17.

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Las semanas pasaron rápido, Suna trataba de hablar con Shoyo pero este siempre lograba esquivarlo o evitar topar con el.
Ahora, los días que le tocaban aseo a Shoyo en el gimnasio, les pedía a los gemelos que lo esperarán en la entrada del gimnasio y eso hacia que Suna se molestara.

Shoyo por su parte se encontraba entusiasmado por el hecho de que mañana partiría al campo de verano, mañana por la noche se iría a la escuela fukurodani, volvería a ver a sus amigo una vez más. El día se le hacía largo, ya tenía su equipaje listo, tiene la firma de asistencia de su tutor, osea su abuela y tuvo buenas notas y un excelente comportamiento por el hecho de tener al ras al par de gemelos latoso.

Hoy se juntaron en el gimnasio solo para retomar los asientos, Atsumu estaba que su cabeza explotaba de la emoción ya que, le había tocado sentarse junto a Shoyo y su hermano lo miraba con odio, mientras esté solo le saca la lengua.

El pequeño cuervo conversaba amigablemente con el librero del equipo, hasta que ambos chicos voltearon en dirección donde se escuchaba el desastre, veían la escena que estaba haciendo los gemelos como si de niños pequeños pelearán por un juguete. Después vieron como ambos hermanos se tensaron por la presencia del capitán, dejando de lado la pelea y sentarse a un lado se Shoyo.

Shoyo solo suspiro aliviado de que no le tocará con cierta persona.

Después de un rato, la junta se había acabado, Atsumu se quedó un rato practicando e invito a su hermano y a Shoyo, los cuales solo se miraron un segundo y aceptaron con gusto, bueno solo Shoyo acepto con gusto.

Osamu se encontraba agotado, se sentó por un rato checando su celular y abrió los ojos al ver la hora y la cantidad de mensajes que tenía de su madre, este pareciera que le mando una señal de alerta por vía mental a Atsumu, que paro en seco la práctica volteando a ver a su hermano, lo cual asintió con la cabeza de que estaban en problemas. Shoyo entendió también esas mirada y les dijo que podrían adelantarse que el había venido en su bicicleta, los hermanos no estaba muy convencido hasta que Shoyo cruzo los brazos y se puso frente a ellos con una disque expresión molesta.

Shoyo: si no se van ahora, me voy a molestar con ustedes y no me voy a sentar contigo Atsumu mañana en el camión.

Atsumu tenía ligeras lágrimas y a Osamu le brillaron los ojos.

Shoyo: eso aplica también para ti, Osamu...

Ahora los dos hermanos parecían perros regañados.
Ambos se alistaron y ayudaron a guardar las cosas en la bodega antes de irse, se disculparon con Shoyo por no acompañarlo el día de hoy y se despidieron.
Ya solo quedaba apagar las luces y cerrar el gimnasio, Shoyo se dirigía a cerrar bien ventanas y asegurarse de que todo estuviera en orden con la mirada.
Apagó las luces y se dirigió a la salida, aún había un toque de luz de luna lo cual no le dificulta el poder ver por dónde iba, salió del gimnasio cerrandolo bien, se dirigió a la estación de bicicletas para tomar la suya e ir a casa. Visualizo su bici a lo lejos y a alguien parado frente al objeto, no podía distinguir de quien se  trataba pues la luz del lugar era opaca para ver bien.
Cuando se acerca un poco más a su bicicleta, su expresión de alegría cambio drásticamente a una de molestia.

La persona recargada en su bicicleta lo miraba con los brazos cruzados, Shoyo solo lo paso de largo y tomo su pertenencia, haciendo que el sujeto se tropezara por el moviendo brusco. Shoyo saco su bicicleta del lugar y sin dirigirle la palabra o una mirada, lo paso de largo nuevamente.

- .... Perdón.... -

Shoyo dejo de empujar su bici y puso atención a las palabras del sujeto que le estorbaba hace poco.

- No quería hacerte daño. Pero mi estúpido orgullo me llevo a cometer errores... -suspiro con pesadez- Soy humano, cometo errores a diario... Pero el que te hice fue el peor... Perdón...

Shoyo volteo a ver a esa persona, ver si su rostro decía la verdad. Vio un brillo cayendo por sus ojos, observo su cara fruncida con toques rojizos bajos sus ojos y nariz, no era mucha la luz pero con ese poco vio suficiente, podía ver su cara de arrepentimiento.

Shoyo: ... Suna...

Suna: ... Por favor... Shoyo...

Shoyo se volteo aún sin moverse de su sitio, el menor estaba molesto, apretaba con furia manubrios, sentía un gran coraje, pero el tenía razón. Es humano y a veces el cerebro no controla bien la palabras que alguna vez salen, inhaló suficiente aire y lo exhala con flojera.

Shoyo: Tuve mis razones para alejarme. Hubo cosas que mencionaste y me hirieron con facilidad...

Suna aún en su lugar se dedicó a observar y escuchar con atención al chico que tenía frente a el.

Shoyo: somos compañeros de juego, no puedo estar todo el tiempo molesto contigo si quiero que el equipo funciones bien. No me gusta perder.

Suna se le empezó a acercar al menor con la intención de tocarlo, tocar ese cabello esponjoso del menor, pero Shoyo solo detuvo su acción y volteandolo a ver a la cara.

Shoyo: pero eso no significa que te haya perdonado del todo. Si quieres que confíe en ti, ganatelo...

Suna quedo sorprendido, no espero esa respuesta por parte del menor.
Lo único que puedo hacer es acompañar al menor a la salida de la escuela y dividirse en el camino.

Antes de que Suna partiera por su camino, se le quedó viendo al pequeño que camina junto a su bicicleta. Observo a alguien acercarse a Shoyo con mucha felicidad. Atsumu había venido por el.

Atsumu al acercarse a Shoyo, el menor se sorprendió al verlo. En cuanto Atsumu llegó, tomo bocanada grandes de aire y abrazo a Shoyo, Shoyo por su parte correspondió ese abrazo algo confuso.

Atsumu: que bueno que te encuentro... Tu abuela vino a nuestra casa pensado que estaría con nosotros. Salí corriendo en cuanto termino de preguntar por ti... - Atsumu levanto la mirada viendo a Shoyo a los ojos- pensé que te había pasado algo...

Shoyo estaba sonrojado hasta las orejas, no pensaba que Atsumu se preocupara mucho por el. Saco su celular observando la hora. Parecía que el tiempo corría muy rápido, pues no imagino que fuera TAN tarde.

Shoyo: Perdón... Me quedé limpiando la cancha un poco y no me fije en la hora... Gracias... Gracias por preocuparte por mi. No tenía porque venir corriendo aparte tus padres te regañaran por salir a esta hora...

Atsumu: no me importa si me regañan o no, me importa saber que estás bien. Anda vamos a casa que tu abuela espera por ti.

Shoyo solo asintió y se fueron a casa juntos, mientras que detrás de ellos no notaron que anima una tercera persona viendo aquella escena con celos.

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Hola gente, quisiera pedir perdón por no actualizar.
Me encontraba sin inspiración, sin motivación c:
Pero aquí les dejo esto capítulos para que los disfrutes mientras escribo los siguientes ☺️

Gracias por su enorme paciencia, son un amor ~✨

🍂Alas de Zorro🍂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora