I see him(her) on you (Santiago x Sarita)

XIII: Confesión involuntaria

Santiago sonrió, antes de deshacerse de su pantalón, quedando el en ropa interior.

Con delicadeza, Santiago desabotono la falda de Sarita, y con cuidado la deslizó por sus piernas para quitarla.

Se tomó un momento para apreciar la belleza que se le presentaba en frente.

Sara río nerviosa al verlo observala de pies a cabeza, así que lo jaló del brazo para atraerlo hacia ella y besarlo con pasión.

Parecía que estuviesen en un sauna, pues el ambiente estaba completamente ardiendo.

Y no solo el ambiente, las dos personas recostadas en la cama ardían de la misma manera.

Con cada caricia, el calor incrementaba rápidamente.

Santiago separó sus labios de los de Sarita para darle atención a su cuello, devorando aquella parte de su cuello.

Sara hizo la cabeza a un costado, para darle a Santiago total libertad de hacer allí lo que quisiese.

Con esos simples besos, Sara se sentía en el cielo.

No podía siquiera imaginarse cómo se sentiría cuando la situación pasase a mayores.

Santiago trazó un camino de besos desde las clavículas de Sarita hasta el comienzo de sus pechos, donde fue detenido por el sostén de Sara.

Santiago subió hasta la altura de Sarita para susurrarle algo al oído

-En este momento, esto -Indicó tocando con una de sus manos la copa del sostén- me esta molestando bastante

Sara solo río mientras arqueaba un poco la espalda para que Santiago pudiese desabrocharle el sostén, este lo hizo rápidamente con una sola mano, haciendo que Sarita pusiera una expresión de sorpresa

Sara posó una de sus manos en la mejilla de Santiago, y lo giró para mirarlo a los ojos

-Por lo visto, estoy lidiando con un profesional, ¿verdad? -preguntó refiriéndose a su accionar de hace un momento-

Santiago no respondió, simplemente le dio un corto beso y volvió al cuello de Sara.

Ahora, sin nada que le estorbase, volvió a caminar por el cuerpo de Sara con sus labios, pasando por entre medio de sus pechos, mientras con sus manos acariciaba ambos, haciendo que Sara soltase un pequeño gemido al sentir el roce de los dedos de Santiago contra la parte sensible de sus pechos.

Santiago bajó un poco más, por el vientre de Sarita, topándose allí con una cicatriz de cesárea.

Sara al darse cuenta de donde estaba él, movió su mano intentando tapar la cicatriz, pero Santiago no se lo permitió.

Sara lo miró mientras él besaba suavemente la marca.

-Eres preciosa- le aseguró refiriéndose a aquello que la acomplejaba-

Sara solo pudo morderse el labio mientras Santiago seguía bajando.

Santiago continuó su camino hasta llegar al borde de las bragas de Sarita.

En lugar de detenerse, siguió su camino por encima de la tela.

Sara se estremeció y soltó un gemido al sentir el roce de la boca de Santiago con su parte sensible.

Su cuerpo automáticamente se inclinó buscando profundizar ese roce, Sara colocó su manó detrás de la cabeza de Santiago, empujándolo hacia ella.

Santiago río, y deslizó las bragas de Sara hasta quitarlas por completo, antes de quitarse él mismo su ropa interior