Steve Rogers
El día era perfecto. El sol brillaba con fuerza mientras las copas de los árboles le regalaban al lugar el suave sonido del roce entre ellas, y más alejados, cerca del imponente cuartel de los Vengadores, se encontraba una pareja con una motocicleta.
—Este es el embrague—decía el fornido rubio parado al lado de la motocicleta—, este el acelerador y acá están los cambios-indicó.
La morocha que estaba sentada en la motocicleta asintió levemente y luego de atar su cabello en un rodete se preparó para encender aquel armatoste.
El escape soltó un suave rugido y acto seguido todos los músculos de la muchacha se tensaron. No estaba segura de poder controlar el peso de aquel objeto y más cuando sabía lo que significaba para Steve. No quería estropearla ni nada por el estilo, pero la verdad es que quería aprender y el rubio estaba más que contento por poder hacerlo.
—Ya deja de pensar—rió Steve mientras acomodaba sus lentes de sol—. Tú puedes hacerlo—aseguró al sentarse detrás de ella.
—é que puedo, pero no a la primera—dijo _____(tn) entre risas al ver como él ponía sus manos junto a las de ella—. ¿Quieres que te estrelle conmigo?
—Veamos que tanto puedes lastimarnos—bromeó Steve sobre su hombro.
La morocha puso el primer cambio, soltó lentamente el embrague con ayuda de Steve y aceleró de pronto, olvidando que aquello no era lo mismo que el pedal de un auto.
La motocicleta salió con fuerza hacia adelante y expulsó hacia atrás a un Steve que quedó parado en el medio del camino mientras veía como ______(tn) intentaba controlar aquel pedazo de metal.
El soldado corrió tras ella y en pocos segundos se acercó lo suficiente como para volver a subir, y ayudarla a mantener el equilibrio.—¡Lo siento!—rió tentada ______(tn) mientras Steve la ayudaba a ir derecha.
—Mantenla así e intenta no darle con tanta fuerza al acelerador—explicó Steve entre risas mientras poco a poco la dejaba a cargo—. Eso es, así.
______(tn) contuvo la respiración y dirigió la motocicleta por todo el camino de entrada hasta el cuartel mientras Steve mantenía las manos en su cintura.
—Si te animas, acelera un poco más—la alentó Steve con una sonrisa.
______(tn) se mordió el labio por la adrenalina que le generaba estar logrando aquella tarea que al principio creyó algo imposible y aceleró un poco más, logrando que una ovación emocionante saliera de los labios de Steve.
—¡Esa es mi chica!—exclamó en cuanto se estacionaron frente al cuartel.
—Mañana quiero hacerlo otra vez—aseguró emocionada al mirarlo por encima del hombro.
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Chris Evans | One Shots
Krótkie OpowiadaniaOne Shots de nuestro Dorito favorito ❤ Todos los derechos reservados. Agradecería que no usaran mis historias sin mi consentimiento ya que dedico mucho tiempo en ellas. 🥇1 en chrisevans (27.04.21 y 27.08.22) 🥇1 en historias (25.09.22 al 27.09.22) ...