769 años atrás
Al principio lo que oyó fue una explosión, pero llegó a pensar que había sido algo producto de su imaginación o de un sueño que probablemente estaba teniendo. Pero cuando la explosión volvió a sonar y mucho más cerca de ella, sus ojos se abrieron. En el mismo momento en que la puerta de la habitación de ella y de su hermano se abrió mostrando a su madre, con una expresión de puro desespero.
Brianna se sentó en su cama mientras veía a su madre cerrar la puerta y bloquear la manija con una silla y correr por la habitación mientras se acercaba a la cama de su hermano para despertarlo. Observó cómo colocaba un abrigo de piel sobre el cuerpo de su hermano. Cuando su madre se acercó a ella para sacarla de la cama y abrigarla observó los ojos verdes que ella compartía con su hermano y el cabello dorado que ambos habían heredado de ella. Podía ver el desespero en sus ojos mientras prendía los botones de su capa roja. Luego tomó de la mano a ambos y se acercó a una de las paredes de la habitación y presionó una de las piedras mostrando un túnel que Brianna con tan solo trece años conocía a la perfección.
Los tres entraron por la puerta viendo como el muro volvía a cerrarse detrás de ellos. Cuando ya llevaban varios metros caminando rápido, Brianna entró finalmente al mundo comprendiendo lo que sucedía, sobre todo cuando vio la espada en el costado de su madre.
Muy pocas veces la veía con una espada. Sabía que era buena con ella, y que practicaba de noche cuando nadie veía y cuando sus responsabilidades de Reina se detenían. Una vez, había visto a sus padres entrenando en la noche, como si no necesitaran dormir para funcionar.
—Madre, ¿Qué sucede?
—Los Pueblos del Norte están atacando la capital, mi vida —respondió su madre sin detenerse.
—¿Y por qué nos escondemos? Deberíamos intentar dialogar con ellos y parar la pelea.
Esta vez, su madre se detuvo con las palabras de su hermano Kiro. Brianna pensaba, y sabía a la perfección, que para ser un niño tan pequeño su hermano era bastante sabio, y controlado. A Kiro jamás le habían gustado las peleas y cosas que no tenían sentido. Él siempre decía que para pelear estaban los animales y los salvajes y que los Kainhet no eran ni animales ni salvajes.
Él siempre decía que los Kainhet debían ser la definición de equilibrio, sinceridad y justicia.
En resumen, Kiro era el más inteligente de los dos. Todos lo sabían, todos lo sabían. Y aunque lo repetían a diario, a Brianna no le importaba mucho y a su hermano tampoco, ella podía seguir reclamando que era dos minutos mayor.
—No se puede negociar con salvajes, hijo mío —respondió su madre tomando de los hombros a su hermano, lo observó unos segundos antes de volver a tomar las manos de ambos y seguir con el camino que Brianna ya conocía.
—¿Y papá?
—Él vendrá a buscarnos cuando todo termine, Kelly —respondió su hermano antes de su madre, su padre estaría peleando junto a los soldados.
Pronto llegaron a la pequeña intersección entre corredores, un pequeño salón que desplegaba tres corredores, uno que llevaba a otras habitaciones y mucho más lejos al exterior del castillo en caso de escapar, otro que llevaba a la habitación de ella y su hermano, junto a las habitaciones de sus padres y abuelos y otro que llevaba directo a la sala de curanderos que estaba debajo del castillo.
Había varios lugares del castillo que tenían puertas secretas para llegar a los pasadizos, pero las que estaban en esos tres pasillos eran las más importantes de todas.
Su madre dejó en el soporte de hierro una de las antorchas que había encendido en el camino y mientras ella caminaba y daba vueltas por el pequeño salón Brianna y Kiro comenzaron a jugar con unas hojas y juguetes que habían dejado allí la última vez que vinieron.
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El Trono de Hielo #2 (TERMINADO)
FantasyEl invierno llegó. Pero no el que todos esperaron. Ilhea fue atacada por Kainhet y Arani fue secuestrada por el Rey. Ahora, ella lucha contra el peor de los monstruos, su padre. Y tendrá que ser más fuerte que nunca para enfrentarse al peor de sus i...