Oh, no. No había elapsado y había viajado de forma incontrolada a Dios sabe que época.
Probablemente en esta época ni siquiera había hospital y era... yo que sé, ¿una casa? ¿Una taberna? ¿Una escuela?
Una chica pelirroja de ojos azules fue la única persona que me vio llegar. Me dirigió una hermosa sonrisa y se dio la vuelta, para seguir a otras tres personas, que llevaban a un bebé, al parecer un recién nacido.
En la pared al lado de la puerta había un calendario, que revisé lo más rápido posible para conocer a qué año había llegado.
Los días anteriores al que yo había llegado estaban tachados con marcador rojo, lo que me hacía mucho más fácil encontrar la fecha.
Al verla, palidecí: 8 de octubre de 1994. El día posterior a mi nacimiento. Y entonces todo encajó. La chica era Lucy, acompañada por Paul, mi madre y mi padre para que me hicieran una revisión y confirmar que yo estaba en perfectas condiciones.
Sentí de nuevo el tan familiar vértigo, pero esta vez tuve el suficiente tiempo de abrir la puerta y entrar en los baños. Gracias a Dios, no había nadie dentro, así que tomé aire y salí lo más rápido que pude, para encontrarme con Gideon y Caroline.
Gideon me miraba con aire preocupado, y Caroline completamente perpleja. Yo tampoco me creería que mi propia hermana desapareció frente a mí para viajar al año de su nacimiento, encontrarse con su propia madre y volver como si nada.
-¿Estás bien? ¿Alguien te vio?- preguntó Gideon, tomándome con los dos brazos.
-Sólo Lucy.- respondí, tratando de que no se alterara demasiado.
-¿Lucy?- preguntó extrañado.
-Viajé al año de mi nacimiento. Para ser más precisos, al 8 de octubre de 1994. Lo sé por un calendario que estaba justo aquí. — dije señalando la pared desnuda.
-¿Gwenny?- preguntó Caroline.- ¿Cómo... has hecho eso?
-Se llama "saltar de forma incontrolada" cuando viajamos sin ayuda del cronógrafo.- contesté.
-El problema, es que no sabemos a qué año o época vamos a ir a dar. Por eso necesitamos el cronógrafo, con el que debemos cubrir cierto tiempo en el pasado para no saltar incontroladamente.- completó Gideon.
-¿Cuánto tiempo estuve...?
-Sólo quince minutos. Nada grave.-interrumpió Leslie, acercándose a nosotros. Probablemente llegó cuando yo estaba ausente.
-¿Y Raphael?- me animé a preguntar.
- Sigue en urgencias. No hemos sabido nada más acerca de él. —respondió, mientras se limpiaba una lágrima con la manga de su blusa.
-Ay, cielo...- dije, abrazándola.- Él es fuerte. Se pondrá bien.
-Gwenny, tenemos que ir a Temple- interrumpió Gideon.- No quiero que vuelvas a saltar de forma incontrolada.
-Yo me quedaré aquí con Caroline.- aseguró mi amiga.
-Si necesitas algo, solo llama. Estaremos aquí al cabo de tres horas, ¿Cierto?
Gideon asintió con la cabeza, y terminando de darles un último abrazo a cada una, nos fuimos a Temple.
-¡Gideon, Gwendolyn!- nos recibió mister George.- ¿Pero dónde se habían metido?
-Hemos pasado un mal día mister George.- le respondió Gideon secamente.
-Los esperan en la sala del dragón- dijo, mientras se secaba las perlas de sudor de la frente.
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Diamante (EDITANDO)
FanfictionAl término de Esmeralda, Gideon y Gwendolyn por fin pueden vivir de una manera más o menos tranquila; pero el destino de la logia de los Vigilantes está en juego al descubrirse el verdadero propósito de su fundador. Si bien ni Gideon ni Gwendolyn co...