cap 6 una mañana tranquila

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Ya era de mañana en orario mas bien empezaba a serlo, la luna estaba en su punto de un atardecer y el brillo del sol saliendo era muy poco.
En un cuarto de la mansión chimenea estaban durmiendo una chica elfa y un humano albino, ambos dormían de manera tranquila en su cama, su forma de dormir era la de una pareja de casados ya que el chico albino abrazaba a la elfa mientras está reposaba en su pecho de forma tranquila.

Fuera de la habitación de esta pareja un lloriqueo se escuchaba en los pasillos.

Buua wua wua

Una bebé renard estaba llorando en brazos de su madre una renard de mayor tamaño que intentaba calmar su llanto pero sin éxito alguno.

La renard tocó la puerta para despertar a los que estaban en su interior aún que estos ya se habían despertado por el llanto de la pequeña.

Haruhime: Bell san-llamo al interior-

Bell: que paso haruhime San?-dijo de forma sofnolienta -

Pasando al cuerpo haruhime entro con su hija en brazos la cuál al notar el olor de su padre empezó a calmarse aún que realmente solo dejo de gritar.

Haruhime: lo siento, es que metería empezó a llorar cuando noto que no estabas y no se a calmado desde entonces.

Bell: cuánto tiempo lleva así?

Haruhime: como una hora.

Bell: debiste venir de inmediato, sabes que no es bueno que llore por mucho tiempo.

Haruhime: lo sé, es solo que no quería despertarte a ti o a lefiya San.

Lefiya: gracias pero creo que el bien de tu bebé es de mayor importancia que el mío.

El albino se levantó de la cama y tomando a su hija en manos empezó a me serla de manera tranquila, la bebé renard al sentir el contacto de su figura paterna dejo su lloriqueo y empezó a calmarse de manera rápida.

Lefiya: tu hija te quiere mucho -dijo mientras veía al albino-

Bell: eso creo, -mirando a haruhime- deberías de dormir un poco más, por qué no te recuerdas con lefiya?.

Haruhime: eh, no , no podría.

Lefiya: claro que puedes, Bell de encargará de tu hija mientras descansas.

Haruhime: pero tú eres una elfo y yo una renard, además que los elfos no les gusta ser tocados - decía de manera nerviosa-

Lefiya: eso es verdad, a muchos elfos no les gusta ser tocados por otras razas pero hay excepciones, además que has estado intentando calmar a tu pequeña por toda una hora creo que deberías descansar.

Haruhime estaba un poco indecisa, si bien no le caería mal un descanso, el hecho de compartir cama con una elfa conociendo como es de orgullosa su raza no se escuchaba muy tentador.

Haruhime: -suspiro- está bien.

Aceptando la invitación haruhime se acostó en la cama alado de lefiya la cuál le dejo taparte con la mitad de la sábana.

Haruhime: tu no te vas a acostar? -dijo mirando al albino-

Bell: descansen ustedes primero, yo puedo aguantar despierto mucho tiempo.

El albino tomo a ciento en un pequeño sillón que había, su pequeña niña empezó a calmarse más al sentir el calor de su guardian y escuchar el Pacífico sonido de si corazón, no tardó mucho en quedarse dormida en brazos haciendo que Bell le diera una sonrisa mientras está cerraba sus ojitos de poco en poco.

Bell se acomodo de cierta manera en el sillón para recostar mejor a su hija en su pecho, su cabeza fue recostada en su pecho y el resto de su cuerpo era mezido por el estómago del albino el cuál crecía y se encogía mientras respiraba.

esta mal querer ser un buen padre mientras soy un heroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora