Capítulo 13

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Se levantó del sillón, dejando espacio para que Jiang Cheng respirara.

El otro aun parecía afectado, pero intentó disimularlo. Apartando la mirada y manteniéndose agachado.

— Saldré un rato, ¿estás bien quedándote solo?

Jiang Cheng asintió.

No tuvo más que decir. Tomó de vuelta la bufanda que había recogido esa mañana y a pesar del calor se la puso. Antes de irse, volteó la cabeza. Viéndolo aun en el sillón, no pudo evitar preguntar — ¿No subirás a hablar con él?

Jiang Cheng soltó un suspiro y se tocó la cabeza pareciendo frustrado — Si, tal vez lo haga...

No tuvo más que decir o hacer. Quizás hablaría con su hermano luego, ahora mismo, solo quería irse y poder estar tranquilo. Salió de la casa, tomó un taxi. Dio una dirección al azar y simplemente se dispuso a alejarse.

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Jiang Cheng se sintió algo mareado, poniéndose de pie mientras aun sentía su piel de gallina. Miró las escaleras, recordando la mirada decepcionada de Lan Wangji, a luz de aceptación y la disculpa poco sincera que soltó antes de marcharse.

Tomó su teléfono y lo revisó. Varios mensajes nuevos provenientes de Lan Wangji. Mensajes que debieron haber llegado mientras él conversaba con Lan Xichen.

'Tuve que ir a entregar un par de hojas a mi compañero de grupo'

'Compré algo mientras volvía, puedes tomarlo como regalo de disculpa'

(Foto de un pequeño llavero en forma de gato)

'Aun debes tener hambre, cuando llegue, podemos salir a comer algo'

'¿Por qué no contestas? ¿Te quedaste dormido?'

(Sticker de gatito triste)

Jiang Cheng sonrió a pesar del persistente dolor en su cabeza, no pudo evitar mirar las escaleras de nuevo.

Lan Xichen tenía razón en algo. Por más que quisiera decir que no, él ya lo había decidido; la noche anterior no hubiera hecho nada de eso si no lo hubiera tenido decidido. Sin embargo... Ah... se sentía tan idiota. Esa maldita confusión era horrible, pero si ponía las cosas en perspectiva, no había mucho que pensar o que confundir.

La puerta permaneció cerrada después de que Lan Xichen se fuera, pero en ningún momento tuvo la idea de detenerlo. ¿Era algo que ya había acabado? ¿Desde cuándo? No puedo evitar pensar que forzaba algo que no podía más solo por el miedo a perder algo que quizás no tuvo durante mucho tiempo.

Subió al segundo piso, encontrándose con la puerta asegurada. Dio un par de golpes, pero nadie abrió. Intentó llamar, pero no hubo respuesta. Sin saber que más hacer, solo le quedó sentarse en el suelo y esperar.

Después de varios minutos ahí, su soporte se abrió de golpe y cayó de espaldas. Vio a la persona adentro, mirándolo con confusión — ¿Qué haces aquí?

— Esperaba a que abrieras, pensé que me dejarías esperando todo el día

— Estaba en la ducha...

— ¿Podemos hablar?

Lan Wangji se hizo a un lado, dando espacio para que entrara. Se sentaron frente a frente, con Lan Wangji en la cama, aun con el cabello mojado mientras Jiang Cheng se mordía la lengua sin saber por dónde empezar. El silencio inundó por varios segundos hasta que Lan Wangji decidió preguntar — Ustedes abajo... ya pudieron...

Primer Verdadero AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora