Sara golpeó el volante de su auto antes de romper en llanto.
Sabía que acababa de romperle el corazón a la persona que más amaba, y eso la destrozaba.
Antes de conducir hacia la hacienda, le envió un mensaje a Gaby
"He terminado con Santiago, has conseguido lo que querías, puedes volver a casa"
Emprendió el camino hacia su casa, intentando que las lágrimas no nublasen su visión.
Sara jamás se perdonaría lo que acababa de hacer, el dolor en los ojos de Santiago, jamás podría borrar esa mirada de su mente.
Si había algo que Sara Elizondo odiaba era ver a la gente que amaba sufrir, ni hablar, si ese sufrimiento lo causaba ella.
Al llegar a la casa, vio que Andrés seguía allí, ya que su auto seguía estacionado
Sara se limpió las lágrimas antes de entrar a la casa
-¿No fuiste al ensayo? –Preguntó Sara entrando en la casa-
-preferí quedarme contigo, Mamá.
-Estoy bien, puedes irte a cumplir con tus responsabilidades
-¿Dónde estabas?
-Tuve que hacer unas diligencias
-Mamá, por favor dime que no cometiste una locura
-Andrés, lo que yo haga o deje de hacer no te incumbe
-Terminaste con él, ¿verdad?
Sara no dijo ni una palabra, Andrés supo que había atinado
-¡Mamá! Tú no te mereces eso
-Andrés, ya, déjame sola
Sara intentó caminar hacia las escaleras pero Andrés no se lo permitió.
-Déjame pasar
-No, mamá, tienes que hablar con Santiago, ese hombre te adora, entenderá si le dices la verdad
-¡No quiero decírselo! Respeta mis decisiones y no te entrometas en mi vida, Andrés Reyes
Sara subió a su cuarto y se apoyó en la puerta al cerrarla.
Silenciosamente, comenzó a llorar, dejándose caer al suelo.
Hacía mucho tiempo no tenía aquella necesidad de romper en llanto, nada la había lastimado tanto en los últimos años.
La expresión de Santiago estaba impregnada en su mente, no sabía qué hacer para olvidar la cara de su amor cuando ella le rompió el corazón.
Perder a Santiago se sentía como volver a perder a Franco.
Pero esta vez dolía más, porque no lo perdía por una mala jugada del destino, sino por propia elección.
Una elección obligada.
Sara solo deseaba volver al día en que conoció a Santiago, aquel día en que ingresó en su oficina, y se quedó en shock ante aquel parecido.
Sara Elizondo solo deseaba borrar aquel día, si nunca se hubiesen conocido, ahora no estarían en esta situación.
Pero al mismo tiempo, de no haberse conocido, ninguno de los dos se habría vuelto a sentir feliz.
Sarita sonrió al recordar el primer beso, en el patio del hospital, aquel beso tan dulce que hizo que ella terminara de enamorarse de él.
Pocas veces en su vida Sara había tomado decisiones tan importantes, enamorarse de Santiago había sido una de ellas.
Y para Sara, ahora esa decisión era su peor error.
No porque se arrepintiera de amar a Santiago, jamás podría arrepentirse de haberse enamorado de aquel hombre maravilloso.
Se arrepentía de haberle dado rienda suelta a sus sentimientos, de entregarse en cuerpo y alma a un hombre tan bueno como Santiago, para terminar rompiéndole el corazón.
Sara hubiese preferido reprimir su amor, guardarse todos sus sentimientos, para no dejar que el amor entre ellos floreciese.
Sara deseaba volver en el tiempo, evitar que Santiago se enamorase de ella, porque si él no se hubiese enamorado, Sara cargaría solo con su dolor, pero en este momento, la mayor de las Elizondo cargaba con el peso y el dolor de dos corazones rotos.
Dos corazones que habían estado rotos por años, y que entre ambos, comenzaron a curarse las heridas uno al otro, solo para volver a romperse en un abrir y cerrar de ojos.
Poco sabía Sara, que ella no podría haber evitado de ninguna manera que Santiago se enamorase de ella...
Porque ambas almas habían caído flechadas al unísono.
{...}
Santiago se dejó caer en su silla al terminar con el último paciente de su turno.
Desde el momento en que Sara había salido de su oficina, no había tenido tiempo de procesar todo lo que había pasado.
De un segundo a otro, todo lo que Santiago creyó tener se desvaneció.
Sara había llegado esa mañana como un huracán, arrasando con todo lo que Santiago tenía.
Porque Santiago solo la tenía a ella, solo tenía a Sarita.
Sarita era lo único que el necesitaba.
Y ya no la tenía.
Santiago pensaba que lo único que hacía que Sara tomase esa decisión era Gaby.
Pero luego de aquella mañana, Santiago supo que Sara le ocultaba algo grave.
Santiago ni siquiera se imaginaba que era, pero no dejaría que aquello los separase.
Así que sin pensarlo dos veces se levantó para ir a casa de Sara Elizondo y exigirle una respuesta.
...
Al llegar a la hacienda Meraki, Santiago observó que el auto de Sara estaba allí, así que estacionó y se dirigió rápidamente adentro.
-¿Santiago? –Preguntó Andrés al abrir la puerta-
-Andrés, necesito hablar con tu mamá, ¿está en su habitación?
-No... está en el patio, junto a la fuente
-Voy a buscarla –dijo Santiago dándose la vuelta-
-Espera, Santiago –dijo haciendo que este volviese a mirarlo- Tienes que lograr que mi mamá te cuente la verdad, no es justo que estén separados por algo que no tiene sentido
-No te preocupes, a eso vine –le aseguró sonriendo-
Santiago caminó hacia donde Andrés le había indicado, y la vio allí, sentada en una banca mirando hacia los predios, dándole la espalda.
Se acercó a ella, hasta quedar a pocos centímetros de distancia
-¿Podemos hablar?–preguntó, haciendo que Sara lo mirase
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I see him(her) on you (Santiago x Sarita)
FanfictionSantiago Ucrós, un reconocido cirujano plástico, llega a un pequeño pueblo llamado San Marcos, intentando olvidar al gran amor de su vida, decide dejar todo atrás para comenzar de cero. Sara Elizondo intenta olvidar a su exesposo, mientras cumple co...