4; Traidor

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Eunji decidió despertarse temprano para desayunar e intentar hacer algo de ejercicio. Aunque se sentía de la mierda, el dolor de cabeza que tenía era insoportable, sentía náuseas y mareos de vez en cuando.

Se vistió con un pantalón ajustado de color negro, un top para hacer ejercicio del mismo tono y unas zapatillas deportivas. Luego se miró al espejo y se lavó el rostro, quitando los restos de maquillaje. Se peinó haciéndose un recogido.

Salió de su habitación y caminó hasta el pasillo, se detuvo cuando observó a su jefe y a Taeju entrar dando un portazo.

Mejor no preguntar, pensó, siguió su camino hasta el refrigerador, lo abrió y sacó nuevamente la botella de agua para después servirse en un vaso. Se recargo contra el refrigerador mientras se restregaba el estómago.

Observaba la discusión entre Taeju y Choi, en silencio, sin entender absolutamente nada y sintiendo que en cualquier momento se desvanecía.

Abrió completamente sus ojos cuando Tae ju tomó sus llaves y se fue de aquella mansión, dejando a Choi observando la puerta por la cual se había ido.

— Buen día —rompió el silencio Eunji dejando el vacío vacío a un lado de ella

— No muy bueno que digamos —se dio la vuelta para verla a los ojos  

— Te preguntaría porqué, pero se que no responderás así que… mejor me quedo con eso —acomodo su cabello y se cruzó de brazos 

— Puedes dejar de ser tan gruñona? No puedo aguantar a nadie más hoy —acomodó  suavemente su traje— vas a entrenar? Así? Estás tan pálida como un papel

Eunji alzó sus hombros

— He estado peor, te lo aseguro 

— Si estas tan bien, entrenemos juntos, tengo que desquitarme un poco

La chica asintió y salió afuera, lo esperó hasta que lo vio salir con unos guantes para entrenar y él con su camisa sin algunos botones. Ella pudo observar su tatuaje asomarse, creía que se veía muy… sexy así.

— Guantes?

— Tienes que aprender a defenderte no? Si pudiste drogada y borracha, esto no es nada

Eunji mordió su labio inferior y agarró los guantes que le había extendido, se los colocó y comenzaron a pelear. Ella no tenía nada de técnica, pero era fuerte, tenía fuerzas en sus piernas y sus brazos había pasado dos años de su vida ejercitándose todas las noches, haciendo pole dance.

Más de una vez se encontraba tirada en el suelo, él la ayudaba a levantarse una y otra vez. Hasta que cuando se distrajo terminó sobre el, los dos en el suelo, ambos estaban agitados, habían pasado más de media hora entrenando y por primera vez, lo había superado. 

— Solo me ganaste por cansancio, sabes? —el hombre terminó aquel silencio incomodo que los estaba comiendo 

— Eso dicen los perdedores —pronunció agitada y se levantó, extendió su mano para ayudarlo y él la aceptó 

— Podemos descansar, si quieres…—dijo mirándola a los ojos

— Esta bien, me gustaría estirar y creo que tu también deberías —por eso le había ganado, porque ella era muy flexible y podía hacer movimientos que no requerían tanta fuerza, pero sí flexibilidad 

— Estoy demasiado viejo para esas cosas —dijo acomodándose su cabello 

Eunji se sentó y estiró sus piernas hacia adelante 

Everyting black ; Choi MujinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora