Que pasaría si... "Good Omens"

Parte 14.

Dios, me duele todo, intento abrir los ojos pero siento los párpados pesados, como si tuviera algo que los aprisionará intento moverme y mi cuerpo no responde. ¿Qué está pasando? ¿Donde estoy?, Hago más fuerza y abro lentamente mis ojos una luz me ciega y hace que los cierre, levanto mi mano y toco mis ojos, mis manos tiemblan las siento como un peso muerto que no puedo manejar, caen de nuevo abajo por su propio peso.

-Ya estás despertando- una voz tenue se escucha, yo muevo levemente mi cabeza y emito un ruido en queja, -No te muevas mucho, que te dolerá- reconozco esa voz creo que es ¿Anathema?,  Vuelvo a abrir lentamente mis ojos y ahí estaba ella, tenía el libro de la bruja en sus manos y estaba a unos pocos metros sentada con el. Ella me mira con una media sonrisa. Yo intento enderezarme ella levanta su mano y la extiende -No te muevas- me exige.

-¿Qué... pasó?- Pregunto susurrando, me duele la garganta. Ella vuelve a bajar la mano y da vuelta la hoja del libro.

-Ganamos eso pasó- yo abro la boca y exhalo el aire. -Estuvieron muy enfermos durante horas- ¿Estuvieron?... Mi ángel. Me intento otra vez enderezar y gruño, la escuchó rechistar -acaso estás sordo- ataca.

-Azi- Logró articular, ella parpadea pero da otra vez una media sonrisa, yo me logro sentar en la cama, veo el entorno es una cabaña debe ser su hogar.

-Está bien- yo la miro, -estuvieron muy grave Crowley, les habían dado veneno y uno celestial, pero Agnes dejó el antídoto en el libro- ella alzó el libro, yo volví a exhalar tranquilo -tu novio al ser un ángel se curo más rápido, ya está en el parque- miro hacia la puerta, me paro rápido. -!No!- Ella se levanta, yo doy un paso me duele pero doy otro, -¿¡Qué haces!?, Vuelve a la cama por el amor de dios- Ella me toca de los hombros, pero yo debo llegar afuera. Cruzo el umbral de la puerta y me apoyo en ella, respiro un poco y vuelvo a caminar seguido por la bruja intentando detenerme mientras me reta. Pero yo solo me percato de que cada vez estoy más cerca del exterior. Abro la puerta trasera y el sol me pega muy fuerte eso vuelve a cegarme.

-¿Querido?- sonrío solo con escuchar su voz, la visión regresa y empiezo a verlo esta sentado en una banca junto a Adam, Adam hace una mueca y mira al suelo, mientras que mi ángel aprieta los labios ocultando fallidamente su sonrisa.

-Ya desperté y aún no me saludas- me burlo, fingiendo enojo, el no aguanta y sonríe feliz. Doy un paso y Azi se levanta, se acerca a mi.

-Por el amor de Dios, ¿le puedes decir a el demonio este que no se levante? A ver si a ti te hace caso- me recrimina la bruja, yo bufo. Azi llega enfrente mío, la mira a ella mientras yo le miro e intento analizar cara fragmento de su cara para clavarlo en mi mente y no olvidarlo nunca.

-Gracias querida, ya no te causará disgustos- le sonríe, y me mira a mi. Escucho los pasos de Anatema alejándose. Siento la mirada de Adam puesta en mi.

-Estás bien ¿no?- Se me corta un poco la voz, no puedo evitar mi sonrisa, el levanta su mano y toca mi mejilla.

-Si, estoy a salvo- se acerca más a mi -gracias a ti, salvaste el mundo- cruza sus manos por mi cuello, yo me congelo y me quedo viendo cada acción -ganamos- y me abraza, me estrecha entre sus brazos yo apoyo mi cabeza en su hombro, inhalo su olor, el se ríe percatándose de mi acción, yo miro a un costado y veo a Adam, su mirada expresa angustia, me separo un poco del ángel sus manos están en mi cuello, solté una de mis manos y la otra la apoye en su cintura, extendí mi otra mano para que venga, el entendió. El ángel le miro. -Ven pequeño- le anima el ángel. Camina despacio hacia nosotros, hasta quedarse al lado, tiene sus dos manos juntas y mueve su pie nervioso, me mira nervioso.

-Lo hiciste muy bien Adam- el abre los ojos, yo toco su pelo y lo revuelvo un poco.

-¿Encerio?- me pregunta, creo que está por llorar.