Que pasaría si... "Good Omens"

Parte 4.

Abro mis ojos lentamente y lo primero que observo es un libro, está a unos centímetros lejos de mi cara, el ruido de las calles concurridas de Londres suena a mi alrededor pero es un ruido lejano. Miro el libro detenidamente mientras me concentro en despertar del todo, veo que hay dos manos sosteniéndolo... ¿Cómo?, Me levanto de golpe golpeándome la cabeza con el libro. Me reincorporo sobándome la cabeza para ver la situación, había estado acostado sobre su estómago, él tenía las piernas cruzadas apoyadas en el borde del sillón con el libro ahora caído. ¿¡Cómo es que llegue a esa posición?! Siento que me quedo sin aire, debo tener compostura, no deben ver que tengo emociones como los mundanos de los humanos, debo controlarme.

-Que buenas formas tienes de levantarte eh- dice Michael con burla mientras recogía su libro, yo solo miraba sin decir nada no quería mostrar que me afectaba escuchar su voz... ¿Dios que me pasa? -El cuerpo de Azi no tuvo sueño en toda la noche, no sabes cuantos café y pastelitos me comí, ¿te puedes creer que tiene una alacena de dulce?, Se me hacía agua la boca- movía su mano exagerando los movimientos -ahora que despertaste será más entretenido todo- me sonríe tan angelicalmente que pierdo los sentidos, no puedo mirarle más. Bajo la mirada al sofá apoya una mano en mi, mientras intento controlar mi respiración -¿estás bien?- No, tu presencia me afecta demasiado más de lo que debería.

-Si, solo es que siento que tengo dos mentes en un cuerpo- hace una mueca.

-A mi igual me pasa, por eso me puse a tu lado, Azi si que ama a Crowley no me dejo alejarme mucho porque me hacía sentir que podría pasarte algo- bufa fastidiado -pero al menos me pasa esto con un amigo y no con un desconocido- se ríe, hasta en la Antártida se escucho como le rompieron el corazón a Crowley por suerte a mi no me puede afectar... Hice un sonido de queja sin controlarlo, aunque no fue normal, la queja consistió en que sin querer una lengua salió e hizo un siseo para luego volver. -¿Me acabas de sisear?- Me pregunta incrédulo.

-¿Qué?, No no como crees- me rio nervioso -mañana Adam recibirá el perro, ¿qué haremos hoy?- Me levanto del sillón y me estiro.

-Disfrutar de ser seres inmortales- dice con un tono sarcástico, -estuve leyendo varios libros de él, ya entiendo la fascinación por los mismos- mira con cariño el libro en su mano.

-Me imagino, igual a ti también te gusta leer- el asiente.

-Si, pero esto es mucho más- contesta.

-¿Y la librería?- Le pregunto levanta la vista del libro.

-¿Qué tiene la librería?- Me pregunta, yo alzo los hombros.

-No sé, ¿Aziraphale no la abre?- Le dije.

-Si lose, pero yo no creo poder ser como él, y lograr que no compren nada- se ríe nervioso.

-Yo creo que haces un Aziraphale increíble, se nota que es tu personaje- me sonríe mostrando sus dientes.

-Aww gracias querido- mi impulso por sonreír ante ese apodo se intensifica, en la serie recién en la segunda temporada me empezó a decir así y me afecta de la misma manera aquí que en la actuación. Es raro, pero raro lindo.

-No hay de que, lo que sea para mi Ángel- le contesto con burla logrando que saque una risa nerviosa mirando para el costado.

-Que tonto eres, dale vamos a comer que tengo hambre- me dice parándose igual. Caminando a la entrada. Yo le miro con una ceja alzada.

-Que te diría azi si supiera que dijiste tan atrocidad- me pongo la mano en el pecho mientras lo miro fingiendo angustia.

-Mejor abstente esos comentarios- yo abro los ojos y hago un puchero, se ríe. -Por el amor de dios podemos ir a comer que tengo hambre- se queja.