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Había pasado ya una semana desde la visita de todos en casa para la cena, los días habían sido particularmente interesantes y divertidos... Yash y Azumi se llevaban muy bien con Kuroo y Kenma, todo parecía ir bien, era increíble como se habían adaptado a todo. Incluso había ido a hablar con Shirabu para la documentación de los niños, había quedado en avisarle sobre el apellido que usarían, ¿que haría? Era difícil decidir algo así, no quería quitarle sus apellidos pero que no concordaran con los míos sería un problema.

También hablé con el señor Kobayashi sobre la situación en la que estaba, y que había pasado con la persona que se encontraba en la casa. Se había molestado un poco, je. Pero no era algo que no pudiera arreglar, dentro de dos días estaría fuera casi cinco días. Kenma había dicho que Yash y Azumi podrían quedarse con él, que Kuroo haría comida para los tres.

Ya estaba en camino a verme con las personas con las que trabajaba y tenía reuniones importantes cada mes, no me caían muy bien.

Aún así tenía que hacer de todo para poder lograr las cosas por las que sacrificaba todo, no? ¿Tenía que sacrificar mi felicidad para poder ser feliz? Extrañaba a Akaashi, me había puesto a pensar en él porque era difícil amar a alguien que simplemente no podía tener, tenía miedo de no volver a verlo, no volver a tenerlo cerca me daba tanto miedo... No podía dudar toda la vida, ¿Cómo fue que no le dije toda la lluvia de sentimientos hermosos que sentía cuándo él estaba cerca? Había sido un tonto. Debí haberlo cuidado mejor, quería ser yo quién le diera tanta felicidad como la que él era capaz de darme.

Estaba haciendo todo por amor.

Pero en el fondo quería volver a vivir cómo antes, estaba cansado de tanto. ¿Por qué alguien como yo? Claro estaba que no iba a soportarlo, nunca podría hacer tanto como Akaashi merecía.

"Solo piensa en lo bien que se va a sentir estar con él de nuevo. Él te ama tanto como tú a él, no lo dejes."

Había dicho Kuroo, tal vez tenía razón, pero era demasiado difícil mantenerme firme en esta situación. Tal vez no podría por siempre...

Estaba llegando al lugar de reunión cuando me percaté de que había olvidado mi teléfono, ¿En dónde? No tenía ni idea. Sería un problema...

—Bokkun, bienvenido.—me saludó Nishimura, era una joven que trabajaba aquí, pero no sabía haciendo qué, era bastante molesta.—Es la sala de conferencias número 2. Ahorita te alcanzo.

Me regaló un guiño de ojo tras eso, mi madre me había enseñado a nunca ser grosero con las damas, solo por eso...

—Nishimura, que bueno verte. Muchas gracias.—le respondí con un tono y una sonrisa amable, incluso mis mejillas amenazaron con lo levantarse de tan falso gesto.

Una vez todos estuvieron sentados, incluída ella, se dió por iniciada la reunión. Estaban comentando de lo difícil que era mantener a raya a las personas de bajas barreras en voltaje. ¿Que querían decir? No sabía, Mou, el jefe, me enviaba en su lugar la mayoría de las veces. Yo asentía y daba mi opinión sin preguntar mucho, no entendía tenía que ver eso conmigo, je.

Había en particular dos hermanos que siempre estaban aquí, eran bastante atractivos. Siempre tenían sus zonas en orden, incluso ayudaban de vez en cuando a los demás para tener orden y no tener que ir de últimos momentos. Uno era de relaciones especiales, y el otro era ejecutivo de relaciones externas.

Aunque se ofrecían para diferentes cosas, la mayoría decía que tenían un carácter bastante pesado, nadie se metía con ellos. Aunque a mí personalmente, los hermanos Ito me parecían agradables.

—Bueno, entonces este fin de semana quién esté disponible irá con nosotros.—Comentó uno de los hermanos. Querían recuperar la bodega que habían perdido y aprovechar para regresar su agresión.—Quién no, hágame el favor de irse a morir a otro lado.

Solté una risita leve, la mayoría de las miradas ahora estaban sobre mí.

—Puedo pedir compañía, yo tengo relaciones, seguro se puede.—Le agregué a su solicitud tratando de ocultar mis nervios.. Él me miró sin expresión alguna, cómo de costumbre.—Haré que las solicitudes les lleguen a todos ustedes, sería de ayuda que fueran.

Todos dieron un leve asentimiento, ví que Nishimura iba a agregar algo pero Hana, el hermano que estaba hablando la interrumpió. Agradecí que no la dejara hacer uno de sus comentarios seguramente insinuados dirigidos a mí.

—Pasaré por tu casa hoy, te daré los planos y las ubicaciones de las bodegas.—me dijo, su hermano a su lado pareció un poco sorprendido. No había usado un tono que dejara ver algo de sus intenciones, pero aún así él lo vió. Eran hermanos después de todo...

Le asentí y con eso se dió por finalizada la reunión de ese día, salí de la sala y aproveché para pasar por el baño. El resto del día solo tenía que pasar a regresar películas que Yash había querido rentar, y pasar por la oficina de Mou a entregarle un sobre. Ya era algo tarde, alcanzaría perfecto a dejar los discos antes de las 8.

Me lavé las manos y salí del baño, tenía algo de hambre, podría pasar a comprar algo de comer o esperar a cenar, no lo sabía.

—Hey.

Miré por encima de mi hombro, era Hana.
No tenía ni idea de qué era lo que quería decirme, pero si me quedaba aquí cerrarían la tienda de discos y no podría llevarle algunas nuevas a Yash.

—Me estoy yendo, lo siento.—le corté. Seguí caminando, iría por las escaleras de servicio, no eran tantos pisos.

Él apareció a mi lado, no dijo nada por un momento.

Solté un suspiro pesado.

—Perdón, es que llevo prisa. ¿Que me querías que decir?—pregunté, me detuve un momento para mirarlo.

Dudó un momento. Era bastante atractivo, era un poco más bajo que yo y su complexión era algo delgada. Su cabello era un poco largo, lo llevaba color negro. Aunque la mayoría de las veces usaba diferentes colores a juego con su hermano.

—No puedo ir a tu casa sin tu dirección.—respondió tajante. Solté una risa incrédula, había sido muy grosero.

Mierda... había olvidado mi teléfono.

—No traigo conmigo mi teléfono.

Él rodó los ojos y sonrió con sorna. Mi comisura amenazó con elevarse un tanto, pero no.

—Dame tu número y ya.

—Ya te lo dije, no cargo mi teléfono.—Esta vez era mi turno de sonreírle con sorna. Era bastante estúpido porque no sabía mi número aunque llevaba años con el mismo.—Iré a comprar comida y rentaré películas. Te llevaré a casa si me acompañas...

Le ofrecí porque si no llegaba a tiempo a la tienda Yash no tendría que más hacer para los siguientes días.

Él entrecerró los ojos y lo pensó unos segundos.

—Está bien.—respondió al fin, hacía unos gestos que iban en contra de su actitud normalmente. Solté una risita burlona. Él me quería asesinar con la mirada, pero no le dí mucha importancia.

Él había llegado junto con su hermano así que no importaba si íbamos en mi carro.
Habíamos acordado ir a comprar algo de cenar, pasar por los discos y dejar el sobre en la oficina de Mou.

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Se me volvió a borrar el capítulo 😔 jajajajajsja

Gracias por leer, no se olviden de dejar su voto. :3 jiji

Looking for AkaashiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora