en todos los cadáveres que antes eran miembros activos de la secta_ Es cierto, yo merezco esto y mas_ Dijo entre lagrimas, con la voz entrecortada_ Sabes Ray, prometí matarte y lo hice. Pero ... esto es todo lo que puedo vivir sin ti, ya no puedo más_ la recostó completamente en el frío pasto cubierto por una pequeña capa de nieve_ te amo, se que ya te lo he dicho, pero te amo con toda mi alma_ le dió un suave beso en los labios y luego en la frente_ mi pequeña niña sádica, no te dejaré sola, vas a estar bien... _ le susurraba mientras escurrian lágrimas de su rostro para luego pararse frente al acantilado_ Rachel, yo ... te acompañaré en la eternidad_ desde el borde del precipicio, sin apartar sus ojos de su querida Ray, Zack sonrió al pensar que estaría con ella_ Te amo Ray, espérame._ Cerró los ojos y se dejó caer al vacio...

Era su última oportunidad de reecontrarse con ella, de ser feliz y mientras caía sonrió esperando a que muy pronto pudiera encontrarse con su amiga, su amante, su novia, con su familia. La única familia que conoció en el mundo, la dueña de los sentimientos mas cándidos, mas apasionados, mas humanos y salvajes que había tenido, su preciosa niña que no llegó a cumplir los dieciséis.

Por un momento la caida fue eterna y recordaba toda su vida, desde que era un niño, a su padre y a su madre. Fue extraño, pero al verlos no sintió ningún rencor, ni siquiera por su padrastro, o las personas de su orfanato. Sintió calma, sosiego y una inmensa gratitud a la suerte.