My Sunflower

🌻Chica en la burbuja🌻

Después de eso las clases pasaron normales.

Llegó la hora del entrenamiento y el equipo se encontraba rematando, cuando era el turno de Fukurō se escucharon unos gritos.

Esto hizo ayer Atsumu volteada a dónde gritaban, eran sus admiradoras, desgraciadamente por eso el balón calló en su cabeza.

Las admiradoras llegaron y lo rodearon, empujando a todos los presentes, Fukurō iba a reprocharles el ruido.

Pero 4 chicas la rodearon también y la llevaron a 4 metros de distancia de dónde estaban rodeando a Atsumu.

Fukurō:
Mmm...¿Qué quieren?

X:
Tsk, ¿Te crees mucho por aver saludo con Atsumu, verdad?

Fukurō:
Todo lo contrario, me arrepiento.

Siendo escuchadas por Atsumu, el equipo solo soltó una pequeña risa.

Atsumu:
Fukurō-Chan 😭

Fukurō solo lo miro indiferente cuando volteó su cara la líder del club de admiradoras golpeó la nariz de Fukurō.

El equipo se sorprendió ante esto y corrió a ver a Fukurō.

Kita:
¿¡Fukurō-San!?

Grito desesperado por ver cómo la nariz de Fukurō sangraba, está se levantó aún inexpresiva.

Fukurō:
Hmm...¿Sangre?

X2:
Si,¿Acaso nunca la viste? 🙄

Dijo un poco obvia otra chica cercana.

Quiénes seguieron golpeando a Fukurō, está se levantaba de nuevo sin dolor alguno, el equipo no podía moverse.

Estaban impresionados por la situación.

Fukurō:
Rara vez no devuelvo el golpe.
Pero supongo que lo dejaré, ya son pasadas las 6 así que puedo irme a casa.

Kita:
Espere Fukurō-San-

Yūto:
¡Fukurō-Sempai!

Grito Yūto acercarse a Fukurō para ofrecerle un pañuelo.

Fukurō:
Arigato, Kosaku-Kun.

Fukurō tomo el pañuelo y se dirigió por sus cosas, las tomo y se fue.

Dejando a todos en el gimnasio preocupados, exepto por el club de admiradoras, quienes sonreían con gusto.

Osamu:
Tsumu Baka!
Saca a todas tus admiradoras, AHORA!

dijo realmente enojado por lo que le habían hecho a Fukurō, Kita no dudo en apoyar la decisión.

Kita:
No podrán volver a entrar al gimnasio.

Las admiradoras asustadas por la mirada de Kita, salieron rápidamente del lugar.

🌻Con Fukurō 🌻

Eran las 6:48 Fukurō caminaba hacia su casa, al llegar abrió la puerta y estaba sola.

Miro a su alrededor en búsqueda de su familia pero no encontró más que un plato en la cocina.

El plato tenía pollo, pero la comida estaba fría.

Ignorando esto Fukurō puso su mochila en la sala y subió al baño para limpiarse la sangré.

Fukurō:
Cubrire mi cara para que nadie lo sepa.