"Te necesito" (Katsudeku)

¿Qué eres?

El día estaba tranquilo y muy vivo se trataba de una cabaña en medio del bosque alejado de la población.

Un señor adulto (38 años) de nombre Hisaki vivía en ella pero no era el único también vivía un chico de cabellos verdes pero el no era como su padre, el chico tenía orejas punteagudas como la de los "monstruos".

El chico salió de la parte trasera de la cabaña cubierto con una capa de color verde oscura vestía un pantalón negro junto con una camisa blanca acompañado de un chaleco verde caminando hasta que para frente a un gran árbol, donde tan solo lo toco con el dedo iluminado aquella zona y de un momento a otro empezaron a salir manzanas de el. El mismo árbol como si tuviera vida propia se inclino ante el chico, donde el tomaba las manzanas de aquel árbol ya después volvió a su posición y lo acaricio con ternura.

Muchas gracias- fue lo que dijo para después entrar a la casa llegando directo a la cocina dejando en la mesa las manzanas-

Se alejo de la cocina y se fue a su cuarto, donde solo tenía una cama, un ropero, un espejo largo en la pared, un escritorio y un librero.

Se acercó al librero y tomo de el un libro muy peculiar. Uno sobre las criaturas mitológicas, se quitó la capa dejando a vista su cabello verde esponjado largo junto con las orejas de "monstruo" dejando la capa en la cama sentándose en ella.

Iba a empezar a leer sino fue porque llegó su padre y le quitó el libro cerrándolo y volviendo a dejarlo en su lugar. Lo miro con enojo y el chico entendía por qué la mirada...

Su padre le contó que las criaturas mitológicas son unos monstruos que solo te quitan lo que más quieres en la vida.

Que te he dijo de leerlo?- lo miro con los brazos cruzados- sabes lo que opino respecto a ellos- el chico bajo su cabeza como arrepentimiento, solo se sobo el seño fruncido y camino a el tomándolo de los hombros- yamikumo sabes que no lo debes hacer y además deberías de alejarte de tu mundo de fantasía con eso- lo miro y después desvío la mirada solo para confirmar con la cabeza-

Salió dejándolo solo no entendía a su padre en ese aspecto, a escuchado como dicen que ellos son malos solo por una leyenda hace 8 millones de años, pero el no veía en lado malo en eso, al contrario a el le gustaría conocer a uno de ellos.

Solo suspiro y se levantó llendo a la cocina donde su padre se preparaba para irse al pueblo.

Solo le sobo la cabeza y se fue. Yamikumo no podía salir de la casa, tenía prohibido salir de ese lugar, ya que dice su padre que estuvo a punto de morir a manos de uno de ellos( los monstruos).

Cerro la puerta y corrió hasta la parte trasera de la cabaña, en ella tenía su árbol, un huerto donde tenían distintas verduras y frutas dónde apenas iban creciendo.

Se acercó a el huerto y hizo lo mismo que con el árbol. Empezaron a crecer hasta ya estar maduras. Tomo una canasta que estaba colgada fuera de la cabaña y empezó a recogerla.

Quería darle una sorpresa a su papá cuando volviera del pueblo. Se dedicó a hacer una tarta de frutillas.

Era noche y su padre no llegaba, al parecer tenía muchas cosas que hacer fuera, suspiro y se levantó de la mesa y de iba a ir a su cuarto sino fuera por qué escuchó un gran ruido de afuera.
Tenía miedo y curiosidad a la misma vez, no podía salir, puede que su padre llegué en cualquier momento.

Pero al asomarse por la ventana de la entrada principal, no había nada, ni siquiera la luz de alguna antorcha, lo alivio y decidió ir a su cuarto por su capa y se la puso antes de salir de la cabaña tomando la antorcha que estaba iluminando la parte trasera. Empezó a caminar entre el huerto que tenía, llegó hasta el árbol dudaba si aún debía ir, se iba a resignar pero escucho otro ruido como de un quejido. No perdió tiempo y camino un poco más rápido y en el suelo vio una línea donde dividía el bosque con el lugar de la cabaña. Estaba rara, no la había visto nunca, era de hojas raras y de piedras, no le tomo importancia y lo cruzó pensando en que podía estar alguien en peligro.