XII: ¿Segura?

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Sara se pasó toda la tarde preparando la cena en casa de Santiago.

No era la más habilidosa en la cocina, pero podía defenderse perfectamente.

Además, de camino a casa de Santiago se había detenido a comprar algunas velas, había organizado una cita romántica en el pequeño comedor de Santiago.

Sara sabía muy bien cómo terminaría aquella noche, y a pesar de cómo había actuado en el ascensor, ahora estaba aterrada.

Ella había estado con un solo hombre toda su vida, ese hombre había sido Franco, y no sabía cómo era estar con otro que no fuese él.

Todo lo que Sara había aprendido sobre el amor, había sido con Franco.

Cada caricia, cada beso, todo lo aprendió junto y gracias a él.

Sara sabía que debía seguir adelante, que es lo que Franco esperaría de ella, pero a veces sentía que lo estaba traicionando.

Había prometido amarlo hasta el final de sus días, y sin embargo ahí estaba, enamorándose de alguien que no era Franco Reyes.

Sara intentaba quitar aquellos pensamientos de su cabeza, sabía que había hecho esa promesa en una circunstancia muy distinta a la que estaba ahora.

Sara se sentó en la sala de Santiago a intentar calmarse.

Tenía que poder dejar ir a Franco para poder ser feliz.

Sara sabía que vivir de los recuerdos la mantendria atada para siempre en el pasado.

Sabía perfectamente que Franco la alentaria a seguir adelante, crear nuevos recuerdos, cometer nuevos errores, aprender nuevas cosas, así no fuese con él.

Sara sabía que Santiago era la persona indicada para comenzar de nuevo.

Lo conocia hace muy poco tiempo, pero en el fondo de su corazón Sara sabía que él era el indicado.

El sonido de la puerta abriéndose sacó a Sara de sus pensamientos, se giró para ver a Santiago entrando a la casa con una expresión cansada

-¿Mucho trabajo?- preguntó ella acercándose-

-No te das una idea de cuánto, la mañana estuvo super tranquila, pero llegada la tarde, aquello era un caos

Sara tomó el rostro de Santiago entre sus manos para darle un beso en la mejilla, pero fue él quien corrió el rostro para unir sus labios con los de Sarita

-La cena está lista- informó Sarita con una sonrisa-

-Voy a ponerme algo más cómodo y vuelvo, ¿si?

Sara asintió y Santiago se dirigió a su cuarto, ingresó quitándose la corbata, pero se quedó inmovil al darse cuenta de algo.

Tenía a la vista las fotos de Alicia-

¿Las habría visto Sara?

Santiago las guardó rápidamente en uno de los cajones de abajo del placard, se cambió nervioso y salió de la habitación.

El solo hecho de pensar que Sara pudiese haber visto esas fotografías hacía que se le helara la sangre.

Santiago pensaba que Sara jamás entendería si se enteraba de su parecido con Alicia.

Mucho menos si lo hacía de esa manera...

Tenía que preguntarle si había ingresado a la habitación.

Sabía que Sara le diría que no de todas maneras, pero debía poder leer su rostro.

Se dirigió al comedor donde Sara lo estaba esperando sentada en la mesa

I see him(her) on you (Santiago x Sarita)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora