11

2.6K 402 389
                                    

Mamá

¿Puedes venir a casa hoy?

George

¿Por qué?

Mamá

Quiero presentarte a mi novio.

George

Te va a dejar cuando sepas que tienes un hijo.

Mamá

Ya le conté sobre ti. Está feliz por conocerte.

George

¿Y tú estás feliz porque me verás de vuelta?

Mamá

Lo estoy.

George

Lo pensaré.

—Luca, ¿qué debería hacer? —le preguntó al gatito mientras lo sostenía entres sus manos—. Mamá me ha hecho mucho daño, pero dice que está feliz de verme. ¿Crees que esté mintiendo? Ugh, eres un simple gato, no puedes responderme.

—George.

—¿¡Luca!?

—No, soy Dream —dijo reprimiendo su risa—. ¿Qué haces?

—Nada... ¿Crees que sea buena idea ir a la casa de mi madre?

—¿Por qué querrías ir a su casa?

—Me ha invitado para conocer a su novio.

—No vayas.

—¿Por qué?

—Debe estar mintiendo. Si fuera verdad no te hubiera escondido tanto tiempo. Además, ¿esa mujer no se cansa de arruinarte la vida? Seguro va a intentar hacerte algo. Mejor quédate.

—¿Y si dice la verdad?

—Lo dudo. Ella tuvo mucho tiempo para demostrarte que es una buena madre, ahora ya es demasiado tarde para retractarse de sus errores. Tú estás mejorando y no voy a dejar que empeores.

—Está bien.

Dream depositó un beso en su frente y George soltó un suspiro agotado. Él en verdad creía que su madre podía cambiar, pero quizás tenía razón. Si hubiera querido ser una buena madre, lo hubiera sido antes de que se marchara. Dicen que no extrañas algo hasta que no lo tienes. Tal vez era cierto.

...

—Voy a salir —le avisó Dream.

—¿Puedo ir contigo?

—Regreso rápido. No te preocupes.

Dream estaba parado frente a la casa de la madre de George. Tocó la puerta y esperó que le abrieran.

La misma mujer que había visto meses atrás estaba allí frente a la puerta. Tenía una mirada ilusionado que cambió al notar que era Dream.

—¿Y George?

—No vendrá. Quiero hablar con usted ahora que parece más interesada en su hijo y tal vez a la próxima deje que George venga.

—George no es tu hijo.

—Pero lo he cuidado mejor que usted. Ahora déjeme pasar si no quiere que todos sus vecinos se enteren de lo mala madre qué es.

Lo dejó pasar y lo invitó a sentarse en uno de los sillones.

—Supongo que él es su novio, ¿no?

—Sí, pero eso no debe importarte.

—No me importa. Tiene razón. Solo he venido a hablar de George. ¿Por qué lo ha invitado a venir? Yo sé que usted no quería admitir que tenía un hijo. ¿Por qué ahora sí?

—Porque he encontrado un hombre que acepta el hecho de tener un hijo aunque no sea de sangre.

—¿Y si no encontraba un hombre así, iba a seguir sin importarle George?

—George siempre me ha importado. Todos los días le dejaba dinero en la cocina para que pueda comer. Le he dado una cama donde dormir. Tenía su propia habitación. Le he pagado todos sus estudios e incluso acepté cuando dijo que quería dejarlos. ¿Qué más podía darle?

—Amor, compañía, una madre que se preocupara por él.

—Me hubiera gustado quedarme en casa y cuidarlo como hacen la mayoría de las madres, pero estaba sola. Necesitaba trabajar para traer dinero a la casa. Seguro tú lo entiendes. Debes trabajar al igual que yo.

—Lo hago, pero también tengo tiempo para cuidar de George.

—Seguro en tu trabajo te pagan bien, en el mío no. Gano el salario mínimo y tengo que hacer horas extras si quiero que me alcance para todos los gastos.

—Busque otro trabajo.

—No es fácil para alguien como yo. Nunca pude ir a la universidad. Tuve a George muy joven y ni siquiera por decisión propia. Me hubiera gustado darle la vida que merece, pero era muy joven y estaba sola.

Dream siente un poco de compasión por aquella mujer. No podía entender perfectamente cómo era que se sentía, pero sabía lo que era estar solo y tener que salir adelante por tu cuenta propia. Él también era muy joven, pero al menos había terminado la mitad de su carrera.

—Gracias por cuidar de mi George. Puedo entender porque no quiere verme otra vez. Supongo que es más feliz contigo y se nota que lo quieres mucho para venir hasta aquí.

—Es cierto. Lamento que la vida de usted no haya sido perfecta, pero no la voy a perdonar por lo que le hizo a George. Buenas tardes.

Dream salió de la casa y justo se encontró con George en la puerta.

—¿Qué haces aquí? —le pregunta Dream.

—Y-yo... ¿Tú qué haces aquí?

—Vine a hablar con tu madre.

—Yo también.

—Te dije que no vayas. ¿Te ha obligado a venir?

—No, quería venir por cuenta propia. Solo quiero ver cómo está y ya.

—¿Y no me ibas a decir que venías?

—Sabía que te negarías.

—¡Te pudo pasar algo! ¿¡Y si te hacía daño!? ¿¡Cómo iba a saber dónde estabas!?

—Lo siento, pero puedo cuidarme solo, Dream. No necesito que estés cuidando de mí todo el tiempo. No soy un niño pequeño, tengo casi tu edad. Conozco mis límites. Si mi madre tratara de hacerme algo, huiría.

—No quiero que te pase nada malo, George —le dijo Dream con lágrimas en sus ojos—. No quiero verte mal de nuevo. Quiero que solo te pasen cosas buenas.

—Eso es imposible, Dream. Siempre va a haber una cosa mala, por más minúscula que sea, pero está bien. Puedo lidiar con eso. Déjame hablar con mi mamá un momento, ¿sí?

—Te acompaño.

—Voy solo. Si quieres me esperas afuera.

Butterfly [Dreamnotfound]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora